México, América: integración, unidad o nueva relación en nuevo orden

Por José Jiménez

México ha hecho notar su presencia internacional y la resalta en el marco de la 211º  conmemoración de sus fiestas patrias al recibir a presidentes, dar un lugar a uno de ellos como orador de forma extraordinaria en la apertura del tradicional desfile militar y a 15 de ellos como presidentes y primeros ministros, alcanzando la representación de 33 países con embajadores, reunirlos en la mesa de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Se hace notar cuando en los últimos días del 2019 da asilo político al presidente de Bolivia Evo Morales ante toda una conspiración prefabricada y armada de golpe de estado para desplazarlo y atentar contra su vida, registro que queda en testimonios recogidos de aquellos días y hechos públicos hoy, “Evo Morales estuvo a punto de morir… y un piloto de las fuerzas armadas mexicano le salvó la vida, al esquivar un cohete lanzado contra él…

Es notorio cuando ante representaciones de países de casi toda América, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la conmemoración del 238º Aniversario del Nacimiento de Simón Bolívar en el Castillo de Chapultepec, dice:

“En consecuencia, creo que, por su lucha en defensa de la soberanía de su país, el pueblo de Cuba, merece el premio de la dignidad y esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia, y pienso que por esa misma razón debiera ser declarada patrimonio de la humanidad.

Pero también sostengo que ya es momento de una nueva convivencia entre todos los países de América, porque el modelo impuesto hace más de dos siglos está agotado, no tiene futuro ni salida,  ya no beneficia a nadie. Hay que hacer a un lado la disyuntiva de integrarnos a Estados Unidos o de oponernos en forma defensiva.”

Y como en el desfile militar del 16 de septiembre a los 211 años del grito de Independencia dice: “Ya he dicho y repito: podemos estar de acuerdo o no con la Revolución cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento es una indiscutible hazaña histórica…  

Ahora sólo agrego que el gobierno que represento llama respetuosamente al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo contra Cuba, porque ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país. Es preciso recordar lo que decía George Washington: ‘Las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos’.

Dicho con toda franqueza, se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno.”

Es notoria la actuación viva de México frente a conflictos de América hacia el presente, siendo además tolerante, al lograr la realización de la cumbre de la Celac, después de dos intentos cancelados por la emergencia sanitaria global; al ser territorio anfitrión, permítase llamarle así, para el diálogo en procesos políticos de otros países; así como de hacer llamados y señalar temas regionales que deben ser atendidos urgentemente como la migración, la desigualdad, la violencia, la economía local, la emergencia sanitaria y otros.

Sin más ilusión debe verse la también la realidad de la Celac y su agenda de asuntos que debe resolver o proponer diseñar nuevas relaciones. A lo interno se tienen tres bloques: un primero, que podríamos decirle conservador que deja ver su posición de mantener el orden que se tiene, conservador y promotor de las posiciones del poderoso del norte; un segundo bloque que tiende a ver que las cosas han cambiado y deben superarse formas de trato que son herencia del siglo XX con la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Guerra Fría, más la nostalgia doctrinaria de apropiación.

Y un tercer bloque de países, que en el cruce de 500 años de resistencia y 200 de independencia, por la realidad política y económica tienen a ver nuevos caminos, ver cambios en la correlación de fuerzas para cambios favorables a procesos democráticos y economías locales.

Se habla de integración y se dice incluir a los pueblos de Estados Unidos y Canadá, acertado señalamiento; se demanda fin de bloque económico, no solo a uno ya que hay un bloqueo y condicionamiento económico a otros más; se hace referencia a puntos urgentes como el acceso a las vacunas contra la pandemia global del COVID-19, más el uso de manejo, patentes e infraestructura de salud en cada país y en América, un dato terrible: países como Haití solo tienen el 0.2 por ciento de vacunados, junto a una realidad difícil con otros más como Nicaragua, Jamaica o Guatemala; en contraste, mientras para América es que Estados Unidos y Canadá tienen comprometidos el 39 por ciento por arriba de sus necesidades, es decir tienen demás.

La migración forzada, la desigualdad, la violencia, la economía local, la emergencia sanitaria, la soberanía alimentaria, y un tema que ve futuro, el espacio con la constitución de una agencia espacial, ya que las nuevas tecnologías obligan a actuar en estos nuevos temas.

Al encuentro de la Celac se tienen referencias importantes y se inicia una nueva etapa, en la que abra de entenderse las relaciones objetivas del mundo económico material y las posibilidades de hacer realidad sueños. Un parlamento de América con la representación de estados y naciones, más una organización de pueblos de América.