Abanico/Ivette Estrada
Orwell. Seudónimos, rebelión o engaño
Teresa Gil
Del uso de nombres ajenos puede derivarse una suplantación cuando hay mala fe, o una simple invención cuando alguien escapa de su verdadero nombre por diversos motivos. Uno de ellos puede ser la presión familiar que no quiere ser exhibida en asuntos artísticos, literarios o pictóricos. No son pocos los grandes personajes que escogieron un nombre ajeno y en esta actitud se encuentra un gran número de mujeres escritoras y poetas, sobre todo. El descubrimiento de varias credenciales con nombres conocidos en una investigación policíaca en la CDMX, entre las que encontraron una de un hijo del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, exhibe la suplantación paras fines previstos, en los que se usan personajes públicos. Los usuarios en esos casos, no utilizan como seudónimo el nombre de alguien ya conocido, (que se ha dado) sino el nombre e identificación que pueden ser usados en muchas circunstancias e intereses. Esto último es la suplantación.
GEORGE ORWELL DEJÓ NOMBRE VERDADERO, PARA REBELARSE EN LA GRANJA
Son muchos los escritores que son famosos solo por su seudónimo. Uno de ellos es Neftalí Reyes, famoso como Pablo Neruda, otro es Charles Dodgson, famoso como Lewis Carrol el autor de Alicia en el país de las maravillas; Samuel Clemens como Mark Twain; Leopoldo Alas como Clarín autor de la Regenta, cuyo prólogo por cierto escrito por Benito Pérez Galdós casi es tan largo como la misma obra y así seguiríamos en una larga lista. El autor de la Rebelión en la granja (Editores mexicanos Unidos S. A, Reimpresión 2024), George Orwell, en realidad se llamaba Eric Arthur Blair, pero él escogió el anterior por motivos familiares. Lo singular es que a la hora de tomar las armas para luchar contra el franquismo desde su postura de inglés nacido en la India Británica, asumió su verdadero nombre. El mismo que usaba en su largo recorrido para vivir como proletario y luchar por los desamparados, en Inglaterra. Su vida fue breve, de 47 años.
¿REFLEJÓ ORWELL TROSTKISMO CONTRA STALIN, EN REBELIÓN EN LA GRANJA?
Las dos obras más famosas de Orwell son 1984 y Rebelión en la granja. Esta es una sátira aunque algunos la llaman fábula, de lo que para el inglés era el desarrollo de la Revolución rusa gobernada por Stalin. A partir de la metáfora animal en una granja, el autor va desenvolviendo lo que según su criterio fue el inicio de la instalación comunista en Rusia. Los animales se rebelan en una granja, contra el dueño que se supone era el régimen zarista, encabezados por cerdos que toman la dirigencia después de que el llamado Cerdo Mayor muere al poco tiempo. Presuntamente es ahí donde tiene más críticas Orwell, porque ese personaje lo representa Lenin. En la lista de participantes principales están todos los poderes, incluso la iglesia católica, en Moses el cuervo. Cada quien toma su postura mientras la lucha por la granja se define en el cerdo Napoleón que es Stalin, tipificada por Orwell como la traición al comunismo. Un Stalin permanentemente mencionado en contra de Snowball- Trostky. En la obra, que el autor cierra con esa traición final que le caracterizó a Stalin, Hitler también tuvo una vinculación temporal en la granja, pero curiosamente, no aparece su muerte en mayo de 1945, pese a que la obra fue publicada en agosto de ese año y Orwell murió en 1950.