Visión financiera
¡CRIMINALES MASACRAN
A POLICÍAS INDEFENSOS!
La imagen le dio la vuelta al mudo y, en no pocos lugares, fue tendencia en redes.
Pero recorrió el mundo entero y alcanzó tendencia por lo ridículo y vergonzoso de su mensaje.
Y es que el pasado 14 de enero del 2025, policías municipales de Celestún, en Yucatán, persiguieron a dos presuntos ladrones, no con pistolas o con armas de alto poder sino… con resorteras.
Sí, por absurdo que parezca y por ridículo que se antoje, esa es la imagen real que conoció el mundo sobre el decimonónico equipamiento y la penosa preparación de los policías mexicanos.
Por eso y luego de conocer esa realidad, se entienden las razones que han llevado a nuestro país a ser uno de los más peligrosos no solo para los ciudadanos de a pie y para los periodistas, sino para los propios policías.
Y es que desde 2018 a la fecha –al 29 de enero del 2025–, han perdido la vida poco más de 2 mil 953 policías municipales, estatales y federales en todo el país.
¿Y eso que significa? Poca cosa, que se trata de otra de las caras del terror que se vive en México, en los tiempos de la mal llama 4T.
Y si lo dudan vale recordar que, según cifran de la ONG Causa en Común, del 1 de enero de 2018 al 29 de enero del 2025 –en un lapso de 2 mil 585 días–, se ha reportado la muerte de por lo menos 2 mil 953 policías en todo el país.
En pocas palabras, resulta que, en promedio, México registra la muerte de un policía cada día, lo que convierte a nuestro país en el campeón mundial en la muerte de servidores públicos dedicados a la seguridad.
Pero más allá de la atrocidad que significa tal cifra, se confirma que en México los policías están a merced de las bandas criminales, no sólo por el explosivo crecimiento de las mafias, sino por la deficiente capacitación de los uniformados –sean policías, militares o marinos–, por lo ridículo de su armamento y, sobre todo, porque se enfrentan a poderosos enemigos sociales que poseen algunas de las más sofisticadas armas del orbe.
Por ejemplo, apenas el pasado lunes 27 de enero del 2025, sicarios del crimen organizado repelieron a uniformas con drones explosivos.
Resulta que criminales armados con fusiles de asalto, lanzaron drones con explosivos contra vehículos y helicópteros de la Guardia Nacional, en la localidad de Las Tinajas, en Apatzingán, Michoacán.
En otros casos, también en Michoacán, Guerrero, Chiapas, Tabasco y Sinaloa, entre otras entidades del país, los grupos criminales han sembrado los caminos y veredas de pueblos enteros, con minas personales, que han matado a decenas de inocentes.
Pero el ridículo es mayúsculo en los puertos de Lázaro Cárdenas, Guaymas y Salina Cruz, en donde la Secretaría de Marina (SEMAR) debió contratar seguridad privada, frente a su incapacidad para contener al crimen. Sí, el mundo al revés.
Y es que precisamente se le entregó a la Marina el control de puertos y aduanas, para contener la influencia criminal en esas instituciones estratégicas.
Pero vamos a los números. Según Causa en Común, los años 2018 y 2020 resultaron los más letales para los policías mexicanos.
Y es que, por ejemplo, en 2018 se reportó el crimen de 452 policías; en 2019 fueron 446 los policías ultimados; en 2020 la cifra se disparó a 524 vidas de policías perdidas, mientras que en 2021 el número cayó a 401, en tanto que en 2022 fueron 403, frente a 412 de 2023 y 320 del 2024.
A su vez, del 1 de enero al 29 del mismo mes, del 2025, eran poco más de 30 los policías muertos en lo que va del gobierno de “la señora presidenta”. Es decir, se mantiene la cifra macabra de un policía muerto, en promedio, cada día en México.
Pero el problema de los “mata-policías” ya también empieza a cruzar las fronteras mexicanas, ya que los grupos criminales de nuestro país no solo atacan a policías mexicanos, sino que se enfrentaron contra uniformados norteamericanos.
Por ejemplo, el pasado martes 28 de enero del 2025, un grupo de sicarios dispararon desde el lado mexicano del Río Bravo, contra elementos de la Patrulla Fronteriza, situación que tensó aún más la deteriorada relación bilateral entre los gobiernos de México y de Estados Unidos.
Y ahora las preguntas. ¿Quién será capaz, en el Estado mexicano, de ponerle un alto a la masacre de mexicanos que desempeñan el trabajo de policías, pero que van a la guerra sin fusil?
Y es que la irresponsabilidad de los gobiernos de AMLO y de “la presidenta”, no sólo ha provocado más de 210 mil muertes violentas, no solo ha provocado más de 160 mil desaparecidos, miles de feminicidios y decenas de periodistas muertos, sino casi 3 mil policías asesinados.
¿Hasta cuándo?
Al tiempo.