Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
PATRICIA: Una cosa sí me queda clara a ocho días del gasolinazo: Ni el vandalismo orquestado desde adentro, ni la “institucionalización” de la protesta podrán contener el legítimo enojo social en contra de la arbitraria medida ni sus repercusiones electorales.
La protesta virtualmente se desinfla (aunque el origen no se olvida), por el pánico provocado con los saqueos, el pillaje y el vandalismo de los infiltrados, y porque ha sido institucionalizada a través de los medios convencionales, los partidos (PAN y PRD) que demandan clientelarmente se dé marcha atrás y por algunos gobernadores como –no, bueno- MANUEL VELASCO COELLO, quien expresó su descontento por el aumento, pero horas después decidió despedir a cerca de 6 mil burócratas, a muchos de ellos con muchos años de antigüedad, sin liquidación.
EL ENOJO es evidente. Y, aguas, podría ser mayor con otras medidas que se tomaran en el futuro, que podrían obligar al gobierno a endurecer la represión. Insisto, el futuro político está escrito y no quisiera ni siquiera pensar qué podría tramar el gobierno para mantenerse en el poder después de las elecciones de 2018.
La protesta ya se “institucionalizó”, pero deja el mensaje que la sociedad no aguanta más y a través de las manifestaciones, como la del sábado en 17 estados y la de mañana lunes en la Ciudad de México, expresa la advertencia de que la próxima vez se levantará con mayor agresividad, o el gobierno y sus partidos se la verán con ella cuando menos en las elecciones de 2018.
Hemos entrado en una profunda crisis política, donde el gobierno da la espalda a la ciudadanía y se muestra -inexplicablemente- obligado a sostener contra todo los aumentos a los combustibles, culpando a la situación internacional, Por otra parte, los medios convencionales perdieron la poca credibilidad que tenían al criminalizar el enojo social, prestándose a privilegiar los desmanes orquestados desde adentro; otra, que la sociedad ha despertado. Desorganizada, sí, pero unida frente a un régimen autista.
Los medios minimizaron las manifestaciones legítimas y destacaron los actos vandálicos a sabiendas que fueron promovidos por agentes infiltrados (Grupos organizados de saqueadores estuvieron llegando a las tiendas de servicio como Elektra, Wal Mart, Oxxo y otras a bordo de rutas de transporte colectivo, en grupos de 40 individuos encapuchados para sembrar el caos). Los partidos políticos, haciendo a un lado su complicidad con el gobierno en lo del aumento, tratan ahora de ponerse el disfraz de salvadores. Por ejemplo, el PRD va a difundir spots en contra del gasolinazo.
MIENTRAS TANTO, organizaciones gremiales como la CNTE volverán a la carga montándose en la protesta.
El malestar de la ciudadanía tiene muchas manifestaciones. Este fin de semana una multitud incendió en Copainalá, Chiapas, el palacio municipal y la casa de la alcaldesa ANA ISABEL BONIFAZ. No se olvida los motines reales que se produjeron en la costa chiapaneca, donde la gente airada incendió el inmueble del Instituto Nacional de Migración y varias patrullas policíacas.
El Presidente PEÑA NIETO preguntó al pueblo qué haría en su lugar. Las respuestas no se han dejado esperar, algunas, por cierto, bastante razonables: Reducir el número de legisladores en los congresos federal y estatales, eliminando diputaciones y senadurías plurinominales. QUITAR el subsidio a los partidos políticos. ELIMINAR BONOS a funcionarios. ELIMINAR EL AGUINALDO A LOS SERVIDORES PÚBLICOS. SUPRIMIR viáticos, compra de vehículos y otras “prestaciones” a empleados públicos que sangran al erario. El que las quiera, que se las pague.
COMO SI IGNORARA qué pasa en su pueblo, el gobernador –sin brújula- de Chiapas despide, como regalo de reyes, a 6 mil empleados del gobierno, sin liquidación; quita la tenencia, pero acuerda nuevo emplacamiento de vehículos.
En los días pasados vimos –y sufrimos- el vandalismo, su propósito fue reventar la legítima protesta. Es una vieja práctica que sigue siendo efectiva. La cuestión es que sabemos de dónde vino. La nota fue el caos y pánico. El desorden organizado surtió efecto. La teoría y la práctica se conjugaron en los eventos que afrontamos con motivo del “gasolinazo”. Los manuales de inteligencia aconsejan: Crear pánico con el problema que ellos crearon; la población condenará las manifestaciones y violencia y exigirá la intervención del Estado; el tema (en este caso del aumento de precios de las gasolinas) ya no será la prioridad, el tema de los medios será la violencia y el saqueo; al final, la sociedad abrigará un sentimiento de incertidumbre, miedo, desesperanza y hartazgo.
Efectivamente, en las redes se publicaron eventos reales, pero también falsedades para descalificar las manifestaciones. En algunas ciudades como Monterrey, Tapachula y Rosarito (Baja California) la violencia fue evidente, pero en Colima los gasolineros ofrecieron bajar 50 centavos al precio del litro de gasolina para evitar toma de estaciones y posibles atentados, y en Camargo (Chihuahua) unos mil manifestantes que bloquearon la autopista, se arrodillaron levantando los brazos mostrando que no iban armados y cantaron el Himno Nacional, cuando la policía federal llegó a retirarlos.
CON RELACIÓN a los cambios en el Gabinete, donde VIDEGARAY entró por CLAUDIA RUIZ MASSIEU, traerá problemas en la familia revolucionaria. VIDEGARAY es primo hermano y candidato del Presidente, en tanto que CLAUDIA es sobrina directa de CARLOS SALINAS DE GORTARI.
El nombrar a VIDEGARAY como secretario de Relaciones Exteriores por su presunta cercanía con el yerno de TRUMP, ha sido desafortunada, porque él –el yerno- no va a resolver los problemas bilaterales. Qué simplista. Desafortunada fue, también, la confesión de VIDEGARAY ante el cuerpo de expertos de la cancillería: “No soy diplomático, vengo a aprender”, dijo.
Simplista es basar nuestra política exterior solo en los Estados Unidos, como si fuera el único país con el que tenemos relaciones. No omito que es con el que tenemos mayor intercambio comercial y que es vecino, pero ¿dónde dejamos a las demás naciones? ¿Dónde quedó aquella proverbial política exterior que dio a México respeto mundial?