De Primera Mano/Rodulfo Reyes

UJAT, ¿rescatada?

La virtual llegada del exsecretario de Educación, Guillermo Narváez Osorio, a la rectoría de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) tiene por lo menos dos lecturas: 1) el grupo priísta que mantuvo el control por casi 20 años, ha sido desarticulado; y 2) la administración estatal excluyó al cuadro respaldado por la corriente de Octavio Romero Oropeza.

            Un síntoma más de la lucha por el control de la institución es que por primera vez en su historia se empaña un proceso de sucesión por una denuncia de fraude.

            Una primera mirada a la terna dada a conocer el martes indica que la ‘mafia universitaria’ comandada por la exrectora Candita Gil Jiménez no pudo acomodar a sus piezas, aunque logró cerrarle el paso a la directora de la División Académica de Ciencias de la Salud (DACS), Miriam Carolina Martínez López.

            Dejar fuera a Martínez López, de rebote, también le beneficia al gobierno de la llamada ‘Cuarta transformación’: la académica nunca ha escondido su afinidad con el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex). Hay que recordar que cada que Octavio Romero viene a su terruño, invariablemente se hace acompañar de Miriam Carolina en sus giras tempraneras.

            Esto es, quitarle la plaza a Candita Gil no serviría de gran cosa si se permitía la asunción de la titular de la DACS.

            Ayer, la seguidora de Romero Oropeza denunció que la elección de la terna para elegir al rector de la UJAT estuvo llena de irregularidades.

El martes, el Consejo Universitario dio a conocer los nombres de los tres candidatos para ocupar la rectoría. La lista la encabeza el extitular de Educación; de relleno van la secretaría académica de la institución, Dora María Frías Márquez, y el director de la División Académica de Ciencias Biológicas (DACB), Arturo Garrido Mora.

Dora María pertenece a la cuadra de Candita, quien la promovió desde su primera administración.

La inconformidad de Miriam Carolina, a quien se desacredita por su trayectoria en el movimiento que encabeza en Tabasco a partir de 1988 el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, mancha la historia de la máxima casa de estudios tabasqueña.

Mediante un desplegado difundido en sus redes sociales, la directora de la facultad de Ciencias de la Salud acusó favoritismo.

Dijo que participó en el proceso interno «con la ilusión de que los tiempos eran mejores para la democracia en la UJAT».

Desgraciadamente, subrayó, la falta de transparencia y equidad fue el sello de la elección de la lista por parte del Consejo Universitario.

Afirmó que hubo «dados marcados», y que «ni siquiera guardaron las formas», pues la terna escogida había sido «filtrada desde la mañana y publicada a las tres de la tarde (de ayer)».

Aseveró que «es penoso que se antepongan los compromisos personales a los superiores de la UJAT».

El 22 de enero la Junta de Gobierno de la universidad dará a conocer el nombre del rector para los próximos cuatro años, aunque ya se da por hecho que será Guillermo Narváez.

Sin embargo, muchos analistas consideran que Gil Jiménez y el aún rector José Manuel Piña Gutiérrez poseen el control de la Junta de Gobierno, y podrían dar “la sorpresa” de inclinar el voto a favor de Dora María.

No importa quien resulte ganador de entre el gobernador Adán Augusto López Hernández y la priísta Candita Gil. De todos modos la semilla de la rebeldía ya está sembrada en el ADN universitario.

PARA SU INFORMACIÓN…

DESCALIFICÓ EL GOBERNADOR las denuncias por los derroches en la Unidad de Inteligencia Financiera de Tabasco.