El agua, un derecho del pueblo
Epistolario
¿De quién es la culpa?
Por Armando Rojas Arévalo
ANDREA: Este domingo veremos cómo cuatro candidatos tratarán de hacer pedazos al otro, para conjurar el “peligro” de que llegue a la Presidencia de la República. Empieza “El Bronco” y cierra MEADE, con los otros en medio. Será una especie de coliseo, donde antes de pretender masacrarlo lo humillarán y lo harán objeto de penas ajenas, pasando por alto el error que han cometido desde hace mucho: Mientras más lo atacan y victimizan, más lo ayudan. El “Subcomandante Galeano” (EZLN), dijo ayer “la hidra capitalista está enloquecida” y no permitirá el triunfo del mesías. Empero, ya son cuarto para las doce.
El “debate” de este domingo será un espectáculo mediático que nos remontará al circo romano. Más que el interés por escuchar propuestas, el morbo moverá a la audiencia.
Cuando el PRI retomó el poder en 2012, fue porque millones de mexicanos votaron por él y le dieron su confianza, creyendo que su “refundación”, que duró los dos sexenios panistas, había sido una especie de catarsis para enmendar los errores del pasado. Los votantes creyeron que esa refundación había sido en serio, para enderezar el barco que dejaron casi a la deriva FOX y CALDERÓN y llevarlo a puerto con las velas inhiestas.
La confianza fue traicionada. Fue ofendida. El país fue depredado por una voraz generación de servidores públicos que se burló del pueblo. La corrupción y la impunidad se dispararon. La violencia creció. La inseguridad nos arrebató el sosiego. La sociedad fue polarizada al grado tal que el rencor, el repudio, el hartazgo y las ganas de venganza son ahora los ingredientes que alientan las campañas.
El “mesías tropical” surgió y no fue por una casualidad. No se quejen. Es producto de toda esa descomposición que nos sumió en el enojo e hizo de México un patético dibujo que TRUMP, por ejemplo, usa para justificar su muro y sus ofensas.
UNA VOZ PRIISTA reconoce honesta, pero tardíamente. ENRIQUE JACKSON, vicecoordinador del PRI en la Cámara de Diputados, reconoció que la campaña presidencial de su partido ya está pagando los costos de los casos de corrupción que se han revelado por parte de sus ex gobernadores y funcionarios. “Ya nos ha afectado por muchos meses, yo diría que hasta años en algunos casos, los escándalos de quienes han incurrido en casos de corrupción y todos los señalamientos que hay”. Si se hubieran dado cuenta de ello a tiempo, y hubieran castigado esos excesos, AMLO no sería problema.
El diario SinEmbargo publica hoy: “La decisión es comprensible dada la fuerte impopularidad del partido gobernante. En una encuesta entre mil 200 votantes publicada el miércoles por el diario Reforma, el 59 por ciento dijo que la máxima prioridad en las elecciones es sacar del poder al PRI”. Meade “está haciendo lo mejor que puede. Lo que pasa es que le tocó una misión imposible, porque el rechazo al PRI ya es brutal, es enorme”, dijo JOSÉ ANTONIO CRESPO, analista político en el Centro de Investigación y Docencia Económicas.
“Tiene buenas credenciales, ha sido un buen funcionario, tiene una imagen más o menos amable”, pero “Está cargando con el peso de su partido”, añadió CRESPO. En otras palabras: Ni aunque lo vistan de ángel.
MUCHOS ESTÁN APANICADOS. Con razón. Los que están podrían perder sus privilegios. No creo que los manden a la cárcel, pero recuperar las posiciones que perderían les llevaría años. Toda una generación de políticos –muchos de ellos, hay que reconocer, talentosos y honestos- se perdió en los pantanales de la corrupción.
La gente está cansada del PRI y de sus corruptelas en el gobierno. La gente va a votar por cualquiera que no sea del PRI, y en ello el PRI cargará culpas. Debió haber asumido su responsabilidad histórica cuando regresó al poder, pero desaprovechó la oportunidad. En el primer caso de corrupción que se descubrió en la era PEÑA NIETO, éste debió haber sido contundente en la rectificación del camino. Pero no. Ensoberbecidos, solapados por la impunidad, los depredadores continuaron en su tarea de enriquecerse en el menor tiempo posible.
Enumerar los ilícitos sería prolijo. Todo el mundo los conoce.
No dudo que MEADE puede ser el más honesto como dicen, pero por omisión o por miopía obligada, digamos, se hizo cómplice de todas las estafas que cometió el gobierno, cuando le tocó ser secretario de Hacienda y Sedesol. MARGARITA, obvio, gobernaría con FELIPE, su esposo; “El Bronco”, tramposo, pésimo actor que la hace hasta de limpiabotas para conseguir simpatías; ANAYA, joven ambicioso de poder, acusado de traidor hasta por los padrinos que lo llevaron a la presidencia del PAN, y AMLO, soberbio e intolerante. ¿Quién?
A LÓPEZ OBRADOR lo hicieron los depredadores, y siguen ayudándole con la diatriba. Si hubieran actuado con honestidad y transparencia, nada de esto estaría ocurriendo. Los creadores de este “frankenstein” que los tiene enloquecidos, fueron ellos. De qué se quejan ahora. Hoy quieren aniquilarlo, pero ya no pueden pararlo. Como dijera DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS al referirse a un posible retiro de la contienda por parte de ANAYA: “Sólo muerto”.
AMLO es producto de las circunstancias.
¡Y SIGUEN! El dirigente nacional del PRI, ENRIQUE OCHOA REZA, nombró a ERNESTO ENRIQUEZ RUBIO como secretario de Gestión Social del CEN del partido. Este hombre hizo su trayectoria en el tricolor al amparo del profesor CARLOS HANK GONZÁLEZ, a quien, presuntamente, sirvió como prestanombres para gestionar empresas agrícolas en Costa Rica, país en el que -1997- fue implicado en delitos de lavado de dinero y narcotráfico, en el marco de una investigación del Congreso tico por supuestamente haber financiado la campaña de MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ, candidato presidencial del Partido Unidad Social Cristiano (PUSC). Años después en México, cuando encabezó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), el ahora dirigente priista fue implicado en el tráfico de precursores químicos operado por Zhenli Ye Gon, de acuerdo con la nota publicada por el periódico Reforma.