Desde Los Altos/Fredy López Arévalo

Al encuentro de los Guaymí

Conocí a los indios Guaymí, en Panamá, cuando éstos aún se limaban los dientes.Sería a principios de 1992, cuando fui contratado por la revista ‘Panorama internacional’ para hacerme cargo de su corresponsalía en Panamá. 

Decidí hacer el trayecto en bus desde San José, Costa Rica, para internarme con los indios Guaymí, en la provincia de Chiriquí, en la región conocida como Boca del Monte.

En Costa Rica había escuchado de minas abandonadas en la región y también algo leí de la oposición de los indios Guaymí.En ese entonces, Costa Rica solo reconocía a una minoría Bibri, en su frontera con Nicaragua. Su constitución no reconocía a otros grupos étnicos, que como los Guaymí, habitaban dispersos en su frontera con Panamá.

Y hacia allá me fui, en compañía de una fotógrafa inglesa que años más tarde sería corresponsal de REUTERS en Guatemala.

Los Guymí habitaban dispersos en las montañas de Chiriqui, ahora denominada como la Comarca Ngäbe-Buglé.Fue un duro trayecto desde San José, Costa Rica, a lo Ciudad de David, en Panamá, y luego por caminos de terracería  y a pie hasta establecer contacto con los primeros Guaymí. 

En aquella época algunos Guaymi aún se limaban los dientes, y según pude constatar esta malformación era práctica transgeneracional.

Eran grupos dispersos que no conformaban aldeas ni pueblos… y más bien permanecían aún agrupados en clanes familiares. 

La mujeres con el tejido en telar confeccionaban “chácaras” o bolsas hechas con ”pita”, una fibra que se obtiene por el retorcido de una planta.

Creo fue el primer reportaje que escribí para la revista ‘Panorama Internacional’ desde Panamá, porque antes ya había publicado como ‘free lance’.En Panamá las oficinas de la revista ‘Panorama Internacional’, del Grupo Z, estaban en la planta baja del lujoso edificio Vallarino, en la zona Bancaria. 

Yo era el corresponsal en jefe y arriba de mi había un gerente. Además había un equipo de telemarketing, que dependía del gerente, y una asistente de la corresponsalía, una nicaraguense muy simpatica, que dependía de mi.

El staf incluía a un columnista panameño de prestigio en Centroamérica. ‘Panorama Internacional’ se posisionaba paulatinamente en el istmo, y tenía oficinas similares en cada país, de Panamá a Guatemala. La dirección general estaba en San José, Costa Rica.Como corresponsal en jefe de ‘Panorama Internacional’ en Panamá cubrí también Cuba y Belice. Luego de publicar un reportaje que revelaba el tráfico subrepticio que la IBM realizaba de microchips a Cuba vía el Canal de Panamá, la dirección de ‘Panorama Internacional’ me movió a Guatemala.Panamá se había vuelto inseguro para mi, a raíz del reportaje que destapó el tráfico de microchips de la IBM a Cuba. Entonces, en Estados Unidos se discutía la famosa Ley Torricelli, que castigaba severamente a empresas norteamericanas que comerciaran con Fidel Castro. 

Y a raíz de mi reportaje había sido despedido el gerente de la IBM para América Latina y el Caribe.Había llegado la hora hacer maleta