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Libros de ayer y hoy
El enemigo número 1 de la humanidad. El peor enemigo es el que no se ve. El enemigo más temible es el que no se ve pero se siente provocando incertidumbre, causando la muerte causada por el miedo. 52 mil 6 muertes al reporte del 8 de agosto en México, dice la información oficial.
Ante ese enemigo, invisible, temible y terrible, se tiene la indicación de la ciencia y la medicina, el poder tecnológico del siglo xxi, que hasta el momento se muestra como impotente al no encontrar aun la vacuna que lo neutralice y acabe con la mortandad, se dice de que los rusos la tiene ya o que los europeos prueban con cinco posibles tipos.
A la situación que vivimos y en que de la crisis de la salud pública se va en la ruta de agravar la difícil situación económica al colocarla como crisis económica.
En un recuento de daños en este mes, en un lapso que acumula días y meses de enero a agosto, en lo que debe verse como un paro técnico económico a causas sanitarias, que provoca una serie de cambios en lo social, económico, político, urbano y cultural.
Lo primero que debe reconocerse es que el ataque de salud del enemigo número uno de la humanidad, Covid 19, muestra lo débil de los sistemas de salud nacional y mundial, que deben rediseñarse apartados de políticas neoliberales que en la privatización, que debe establecerse un sistema de salud mundial efectivo, funcional y propio a cada geografía; la crisis que se enfrenta más que un problema de salud es un problema social, ya que no puede separarse la individualidad de lo colectivo y social.
Esta lección se muestra en que lo individual en el mundo capitalista del libre mercado y la privatización no funciona y causa daños en una difícil situación de no poder dar respuesta de reparación. Se debe atender el problema y la crisis que provoca a partir de la interacción social.
En un recuento de los daños, se tiene que los sistemas de salud nacionales privados que al verse rebasados encarga a los sistemas públicos sean remplazados, que a razón de tener a la salud como un derecho humano y constitucional debe asumirse el encargo, que a razón de esa falla el estado debe intervenir.
Se tiene realidades de que la privatización desmantelo sistemas de salud, dejo a lo privado toda actuación, que se hizo en una visión, por su naturaleza, en la ganancia; se fragmento y limito su alcance y efectividad de todo el sistema.
En el caso de México se tiene un sistema de salud privado limitado que aun con alcances privilegiados se coloca con incapacidad o no quiere atender la demanda, lo que provoca especulación con encarecimiento empujando a una falla de mercado. A esa realidad se suma un sistema de salud público fragmentado en hasta siete subsistemas los que aun dejan grandes segmentos de población desprotegidos, propio de una sociedad con economías en que prevalece la informalidad.
Cabe reconocer lo dicho por los voceros oficiales en sus conferencias informativas, el sistema de salud debe contar con personal de salud de diferentes disciplinas y áreas complementarias, debe tener los recursos materiales y de infraestructura como laboratorios o equipos necesarios, así como de medicamentos o recursos terapéuticos, lo que en una u otra forma, en cantidad y calidad, en formación, capacitación y desarrollo faltan en México; en la particularidad, faltan médicos, faltan especialistas, faltan enfermeras, falta personal de salud complementario, faltan laboratorios, faltan medicinas y hospitales en diferentes geografías y de diferentes dimensiones.
En el primer año al asumir la administración federal, antes de la crisis de salud covid 19, se reconoció y el gobierno expuso de la difícil situación en materia de salud a nivel nacional. Se anunciaron y se hicieron importantes compromisos, no solo en el terminar con la corrupción que por años se practicó, se dijo, sino de subsanar problemas como el de las condiciones laborales de conjunto del personal de salud.
El primer frente de la choque contra ese terrible enemigo es el sistema de salud, que debe reconstruirse, no en aplicar sangría al enfermo de una austeridad, sino en identificar y definir el problema para tener alternativas.