Libros de ayer y hoy/Teresa Gil

                         La honestidad de Cuitláhuac y un Nobel enojado

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El presidente de la República apoya a Cuitláhuac García, frente a la alharaca acusatoria que armó Ricardo Monreal en el Senado. Y con tipos de largo callo que hicieron abstracción de algunos pecados. Uno de ellos, apoyar al viejo sistema. Los procesos que se siguen para todo tipo de circunstancia, tienen sus principios y desarrollo. No todos quedan satisfechos y frente a resultados incontrovertibles como fue el caso Colombia, le puede molestar lógicamente a la derecha. Uno de estos es Mario Vargas Llosa que no ha podido superar su fracaso de haber perdido en Perú frente a un tipo cuestionado como Fujimori. El Nobel que decidió hacerse español y hasta marqués, nunca creyó que un pueblo tiene poder de decisión. Ha dicho que en el caso de Colombia el pueblo falló. En el de Perú el pueblo si falló no por no haberlo electo a él, sino porque Fujimori se exhibió de la peor manera. En ambos casos hubiera fallado, conociendo la soberbia que se le atribuye al escritor, que constatamos a menudo cuando abusivamente viene a leernos la plana, ¿Quien es él para hacerlo? Otro caso es el del señor José Manuel Del Rio Virgen, cuyos escandalizados defensores encabezados por  Ricardo Monreal, se fueron de inmediato sobre Cutláhuac García el gobernador de Morena en Veracruz. Es muy propio de los opositores tomar un caso para vanagloriarse cuando en el Senado se supone que son legisladores. Cuando hay una acusación, las autoridades tienen que investigar y si encuentran elementos pedir la prisión preventiva.

AMLO APOYA  A CUITLÁHUAC GARCÍA EN EL CASO DEL RIO VIRGEN

Sobre el discutido caso del señor Del Rio Virgen AMLO ha puesto enfrente la honestidad de Cuitláhuac García. Monreal ha estado muy exacerbado y Dante Delgado ex gobernador de ese estado  llama “mequetrefe” al fiscal que investigó el caso y hasta pide prisión para los que normalmente investigaron el caso. Los declarantes que señalaron a Del Río, son personas muy cercanas a él y que el juez haya decidido su libertad, es cuestión del poder judicial. Quizá consideró que en efecto es inocente. Pero la autoridad tiene que pasar por todas las dudas. No sabemos si el señor Delgado que no dejó gran recuerdo en Veracruz habrá tenido casos similares, ni si esos  que tuvo el encarcelado  Javier Duarte, él los resolvió de diferente manera ¿Que habrá hecho al respecto el ex Yunes Linares, que debe haber olvidado  Josefina Vázquez Mota, siempre pegada al presupuesto,  mientras aplaudía a rabiar la llegada del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado?

NUEVO SISTEMA PENAL ACUSATORIO SE CREÓ EN 2008 Y SE CONSOLIDÓ EN 2016

No quedó clara la alharaca en el Senado sobre el nuevo sistema  acusatorio de México sobre el que echaron todo tipo pestes. Ese sistema mencionado desde tiempo atrás como oral  fue aprobado el 18 de junio de 2008, pero se dieron 8 años a los gobiernos de los estados para conocerlo a fondo e incorporarlo a sus códigos locales. Se reforman entre otros artículos, siete de la Constitución. Fue con Felipe Calderón del PAN que se creó ese sistema y se consolidó con Enrique Peña Nieto del PRI. Los tipos que echaban esas pestes senatoriales hablaban de cambios inmediatos sobre todo en lo relacionado a la prisión preventiva. Pero el problema se da en el interior, dijeron,  como muy propio de los que gritan ¡Al ladrón al ladrón!, y se les lanzó a los pobres veracruzanos actuales, la acusación por violadores de las leyes. El acusador fue Miguel Ángel Osorio Chong, que ha vivido de un sistema sobre el que toleró  y ocultó todo tipo de situaciones que hoy están a la vista. Llama la atención el descaro de todos estos opositores que han olvidado de donde son y de donde salieron. Hablan de violaciones sistemáticas de leyes y de fabricación de culpables, cuando miles de los que están en las cárceles del país respecto a los que olvidan tanto Osorio Chong como del Rio,  que esos encarcelados, algunos con decenas de años, son en gran medida del PRI y parte del PAN. La posición gazmoña que asumen,  se vuelve carcajada cuando trasciende a la opinión pública.