Abatir la impunidad, la madre de todas las batallas
Morelia, 26 de diciembre, 2016.-Ha habido una serie de señalamientos en materia de derechos humanos. Desde el inició de la llamada guerra contra el narcotráfico que emprendió el entonces presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006, a noviembre de este año, se han acumulado en Michoacán 3 mil 287 quejas en contra de las fuerzas federales, por detención, cateos y visitas domiciliarias ilegales; así como por el empleo arbitrario de la fuerza pública, abuso de autoridad y tortura, según datos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
En la administración de Calderón se acumularon 2 mil 578 quejas, mientras que en la administración de Enrique Peña Nieto suman 709. Esto significa que en materia de derechos humanos hay mucho por hacer, ha habido múltiples casos de violación a los derechos fundamentales.
Los casos más significativos fueron sin duda Apatzingán y Tanhuato en 2015. En el primero, fuentes policiales aseguraron que algunas de las victimas trabajaban para el grupo criminal Los Viagras, y los relacionados con Tanhuato eran integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
A partir de esas fechas surgieron voces en el sentido de que debe aplicarse la ley a los mandos y a quienes ejecutaron la orden en el caso de Apatzingán, ocurrido el 6 de enero de 2015, en el que murieron 10 personas y 21 más resultaron lesionadas, manifestó el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Víctor Serrato Lozano. “Nos sumamos a la Comisión Nacional de Derechos (CNDH) para hacer el acompañamiento en las averiguaciones previas que definirán las responsabilidades de los funcionarios que cometieron abusos hace casi dos año”.
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