Los magos y la gasolina
¿EL PÁNICO A LA REALIDAD?
RICARDO ALEMÁN
La “nota” vino de allende las fronteras.
Es decir, la noticia salió de uno de los más influyentes diarios del mundo; el reputado y profesional The New York Times.
Si, se trata de un reportaje que revela lo que todos conocen en México y, sobre todo, lo que viven a diario los ciudadanos de Sinaloa.
En pocas palabras, el reputado diario norteamericano y sus reconocidos y profesionales reporteros, se aventuraron a los bajos mundos de Sinaloa para documentar lo cotidiano que viven quienes, en su casa, fabrican una de las drogas más adictivas, el muy conocido fentanilo.
Pero resulta que el reportaje indignó a la presidenta mexicana –a la señora Claudia–, cuyo trabajo periodístico fue descalificado de manera pública sin más explicación que un grosero “no es creíble” una de sus “mañaneras” de fin de año.
Peor aún, “la presidenta” lanzó todo el peso del Estado mexicano contra un impecable trabajo periodístico elaborado por uno de los medios más reconocidos en el mundo, al extremo de decir que se trató de un montaje.
Sin embargo, lo simpático del tema es que la terca realidad rebasa las fantasías de “la señora presidenta”, al extremo de que la exhibió como la gobernante más ridícula del mundo.
Y es que el mundo entero soltó la carcajada al escuchar la ridícula justificación de Claudia Sheinbaum, al salir en defensa de sus aliados políticos, los narcos del Cártel de Sinaloa.
Sí, porque igual que su patrón, de nombre López Obrador, la señora Claudia es aliada de uno de los cárteles criminales más poderosos del mundo, el Cártel de Sinaloa.
Y por eso las preguntas obligadas.
¿Por qué “la presidenta mexicana” –la señora Claudia–, no solo le tiene miedo, sino pavor a la realidad del imperio que han impuesto en México las mafias criminales como el Cártel de Sinaloa?
¿Por qué los gobiernos de AMLO y de Claudia no han combaten a cárteles como los de Sinaloa?
¿Por qué la defensa de las instituciones del Estado a esas mafias criminales?
¿Por qué descalificar a uno de los diarios más reputados del mundo, frente a la realidad de que nuestro país es uno de los mayores productores de fentanilo en el mundo?
Y, la pregunta clave: ¿Quién asesora a la señora presidenta en materia de medios?
Y es que, lo simpático del tema, es que todos en México conocen –todos conocemos–, la respuesta a esas preguntas.
¿Y porque sabemos la respuesta?
Porque el partido oficial, Morena, es un “narco-partido” y porque todos los gobiernos surgidos de ese partido son “narco-gobiernos”.
Por eso, nunca en la historia reciente, un presidente mexicano había mostrado tal pánico a la realidad.
El pánico a los resultados de sus tonterías, desaciertos y/o estulticias en el ejercicio del poder.
El pánico a lo que digan no solo los mexicanos, sino los gobiernos de allende las fronteras.
Pánico a que México, los mexicanos y el mundo entero le llamen “estulto” al presidente en turno y/o a la “señora presidenta”.
Y es que al negar lo evidente; al tratar de desmentir a uno de los diarios más serios y profesionales, como The New York Times, la presidenta mexicana no solo hace el ridículo frente a México y el mundo, sino que confirma su talente dictatorial y autoritario.
Es decir, le dice al mundo que la realidad no es lo que todos vivimos, sino lo que imagina “la señora presidenta”.
Y sí, esa estulticia tiene un nombre en el mundo; se llama dictadura.
¿Lo dudan?
Al tiempo.