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Teléfono rojo
Un escándalo se ha hecho de la afiliación de Miguel Ángel Yunes Márquez, al partido Morena, como si la presencia del veracruzano fuera a contaminar la esencia de una anunciada transformación. Se saben de algunas iniquidades del nuevo morenista, en el mismo sentido en que se conocen otras no solo en este partido sino de otros que están vigentes. No digamos de los casi 90 que quieren entrar a los caudales de las prerrogativas, a través del INE. Las críticas de morenistas o de personas cercanas a esa postura, olvidan que un movimiento que pretende un cambio también incluye el cambio personal. Y que en la lucha por una transformación sería absurdo llegar con seres íntegros, con la moral expuesta a la luz y voces tan perfectas que daría miedo entrar en ese movimiento. Santurrones, pues. No señores, la transformación no es eso, es cambiar y convertir lo imperfecto en perfectible y hacer de una lucha, algo que sirva en el valor no solo de un país, sino en la propia persona.
LOS POLÍTICOS SON HUMANOS Y HASTA EL MÁS COMPROMETIDO FALLA
La señora Rocío Nahle García, gobernadora de Veracruz anunció que reunía todos los bagajes y papeles que pueden comprometer, para exigir desde un estado soberano, que el señor Yunes no sea admitido en Morena cosa que ya ocurrió el 19 de febrero, junto con el ex priísta Alejandro Murat. Si las pruebas de Nahle tipifican un delito, su obligación será presentarlas en todo caso a la autoridad según el nivel, algo que sorprende porque hasta el momento no las ha presentado. Si interesara realmente someter a un político, no andarían tantos libres o no estarían escondidos en ese centro de protección que es el Congreso. Ricardo Anaya no se sentiría con agallas para levantar el dedo acusador contra Morena, cuando se sabe que es un presunto evadido que tiene que responder por seis millones que recibió del erario público. En esa situación estaría Fecal como presunto cómplice de García Luna y desde luego Alejandro Moreno, Alito y la ex candidata opositora, por una presunta traición a la patria definida en sus andanzas en Estados Unidos durante la pasada campaña. Pero esas cosas ahí están, reposando.
LA LEY EN POLÍTICA RARA VEZ SE APLICA. A MENOS COMO CHIVOS EXPIATORIOS
Los priístas llevaron la situación legal de una manera muy sencilla. Simplemente no la aplicaron. A menos que quisieran cubrir un expediente peligroso, para lo cual utilizaban a los chivos expiatorios. Un funcionario era derrumbado, lo encarcelaban y el asunto acababa. En épocas más cercanas ni a los chivos los consideraban necesarios. El caso de la Casa Blanca donde se juntaba toda una serie de violaciones, simplemente se dejó de paso, la casa no se ocupó y todo se echó al olvido. Los crímenes, y saqueos ahí quedan inertes. En la oposición, las transas se copiaban. Se denuncia por ejemplo que el que se quedó con el PRD y lo entregó a la derecha, Jesús Zambrano, se quedó también con las últimas prerrogativas que tuvo ese partido antes de desaparecer a nivel nacional. Rosario Robles saltó de la presidencia de ese PRD para irse a contemporizar con Salinas de Gortari, ser empleada después de Enrique Peña Nieto, y meterse en un fraude de 5 mil millones de pesos. Actualmente ella está libre. Miguel Ángel Mancera parapetado de nuevo en el presupuesto, también tiene lo suyo. Los casos darían para un tomo gordo, pero solo se da probada para recordar que señalar a Yunes en este momento, es solo una pecata minuta de alguien que finalmente ha dado un buen servicio oportuno y puede cambiar en torno a la transformación encauzada.