Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
«En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él» –Margaret Thatcher
**El Día Internacional de la Mujer, recordatorio de la inequidad de género
En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró a 1975 Año Internacional de la Mujer y en 1977 invitó a los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX, en un momento de gran expansión y turbulencias en el mundo industrializado, en el que la mujer comenzó a alzar cada vez más su voz. Se consideran como antecedentes de este día, la marcha de mujeres en Nueva York en 1908, cuando unas 15.000 se manifestaron para pedir menos horas de trabajo, mejores salarios y derecho a votar, así como Clara Zetkin que sugirió conmemorar un día de la mujer a nivel global en 1910 en la Conferencia Internacional de la Mujer Trabajadora en Copenhague (Dinamarca). Su propuesta fue escuchada por un centenar de mujeres procedentes de 17 países y aprobada de forma unánime, aunque sin acordar una fecha concreta. Un año después, se celebra el primer Día Internacional de la Mujer, el 19 de marzo de 1911, reuniendo a más de un millón de personas en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, se exigió entonces el derecho al trabajo de la mujer, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. No obstante, en sus inicios, «la conmemoración (también) sirve de protesta contra la I Guerra Mundial», recuerda la ONU. Y ahí se encuentra una de las claves de por qué se acabó eligiendo la fecha del 8 de marzo.
Según datos más recientes de la ONU sigue la desigualdad de género, a nivel global: 2.700 millones de mujeres no pueden acceder a las mismas opciones laborales que los hombres. En 2019, menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres. Una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género. De las 500 personas en puestos de jefatura ejecutiva que lideran las empresas con mayores ingresos en el mundo, menos del 7% son mujeres. En los 92 años de historia que tienen los Premios Oscar, sólo cinco mujeres han sido nominadas en la categoría de Mejor Director; de las cinco, sólo una ganó el premio. La brecha salarial entre hombres y mujeres, si no se contrarresta la tendencia actual, se cerrará hasta 2086.
El consenso que está surgiendo a nivel mundial es que, a pesar de algunos progresos, el cambio real ha sido desesperadamente lento para la mayoría de las mujeres y niñas en el mundo. Al día de hoy, ningún país puede pretender que ha alcanzado la igualdad de género. Hay una serie de obstáculos que permanecen sin cambios. Las mujeres y las niñas siguen siendo infravaloradas; trabajan más, ganan menos y tienen menos opciones; y sufren múltiples formas de violencia en el hogar y en espacios públicos. Además, existe una amenaza significativa de reversión de los logros feministas que tanto esfuerzo costó conseguir. El año 2020 representa una oportunidad excepcional para movilizar la acción mundial con miras a lograr la igualdad de género y la realización de los derechos humanos de todas las mujeres y niñas.
**La conmemoración del Día Internacional de la Mujer en México
En nuestro país, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, ayer domingo se realizó una protesta de miles de mujeres en contra de las autoridades de todos los niveles (policías, fiscalías, tribunales, legislaturas) por su omisión e indiferencia, y complicidad en muchos casos, ante los feminicidios y la violencia cotidiana que ellas padecen.
Las Brujas del Mar, un colectivo feminista de Veracruz, con la etiqueta #UNDÍASINNOSOTRAS, y su lema “¡El nueve ninguna se mueve!, convocaron a la población femenina del país a participar en un paro de veinticuatro horas el día de hoy 9 de marzo. Su propuesta: Ni una mujer en las calles. Ni na mujer en los trabajos. Ni una niña en las escuelas. Ni una joven en las universidades. Ni una mujer comprando.
Esta convocatoria se hace para protestar en contra de la violencia de género, la desigualdad y la cultura del machismo, además de exigir más apoyo a los derechos de las mujeres. Para quienes quieran participar en el paro del 9 de marzo, las instrucciones son muy sencillas: Quédense en casa. Con esta protesta, dicen, lo que buscan es visibilizar el peso social que tienen las mujeres –que representan el 51,3% del total de la población– y exigir políticas públicas que frenen la ola de violencia de género, que, aseguran, no es nueva, pero que va escalando.
El Consejo Coordinador Empresarial de México, que agrupa a los hombres de negocios, emitió una declaración instando al sector privado a apoyar a las trabajadoras que participen en el paro. “Sin duda la respuesta de las autoridades en los últimos años no ha sido adecuada ni suficiente”, decía el consejo en referencia a la crisis de violencia contras las mujeres. “Pero todos fallamos como sociedad en nuestra parte de responsabilidad”. “Es tiempo de solidaridad y empatía”, continuaba el comunicado, “pero también de responsabilidad y acciones. Cada uno debemos hacer lo que nos corresponde”. Muchos organismos gubernamentales a nivel local, estatal y federal también han dado su apoyo a las funcionarias y trabajadoras que participen en la huelga.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que apoya en general el derecho de los ciudadanos a manifestarse. Sin embargo, señala que sus oponentes pretenden aprovechar el momento para atizar la oposición política hacia su gobierno, que el evento es una maniobra política.
Explicó que, así como hay mujeres que protestan por convicción, también hay oportunistas: “Está la derecha metida, los conservadores, así como hay mujeres que por convicción y de manera libre protestan y lo van a seguir haciendo, así también hay oportunistas, estoy viendo que hasta los partidos -por respeto no digo qué partidos-, pero se pasan…Si es algo bueno, que ayuda, y no dejarse manipular, tener cuidado porque el conservadurismo, la derecha, es muy hipócrita y dada a la manipulación, a veces promueven estos movimientos en contra de los gobiernos progresistas…”.
Al respecto Sabina Berman precisa:
“La protesta no es en contra de este gobierno ni de ningún otro…Es en contra del Estado mexicano en su conjunto, contra el sector privado, contra los hombres que acosan, violan y matan y en contra de los hombres buenos que se quedan cruzados de brazos, sin hacer nada”.
Del paro, se espera que haga posible un diálogo nacional y cause cambios significativos en la sociedad mexicana. Entre ellos, medidas concretas y transformaciones más amplias en las actitudes hacia las mujeres y sus derechos. Que sea para bien este movimiento femenino que tiene el mérito inicial de poner en la discusión nacional la desigualdad entre quienes deben de ser iguales, sin consideración del género.