Teléfono rojo
Reyes magos, oro, aroma, estrella, ¿Qué saben los niños?
Teresa Gil
Tantas cosas tan singulares que hay en nuestra mitología, que sorprende que la gente tenga que acudir a cuestiones lejanas, como es el hecho de adorar a unos reyes, cuya situación ni siquiera la propia biblia que los menciona, se especifica. Lo más serio es cuando a esas historias las atrapa la mercadería y todo lo que podría ser poético, bello, para los niños, se convierte en la vendimia alocada de juguetes de plástico, vehículos infantiles y un sin fin de cosas que mas bien parecen interesar a los adultos que a los niños. Los gobiernos de inmediato alertan al público sobre la entrada de ganancias que obtendrá con la venta de tanto juego, sin que se penetre en la realidad de fechas e historias y si los niños realmente saben quienes son esos tres señores que abandonan sus reinos, siguiendo a una estrella. Lo expertos en nuestra historia prehispánica, ¿No tendrán otros personajes que sean nuestros que la creatividad literaria los haga dignos de ser festejados?
REYES QUE PERMANECIERON OCULTOS HASTA EL SIGLO XIX
En España se suele decir que los llamados reyes magos aparecieron en escena pública a mediados del siglo XIX, más de 18 siglos de que fueron mencionados en la biblia. Se les empezó a tomar en cuenta en las iglesias partiendo de lo sostenido en el Evangelio según San Mateo capítulo 2, versículos 1 y 2, en los que se sostiene que tres individuos (vestidos al parecer con trajes árabes), recorrían largos trechos siguiendo el brillo de una estrella a la que se nombró como la estrella de Belem. Su intención era ir a conocer a un niño en Jerusalén, al que se catalogaba como futuro redentor. Dice la leyenda que cambiaban el camino, porque sospechaban que el rey Herodes andaba detrás del niño para destruirlo. Los mencionados quizá ya habían muerto cuando el llamado redentor murió en la cruz a los 33 años. Lo singular es el regalo que llevaban los tres reyes para entregar no al niño, sino a sus padres, oro, muy bueno para los gastos del nacimiento, incienso y mirra. Pero ¿para que se utilizaban estas dos últimas cosas?
LOS REYES LLEVABAN ORO Y TAMBIÉN PERFUMES Y ESENCIAS PARA HERIDAS
De España llegó a México el culto a los reyes, pero pudo repuntar también con la llegada de Inglaterra de los llamados pioneros que tenían diversas religiones, pero que partían también de la biblia. Los regalos que llevaban los reyes siempre se mencionan como en una especie de cantaleta, oro, incienso y mirra, pero solo que un niño pregunte que son el incienso y la mirra, sus padres consultarán el diccionario para saberlo. Es extraño el regalo aunque quizá en esas épocas eran importantes, porque tanto el incienso, como la mirra, son esencias aromáticas, sustancias resinosas; el incienso con aceites esenciales para generar un humo delicado y de buen olor. Muchos lo usan actualmente no solo por el bonito olor, sino porque perfuma y relaja. La mirra es algo más raro, es una sustancia resinosa aromática, que se deriva del árbol Comnphora Myrrha que produce esa sustancia de color amarillo. Previsores los reyes, sabían que esa resina puede ser útil en un parto y la llevaban, porque además de curar heridas, despide un rico perfume. Muy lejos todo eso del avorazamiento, sobre todo en el centro, de juguetes que a lo mejor solo huelen a plástico.