Descomplicado/Jorge Robledo
Conocemos la historia, también el desenlace. Los maestros de la CNTE oaxaqueña enseñan lo que mejor saben: exigir, amagar y chantajear; estirar la liga hasta que reviente.
Los profesores abandonan a su suerte a 1 millón 300 mil alumnos; la suspensión de labores paraliza 13 mil 500 escuelas en las ocho regiones del estado…
Desde la #CDMX, los docentes –muy decentes– piden paciencia a los impacientes padres de familia; secuestran “la esquina de la información”… y de paso toman como rehenes a miles y miles de capitalinos; ponen a temblar Miguel Ángel Mancera, y sientan a la “mesa de negociación” al Subsecretario de Gobernación Luis Enrique Miranda; por cortesía los patrones de la CNTE invitan de testigo al mudo a su empleado, el (des)gobernador Gabino Cué.
El pretexto de la protesta de los maestros oaxaqueños es la falta de pagos correspondientes a diciembre y enero. Según la dirigencia de la Sección 22, los cheques de los últimos meses salieron incompletos; alegan que la plantilla laboral es de 81 mil 300 profesores aunque los registros de la SEP aglutinen a menos de 50 mil. Conocer la verdad resulta imposible, pues la propia cúpula magisterial se encargó de boicotear el censo educativo.
El verdadero móvil de la manifestación es impedir la aplicación de la reforma educativa, comenzando por la federalización de los pagos. El magisterio oaxaqueño no está dispuesto a ceder ni un ápice el poder que le permite quitar y poner profesores a su antojo, usufructuar plazas laborales y colocar a serviciales funcionarios de alto nivel en elInstituto Estatal de Educación Pública.
En esa calidad y con esa fuerza llegan a Bucareli para salirse con la suya; no hay de otra…
Para el Gobierno –tigre hambriento de credibilidad–, la negociación oaxaqueña pasa por la condescendencia; la administración federal está dispuesta a ceder, siempre y cuando los plantados se “orillen a la orilla”. Total, defender el rigor de la reforma educativa puede esperar.
EL MONJE LOCO: Ocho mil maestros secuestran a la #CDMX para proteger privilegios e impunidades. Lo que está faltando aquí es una presión ciudadana eficaz; la pregunta es, ¿cómo hacerle, si el Jefe del GDF asegura que el “uso de la fuerza pública será la última opción” porque su gobierno privilegia siempre el diálogo?… debió decir el monólogo de quien grita más fuerte. PUNTO Y SEGUIDO: Muy interesante sería averiguar quién financia la movilización de la CNTE, desde la compra de las casas de campaña –cuyo costo va de 500 a 5 mil pesos –dependiendo la capacidad de alojamiento–; 1 mil 700 se montaron en Paseo de la Reforma, y desde ayer en el Monumento a la Revolución. También súmese el costo de más de cien autobuses; cada viaje redondo desde Oaxaca al DF cuesta un promedio de 17 mil pesos por unidad, y mientras permanecen estacionados, el costo diario asciende a 3 mil pesos. Barato, barato, lo que se dice barato, no sale el democrático “plantón”.