Abanico
México, tinto en sangre
Por Armando Rojas Arévalo
ADRIANA: Si la Unión Europea se dice preocupada que en México los tentáculos del crimen organizado se apoderan del país y la violencia crece de manera alarmante, ¿cómo hemos de estar los mexicanos que la padecemos cotidianamente frente al valemadrismo del gobierno que sólo usa al Ejército, la Guardia Nacional y las policías a última hora cuando ya estallaron los bloqueos, la quema vehículos y la delincuencia se da el lujo de imponer condiciones, siguen los secuestros y las desapariciones? “Es politiquería”, dice el dueño del atril de las mañaneras.
Los cárteles y las mafias criminales se están adueñando del país. Increíble, en Uruapan han cerrado tortillerías, por el cobro de piso.
En Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Chiapas, Veracruz y las autopistas y carreteras que comunican distintas partes del país, la violencia en bloqueos, quema de vehículos y balazos indiscriminadamente son hechos que se dan todos los días.
Por cierto, esta mañana, en un espectacular operativo de Guardia Nacional y elementos de la Marina se intentó detener a URIEL CARMONA, fiscal de Morelos, adversario de la Federación y enemigo de CUAUHTÉMOC BLANCO. Curiosamente, ayer empezaron obras de albañilería con motoconformadoras y toda la cosa en la casa que el gobierno le aseguró a BELTRÁN LEYVA, en la colonia Amatitlán de Cuernavaca. ¿Cuándo se vendió si estaba asegurada? ¿Quién pompó? URIEL se encerró en su casa para no ser detenido, pero el operativo esperando a que salga para detenerlo lleva varias horas, con la consiguiente molestia e incomodidad para transeúntes y tránsito de vehículos sobre la avenida Cuauhtémoc.
La Unión Europea señala en un comentario reciente, que: «El espacio de la sociedad civil mexicana sigue siendo dinámico, aunque a veces se enfrenta a la hostilidad por sus críticas al gobierno (…)México sigue siendo el lugar más peligroso del mundo para ejercer la profesión de periodista. Los defensores de los derechos humanos y los activistas medioambientales sufren ataques y amenazas con regularidad».
Son varios los factores que contribuyen a este estado, dice. Uno de ellos tiene que ver con el aumento de la presencia de la delincuencia organizada, conviviendo o infiltrándose en las instituciones a nivel municipal y estatal. Otro es la debilidad de los sistemas de justicia y la falta de aplicación de la ley, elementos esenciales para preservar los altos niveles de impunidad.
El reporte sostiene que la enmienda constitucional que amplía el papel de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública hasta 2028, significa que se retrasará aún más el regreso a un modelo civil de seguridad. «En tanto que la transparencia y la rendición de cuentas siguen siendo una preocupación en el contexto del informe gubernamental de agosto sobre el caso Ayotzinapa, que reveló la participación de militares en la perpetración de crímenes, algunos de ellos están bajo arresto».
El bloqueo y quema de vehículos en Huizilac, sobre la carretera federal México-Cuernavaca hace unos días por parte de talamontes de esta población que están acabando con los bosques de la reserva forestal, es inaudito.
Los talamontes se enfurecieron porque les fueron clausurados varios aserraderos clandestinos en Huitzilac y bloquearon la carretera, imponiendo como condición para liberar la vía que salieran de la cárcel varios de sus compinches. ¡Y los delincuentes salieron!
Los talamontes han formado varios cárteles que tienen asolada una vasta zona de Morelos. Asaltan, secuestran y hasta asesinan. No hay autoridad que les marque el alto y acabe con los delitos.
Antes era una delicia ir a pasar el domingo con la familia a las Lagunas de Zempoala, para acampar, comer y pasar un día agradable. Hoy ni soñarlo. Sujetos armados se han adueñado de la carretera que conduce a las lagunas y comunica también Morelos con el Estado de México, y ya no se puede transitar por ella, ni –como dice el refrán- “para ir a bailar a Chalma”, centro de peregrinaciones católicas que van a rendir culto al Cristo milagroso que ahí se venera, muy cerca de las Lagunas de Zempoala.
Los bloqueos de los talamontes llegaron hasta Topilejo (Tlalpan). Cinco horas después fue desalojada la vía con uno o dos detenidos, que luego fueron liberados por exigencia de los delincuentes.
Hace dos días, un grupo de sujetos armados quemó también vehículos en la carretera Acapulco-Zihuatanejo, en represalia por la detención de un hombre y por el cateo de una casa. Primero se registró un bloqueo, el cual se intensificó con la quema de las unidades. ¡El colmo!
Lo que ocurre en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, por parte de una banda denominada “Los motonetos”, creada hace algunos años con el beneplácito de las autoridades municipales para controlar a comerciantes y disidentes, es una desgracia propiciada por la omisión del ayuntamiento y el gobierno del Estado.
La banda criminal de Los motonetos y los grupos paramilitares que asuelan la zona altos de Chiapas, están acabando con la industria del turismo que es vital para la economía del Estado.
San Cristóbal como Cuernavaca, Acapulco, Zihuatanejo, Playa del Carmen y Puerto Vallarta, entre otros, están colapsando por la violencia y la presencia de bandas criminales que secuestran, cobran derecho de piso y matan a quienes se niegan a sus pretensiones.
MIENTRAS, EN Palacio Nacional se responsabiliza de todo a los que el presidente llama “conservadores” y “ultraderecha”.
PERAS, MANZANAS O perones, los transportistas de todo el país ya se aprestan a formar grupos de auto defensas, para parar tanta violencia en contra del servicio de carga y pasajeros. ¿Eso quiere el gobierno? ¿Qué la sociedad tome justicia por propia mano?