Libros de ayer y hoy
Estados Unidos ya se prepara a castigar a Rusia por el caso Navalny, pero se olvida de los miles de niños asesinados en Gaza con parte del apoyo que está dando a Israel. Importa mucho una vida, pero que el caso Navalny ya definido cause tanta inquina mundial, habla de la poca delicadeza de los opositores, cuando hay miles de asesinados en Gaza, sin que la protesta se equipare. La permanente agresión de Israel apoyado por Estados Unidos, pasa a segundo término cuando se pretende acorralar al líder ruso sin que haya pruebas en contrario. Como el diagnóstico de la muerte se robustece, le echan la culpa ahora al tipo de prisión que tenía y a los castigos que recibía por su permanente beligerancia. Hasta el momento de escribir esto, la muerte del opositor tenía una condición médica firme de aneurisma, pese a lo cual las acusaciones contra Vladimir Putin se generalizaban entre los opositores de Rusia. No han hecho lo mismo cuando periódicamente Estados Unidos envía recursos para seguir matando niños, enfermos, mujeres y viejos, en Palestina.
LA DE NAVALNY, UNA HISTORIA LARGA Y TENDIDA DE OPOSICIÓN
Da risa pero también terror, la rápida reacción del país del norte, para lanzarse contra Rusia aún conociendo las reales causas de la muerte de Navalny. Eso da una idea de lo peligrosa que es la reacción de un imperio ante cualquier hecho que lo pone alerta. En los últimos tiempos esa actitud se ha recrudecido y la verdad que nada la para. La poca coherencia de quien gobierna y la amenaza de que otro peor o similar lo sustituya, deja al mundo en estado de indefensión. Los informes en torno a la muerte de Navalny han sido colmados desde la misma Rusia, donde ya se conocían las permanentes violaciones de Navalny. Hubo grupos pequeños que protestaron y Putin se refirió al fallecido como un convicto. La historia del opositor ha sido larga y tendida en ese país. Y recuerda a muchos de los opositores mexicanos, que usan los extremos para atacar, en lugar de fijar posturas bien fundadas sobre lo que denuncian. La propia esposa de Navalny, cosa comprensible por el golpe que ha recibido, lanzó amenazas contra el Kremlin, en momentos en que el mundo occidental hace más escándalo por la muerte, que la propia ciudadanía rusa.
LO DE PALESTINA ES UN GENOCIDIO, MÉXICO DEBE DEFINIRSE
Mientra el caso de Navalny recorría los intersticios de opositores de varios países, el caso de Gaza se profundizaba. El genocidio que aumenta con los días, se puso de manifiesto en varios países, como México y España. En este, seis ministros del actual gobierno solicitaron que se detenga esa guerra asesina y se sancione a Israel. En el caso de México hubo una marcha del Ángel al Zócalo en la que insistentemente los manifestantes exigieron la definición de México frente a esta tragedia y echaron por las calles del centro, su exigencia en contra de esta agresión que no se detiene. Paradójicamente los manifestantes que llegaron al Zócalo para defender la vida en Palestina, lo hicieron un día antes de que se realice otra marcha, esta de los opositores mexicanos, que buscan el regreso al poder que les dio privilegios y mientras, la tragedia de los palestinos les vale. La diferencia es notoria.