Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
¡CONFIRMADO, VIVIMOS
“NARCO-ELECCIONES”! (I)
¿Qué tiene que pasar para que los ciudadanos mexicanos entiendan que Morena es un #NarcoPartido, que sus gobiernos son #NarcoGobiernos y que López Obrador es un #NarcoPresidente?
¿Qué deben atestiguar los votantes mexicanos para entender que el 2 de junio del 2024 viviremos #LaMayorNarcoEleccionPresidencial, en donde el crimen organizado no sólo financia a los candidatos de Morena, sino que hará hasta lo imposible por imponer a Sheinbaum, como #NacoPresidentaClaudia?
¿Por qué razón, millones de mexicanos han preferido cerrar los ojos, desde 2017, sobre las abundantes evidencias de que Morena y López Obrador son un cártel criminal, antes que un partido y un político opositores?
Lo cierto es que sólo los ciudadanos ciegos, sordos y fanatizados no ven y/o no quieren ver esa realidad, a pesar de que por años han tenido las pruebas contundentes de que, por lo menos desde 2018, vivimos en medio de mortales #NarcoElecciones, tanto federales, como estatales y municipales.
Y, por ejemplo, la mejor prueba, es que antes de la presidencial de ese 2018, el número de políticos, candidatos y líderes asesinados por manos criminales fue mucho mayor que hoy, como lo veremos más adelante.
Y vale el tema porque en su colaboración de ayer, lunes 4 de marzo del 2024, en el diario El Universal, el periodista Héctor De Mauleón ofreció testimonios de fundadores de Morena, sobre #NarcoEleccionesEstatales –en el caso en Sinaloa–, y desvío de recursos públicos con fines político electorales.
Por eso, hoy iniciamos un seriado para documentar que la de 2018 fue la primera #NacoEleccionFederal, seguida de las locales del 2021, 2022 y la más escandalosa de todas, #LaMayorNacoEleccion, la del 2024.
Así documenté #LaPrimeraNarcoeleccionFedeal, en el Itinerario Político titulado; “¿Los narcos al poder?”, del 29 de junio de 2018, días antes del proceso electoral: “Pocos se han ocupado del tema. Muchos lo ignoran deliberadamente, mientras la mayoría de votantes son ajenos a la gravedad del problema.
“Nos referimos al escandaloso número de ciudadanos asesinados por motivos político-electorales –sean candidatos o militantes de distintos signos y partidos–, y al insólito número de candidatos que por temor, amenazas o presiones directas, dejaron la contienda.
“Según reportes del portal Letra Roja, entre septiembre de 2017 y julio de 2018 fueron asesinados 120 ciudadanos vinculados al proceso electoral. De ellos, 48 eran candidatos o precandidatos y los atentados ocurrieron en los Estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, México, Guanajuato y Puebla.
“Pero hay más: según el diario Excélsior en el proceso electoral “se bajaron” 5 mil 700 candidatos, en los Estados de Oaxaca, Michoacán y México. Sólo en Oaxaca el INE reportó la sustitución de mil 660 candidatos.
“Por eso, frente a las escalofriantes cifras, obliga preguntar: ¿Estamos ante una narco-elección? ¿Quién está detrás de los 120 asesinatos durante el proceso electoral? ¿Cuántos de los 48 candidatos que suplieron a los asesinados, fueron impuestos por el crimen organizado o el narcotráfico?
“¿Cuántos de los 5 mil 700 candidatos a puestos de elección que “se bajaron” de la contienda, lo hicieron por amenazas o presiones del crimen organizado? ¿Cuántos de los suplentes de esos 5 mil 700 que “se bajaron”, estarán al servicio del crimen?
“La participación del crimen organizado en política y en elecciones no es nueva. No, lo novedoso –y que resulta de escándalo–, es la intervención montonera del narcotráfico en los procesos electorales, en entidades como Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
“Nadie sabe cuál será el tamaño de las “narcobancadas”, el número de narcoalcaldes, de diputados federales y senadores y hasta gobernadores que estarán al servicio del crimen. Lo que sí sabemos es que, como nunca, la elaboración de leyes estará en manos de matarifes, narcos, sicarios, huachicoleros, tratantes de blancas y operadores del crimen.
“¿Y qué partido político será el campeón en prestar su franquicia para los criminales?. Se llama Morena. Al tiempo”. (FIN DE AL CITA)
Pero no se trató de un caso aislado. No, en realidad desde que Obrador llegó a la dirigencia del PRD, aquí documenté la forma en que el líder del partido “negroamarillo” vendió candidaturas a grupos criminles, a cambio de financiar sus proyetos políticos, a sus candidatos y, al final, a su partido Morena.
Por ejemplo, en el Itinerario Político del 17 de febrero de 2017, documenté que, según testimonios de militantes de Morena, las señoras Citlali Ibáñez, alias Yeidckol Polevnsky y Delfina Gómez, entre otras “recaudadoras” fueron enlace entre AMLO y grupos criminales como Guerreros Unidos –que operaban en Guerrero–, para financiar al partido Morena.
Sí, López impuso a José Luis Abarca como alcalde de Iguala, el mismo que ya convertido en edil, ordenó la masacre de Los 43 de Ayotzinapa.
Sí, la de 2018 fue la primera #NarcoEleccionPresidencial que convirtió a AMLO en #NarcoPresidenteObrador.
¿Y por qué razón 30 millones de votantes –ciegos y sordos–, ignoraron esa tragedia y creyeron en un espejismo?
Al tiempo.