
Nada es insuficiente
¡“NARCO-GOBIERNOS”
VAN CONTRA TRUMP!
No sólo resulta de risa loca, sino que confirma que, tanto en Palacio como en Palenque, parecen no haber entendido nada sobre el origen de la disputa con Donald Trump.
¿Y por qué parece que no han entendido nada?
Porque el presidente estadounidense acusó de manera pública que en México existe una “alianza intolerable” entre los cárteles criminales y los tres órdenes de gobierno
Y es de risa loca porque la organización, financiamiento y acarreo para la magna concentración en el Zócalo capitalino –para repudiar los aranceles de Trump–, fue encomendada, nada más y nada menos que a los “narco-gobiernos” estatales y municipales de Morena en todo el país
En pocas palabras, resulta que la respuesta mexicana a los aranceles impuestos por Trump no será un acto de Estado, tampoco una movilización ciudadana sin vínculos partidistas, sino una convocatoria de lo peor de los “narco-gobiernos”; las mismas mafias que, de manera pública y reiterada señala el presidente norteamericano.
Y por eso las preguntas.
¿De quién fue la descocada ocurrencia de responderle, al populista Donald Trump, con el no menos populista Zócalo lleno de acarreados por los “narco-gobiernos” de Morena?
¿A quién se le ocurrió la “brillante idea” de recabar firmas de apoyo y respaldo –a la presidenta Claudia Sheinbaum–, en las que aparecen todos los “narco-gobernadores” de Morena?
¿De dónde salió la torpeza de convocar de manera pública a probadas “narco-gobernadoras”, como la mexiquense Delfina Gómez, quien se comprometió a movilizar un contingente de más de cien mil acarreados?
Lo cierto es que cualquiera que haya sido el autor intelectual del ridículo acarreo populista contra Trump, parece no entender que el presidente norteamericano no retrocederá con baratijas políticas, como un Zócalo lleno de acarreados por los mismos “narco-gobiernos”, señalados desde EE. UU.
Y la mejor prueba de que Trump “no se chupa el dedo” y de que no va a retroceder fácilmente, es que el pasado martes, en su primera participación frente al Congreso norteamericano, cuestionó severamente que el gobierno de Claudia Sheinbaum intentó “venderle espejitos” al gobierno norteamericano, con la entrega de 29 cabecillas criminales.
Y es que era de párvulos suponer que el gobierno de EE. UU. no repararía en la burla que significa enviar un puñado de ancianos exjefes criminales, cuando los verdaderos jefes del narcotráfico y del crimen organizado están en los centros de poder del Partido Morena; son gobernadores, alcaldes, legisladores y muy pronto serán jueces.
Por eso, en tono burlón, el señor Trump dijo que la expulsión de los 29 ancianos del crimen se llevó a cabo porque “nos quieren tener contentos, pero necesitamos que México y Canadá hagan más”. (FIN DE LA CITA)
Y curiosamente –como ya se dijo–, frente al reclamo del norteamericano, en Palacio y en Palenque responderán con un grosero acarreo organizado por todos los “narco-gobiernos” de Morena.
Pero también es cierto que, del reclamo de Trump se desprende una nueva interrogante: ¿A qué se refiere el mandatario norteamericano cuando exige a México y Canadá “hacer más”?
¿Acaso está exigiendo a la presidenta entregar la cabeza del expresidente mexicano, López Obrador?
¿Acaso quiere las cabezas de todos los “narco-gobiernos” estatales y municipales de Morena, que estarán en el Zócalo el domingo próximo?
¿Acaso quiere que, de raíz, se ponga fin a la estulticia mayor llamada “abrazos y no balazos”, que impuso López Obrador como política pública contra la violencia?
¿Acaso quiere que se ponga fin de la descabellada “reforma judicial” que, en los hechos, abrirá el camino a los “narco-jueces”, “narco-magistrados” y “narco-ministros”?
Por lo pronto, es probable que hoy mismo se lleve a cabo una nueva llamada telefónica entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y el mandatario norteamericano, Donald Trump, para intentar un acuerdo entre las partes y que permita poner fin no sólo a la locura arancelaria, sino a la inocultable “narcopolítica” en México.
Al tiempo.