Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
¡LO CUMPLIÓ: AMLO ES
IGUAL QUE MUSSOLINI!
Siempre soñó que pasaría a la historia como Benito Juárez.
Sin embargo, hoy la terca realidad dice que López Obrador terminará convertido en remedo de Benito Mussolini, el padre del fascismo.
Sí, a pocos meses de concluir el mandato de López, muchos críticos que se negaban a llamarlo fascista, hoy reconocen que Obrador es un presidente no sólo con graves pulsiones fascistas, sino que abiertamente sigue los pasos del otro Benito, Mussolini.
Y es que López no sólo persigue a sus opositores; no solo los lleva presos con groseras farsas leguleyas, sino que lanza todo el peso del Estado contra críticos y periodistas, muchos de ellos incluso muertos.
Por ejemplo, son casi 80 los periodistas que han perdido la vida en lo que va del sexenio de Obrador, pero no existe una sola investigación abierta y en curso para aclarar tales crímenes.
Pero también de manera poco o nada clara –igual que ocurría durante el fascismo italiano–, en el México de López, de tanto en tanto aparecen sin vida críticos y adversarios, cuyas muertes a nadie le importa aclarar.
Además, claro, de haber militarizado al país al extremo de llevar a México a uno de los primeros lugares de apoyo militar en el mundo; una militarización que contrasta con el crecimiento escandaloso de la violencia criminal en todo el país.
Y es que hoy, en el México de Obrador, se han cometido 180 mil muertes violentas, la mayor cifra en la historia, una de las mayores en tiempos de paz en todo el mundo; violencia fuera de control mientras que marinos y militares se dedican a administrar empresas del Estado.
Además de los 120 mil desaparecidos en todo el territorio nacional, lo que ya obligó a organismos internacionales a llamar la atención al gobierno de López, que parece empeñado en desaparecer a los desaparecidos, mientras que madres y padres buscadores son asesinados sin que nadie sea castigado.
Todo ello sin contar con otro primer lugar mundial que alcanza México durante el gobierno de AMLO; el número uno del Índice Global de Crimen Organizado, lo que confirma que el mexicano Obrador es uno de los líderes mundiales que mantiene la mayor alianza con los cárteles del crimen.
Claro, además del despotismo que lleva a López a declarar que su investidura y su palabra están por encima de la Ley, de la Constitución y de la división de poderes, lo que significa que Obrador está a punto de proclamarse “rey de los mexicanos”.
Y el mejor ejemplo del peligroso avance del autoritarismo en México lo reveló un estudio que coloca a nuestro país como la nación del mundo con más apoyo a la autocracia, junto con Corea del Norte, Kenia y la India, lo que confirma que vivimos el fin de la democracia y la instauración de una tiranía.
Y es que igual que Mussolini, Obrador no sólo militarizó al país, sino que formó su ejército de “camisas negras”, motejados como “Servidores de la Nación”, verdaderos fanáticos a sueldo que lo mismo condicionan los apoyos sociales, que compran votos para el partido oficial.
Igual que Mussolini, López Obrador combate a diario al Poder Judicial y al Máximo Tribunal Constitucional, en un afán por someter a jueces, magistrados y ministros para conseguir, de esa manera, el poder absoluto, sin contrapesos, sin críticos y sin opositores.
Y también igual que Mussolini, López declaró enemigos número uno de su gobierno a los periodistas, a los intelectuales y a los medios independientes que sólo ejercen una libertad constitucional fundamental; la libertad de expresión, que es uno de los pilares de la democracia.
Y el caso emblema del autoritarismo y la tiranía al mejor estilo del fascismo italiano lo vimos el pasado martes 27 de febrero del 2024, en la ridícula persecución de Estado lanzada contra Carlos Loret de Mola, quien fue llevado ante un juez para comparecer por difundir un video, de Pío López Obrador, en donde el hermano del dictador de Palacio recibe sobornos a nombre del hoy presidente, en sobres amarillos.
Y si, como dijo el propio Loret de Mola, “parece el mundo al revés”.
Lo cierto, sin embargo es que, a seis meses del fin del sexenio, López Obrador se parece cada día más al padre del fascismo, a su admirado Benito Mussolini.
Al tiempo.
EN EL CAMINO.
Por causas de fuerza mayor, el Itinerario Político estará de vuelta el próximo martes 5 de marzo.