País en guerra
La advertencia de Nicolás Maduro, presidente reelecto en Venezuela, de un golpe de estado en su contra de parte de la oposición, tiene muchas características de los prolegómenos de los muchos golpes de estado que sufrió el siglo pasado ese país y uno de ellos en este siglo. Como lo dijo el actual presidente, el golpe lo encabezan los mismos de siempre, una derecha opositora que quiere hacerse con el poder y dar entrada a quien está a la expectativa siempre en esos casos, Estados Unidos. En los golpes mencionados del siglo XX, de los años 1908, 1945, 1948, 1958, 1992 y 2002, siempre eran de las fuerzas armadas y algunos personajes que eran reiterados como el que también fue presidente Marcos Pérez Jiménez, entre ellos, que al final fue víctima de un golpe. Ahora, porque se percibe, las fuerzas armadas están con Maduro, pero la derecha se extiende al grado de haber obtenido una abundante fracción de los votos de la pasada elección superior al 44 por ciento.
PAÍSES SOCIALISTAS APOYAN A MADURO. Y OTROS ZIZAGUEARON
Las pasadas elecciones según todos los observadores fueron normales, con pequeñas alteraciones comunes en cualquier proceso comicial y el conteo de los votos lo llevó a cabo un organismo como el Consejo Nacional Electoral, que tiene plena credibilidad en ese país, Los mecanismos y utilización tecnológica de los conteos son considerados en general de alta confiabilidad, de tal manera según, comentaristas que conocen el sistema no hay duda de la credibilidad de los conteos, Países como China, Rusia, Cuba, Honduras, Bolivia e Irán, felicitaron al presidente reelecto, a diferencia de los países que suelen estar en el contexto de Estados Unidos, Llama la atención la actitud de Boric presidente de Chile y en su momento de Lula por haber enviado un reproche al mandatario venezolano, días antes de la elección. De Estados Unidos como era natural, igual que los países desconfiados, exigen un nuevo conteo.
MARKO CORTÉS. MEXICANOS EN RIDÍCULO AL METERSE EN ASUNTOS EXTERNOS
En todo el contrasentido aIgunos mexicanos han hecho el ridículo al meterse en los asuntos internos de Venezuela. Luis Videgaray, Vicente Fox y Felipe Calderón ya había intentado en el pasado, apoyar el golpe que promovía Trump. Ahora el que fue sacado de manera vergonzosa de aquel país fue Marko Cortés el fracasado dirigente del PAN. Como lo es de todos sabido el señor no tuvo las agallas para impulsar el triunfo en las pasadas elecciones y con todo su alianza quedó en un lejano lugar de la fuerza ganadora, Y pese a ese fracaso de todos conocidos el tipo fue a Venezuela a impulsar el triunfo opositor y fue sacado del país. Todavía se atrevió a quejarse de haber sido expulsado porque quizá se olvidó que todos los países tienen en sus constituciones una especie de artículo 33 como el de México que legaliza la expulsión de extranjeros indeseables,
LOS GOLPISTAS SE LANZARON INCLUSO CONTRA EL GRAN RÓMULO GALLEGOS
En 1948, después de haber gobernado durante unos meses en los que hubo cambios fundamentales en Venezuela, sufragio efectivo, nueva Constitución y otros cambios que empujaban al país a un entorno democrático, el presidente Rómulo Gallegos fue víctima de un golpe. Los golpistas entre los que destacaba Carlos Delgado Chabaud, que había sido tratado siempre como un hijo por Gallegos, no tomaron en cuenta la gran personalidad del escritor de Doña Bárbara (Editorial Porrúa 2014), ni el aporte que había dado y lo hace aún culturalmente desde ese país. Así se llama a nivel latinoamericano el premio de novela desde hace años, honor para Venezuela. Lo golpearon, mediante apresamiento y lo expulsaron del país junto con su familia. Delgado Chabaud siguió adelante con los golpistas y fue electo presidente, pero en una traición y secuestro que no esperaba, fue asesinado. Como puede verse, la convulsa Venezuela de antaño todavía se presenta en estos momentos , pero el apoyo firme de grandes potencias está exhibido. El mismo Vladimir Putin ofreció al día siguiente de la elección una invitación a Maduro a Rusia, una vez que deje bien instalada la nueva administración. Maduro no está solo.