De Primera Mano/Rodulfo Reyes Aguilar

El relevo del 2024

En 2018, cuando empezó a percibirse claramente que el ‘efecto’ Andrés Manuel López Orador le daría por segunda vez el gobierno de Tabasco a su causa, el candidato perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa cambió el discurso y empezó a decir en corto que su homólogo de Morena, Adán Augusto López Hernández, “me va a entregar (la estafeta) en 2024”.

Así, el exalcalde capitalino estaba rindiendo sus naves, pero agregándole plusvalía a su previsible derrota, pues daba a entender que en la siguiente contienda él sería el ganador.

Esto sale a cuento en virtud de que Gaudiano ha empezado a “mostrarse” ya de manera abierta.

Como “consejero nacional” de su partido, aseguró ayer que el PRD, el PAN y el PRI tienen un acercamiento para ir en alianza en 100 distritos electorales del país en los comicios de 2021.

«Yo soy partidario de buscar primero a los partidos (de izquierda) que han ido en alianza con nosotros, y en el caso del PRI creo que se debe analizar, no quisiera adelantarme, creo que hay cuadros valiosos», señaló.

El excandidato no quiso responder si buscará alguna postulación el año próximo, y expuso que está dedicado a su familia, pero que sigue activo políticamente.

En el equipo de Gaudiano se analiza si a este le conviene disputar una diputación local o federal el año próximo para, dentro de sus actividades legislativas, catapultarse a ‘Plaza de Armas’ en 2024.

Lo que sí dan como un hecho los allegados al nieto de Leandro Rovirosa es que “va a estar en las boletas” de la próxima contienda por la gubernatura.

Y es que aseguran que Gerardo perdió en 2018 porque compitió contra López Obrador, “y en Tabasco casi nadie pudo derrotar a los candidatos del partido del presidente”.

La única frontera que tendría que bordear el aludido es el senador Juan Manuel Fócil Pérez, quien, por su posición en la Cámara Alta, es el perredista de mayor jerarquía en la política nacional, lo que le da un plus para la siguiente sucesión.

Gaudiano y los suyos consideran que sus correligionarios lo volverán a preferir, como sucedió en 2018 que logró la nominación tras ganar una encuesta abierta.

Que el solaztequista empiece a aparecer en los medios no es extraño: por estrategia el año próximo debe redoblar su paso para posicionarse.

Lo novedoso es que los demás partidos se mantengan relativamente quietos. En Morena quizá porque saben que ahí no necesitan convencer a la militancia, sino estar bien en el centro del país, mientras que en el PRI se mantienen a la deriva, quizá por la falta de liderazgo local.

El Revolucionario Institucional, por cierto, solo tiene una figura con tamaño para enfrentar con éxito al partido en el gobierno y, tentativamente, a Gaudiano.

Se trata del exsecretario de Salud, Luis Felipe Graham Zapata, que en 2012 era el priísta con mejores prendas para enfrenar al perredista Arturo Núñez Jiménez, pero la cúpula tricolor se decidió por Jesús Alí de la Torre.

PARA SU INFORMACIÓN…

POCOS SON LOS priístas que están sacando el pecho ante los ataques de los seguidores de AMLO que han agarrado al tricolor como piñata. Antes era el exgobernador Manuel Andrade Díaz quien se dedicaba a desmentir al morenismo, pero desde el ruidoso accidente de tránsito en que se vio involucrado, le bajó a su activismo. Por eso se ha posicionado muy pronto en la escena mediática la delegada del PRI en Macuspana, Beatriz Ramón Contreras, quien en los últimos días ha enloquecido a los llamados ‘chairos’.