
Libros de ayer y hoy
El presidente Andrés Manuel López Obrador y sus “corcholatas”
defendieron al joven Jesús Ernesto López Gutiérrez luego de que
usuarios de redes sociales criticaron el sobrepeso y la obesidad.
De entrada, llamó cobardes a quienes atacaron al menor de sus hijos.
«El problema es conmigo, no con él; hasta en las verdaderas mafias se
respeta a la familia».
Las “corcholatas” del mandatario se sumaron a esa defensa luego de que
el gobierno federal difundiera la fotografía de la discordia al
término de un partido de beisbol en el que participaron Chito Ríos, el
pitcher con más ponches en la historia beisbolera de México y Vinny
Castilla, el mexicano con más home runs en las Grandes Ligas.
“Jesús Ernesto es un adolescente sensible y lleno de vida. El odio en
su contra es bajeza y discriminación. Cobardía pura, escribió Marcelo
Ebrard.
“Hostigar a cualquier niña o niño únicamente retrata la pequeñez de
los emisores del discurso de odio. Jesús Ernesto es un joven muy
querido y muy afortunado”, indicó Claudia Sheinbaum.
A propósito de la imagen le recuerdo que el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF) situó a México como el mayor
consumidor de bebidas procesadas y azucaradas en América Latina.
El gobierno de Morena señala: “La obesidad infantil es una enfermedad
crónica que se caracteriza por exceso de grasa en el organismo y se
presenta cuando el niño tiene un sobrepeso mayor al 20% del ideal”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, México ocupa el
primer lugar en obesidad infantil.
En otro tiempo, la obesidad se relaciona “con un aspecto genético”.
Actualmente “la comida chatarra, los alimentos procesados, las bebidas
azucaradas y la falta de ejercicio” conducen a esa situación.
“La obesidad infantil está directamente relacionada con problemas como
la ansiedad y depresión, baja autoestima y problemas sociales como el
bullying”, se lee en el documento consultado.
Al parecer, la UNICEF en coordinación con el IMSS, la Secretaría de
Salud y la SEP impulsarán la activación física como alternativa para
reducir el sedentarismo.
En 2014, México implementó el impuesto sobre las bebidas azucaradas.
En 2016, declaró una alerta epidemiológica debido a “las altas tasas
de diabetes y obesidad”.
En 2022, un etiquetado advierte a los consumidores sobre el exceso de
calorías, azúcar, sodio, grasas saturadas y grasas trans, además de
cafeína y edulcorantes artificiales, según el producto.
No se trata de Jesús Eduardo sino de la cuarta parte de la población.
Expertos asocian el sobrepeso y la obesidad con problemas de
depresión, trastornos del sueño o sicológicos.
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