Indicador político/Carlos Ramírez
Beltrones tiene insomnio
Andrés Manuel ha vuelto a tomarle la medida a sus rivales.
Hace unos meses cuestionábamos si el Señor López tendría los arrestos para darle la vuelta a los detractores de su eterna campaña… ahora la pregunta es quien podrá detenerlo.
En las últimas semanas, López Obrador se las ha arreglado para colocarse en el centro del debate y poner a priistas y perredistas contra las cuerdas. El tabasqueño ha vuelto a fijar agenda, como ocurrió todos los días de los seis años que duró como Jefe del GDF.
La última travesura de El Peje ha sido embaucar al Gobierno Federal con la propuesta tramposa de un nuevo Aeropuerto que le resulta muy lucrativa.
Para efectos de propaganda, AMLO generó una buena dosis de morbo y dejó que el secretario de Comunicaciones y Transportes desechara su alternativa tasada en la mitad del costo de la nueva terminal aérea, la mega obra del sexenio.
El señor López logró poner a la defensiva a Manlio Fabio Beltrones. El líder priista busca desesperadamente una reforma de ley electoral que impida a Andrés Manuel seguir apareciendo millones de veces en millones de spots de Morena. El sonorense dice que el tabasqueño comete fraude a la ley; que aprovecha de los vacíos legales para hacerse promoción personal.
Olvida Beltrones que la reforma electoral vigente es la misma que él y su PRI aprobaron en 2007 para restringir el dinero de las campañas y dejar el piso parejo para candidatos y partidos; ahora le preocupa la ventaja que puede sacar López Obrador sin desembolsar un solo centavo.
A dos años y medio de la elección presidencial, el tabasqueño comienza a despegarse sin que nadie lo pare. Los priistas están amarrados por los tiempos; nadie puede brincar porque está prohibido hacerle mosca al Presidente.
Beltrones es doble interesado, por una parte debe proteger a los suyos de la amenaza populista y por otra, mirar por sus propias aspiraciones personales.
Por si fuera poco, López Obrador también es responsable del insomnio de Agustín Basave, quien más por necesidad que por gusto se ha cansado de buscar al mesías tropical para intentar una coalición de izquierdas.
A 31 meses de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador está en el lugar que más le gusta; tiene la batuta en la mano izquierda y el maíz en la derecha, para dar de comer a tanto pollo chillón.
EL MONJE LOCO: Muchos dicen que AMLO anda mal, pero sin duda hay otros que están peor. El Peje no regresa porque nunca se ha ido.
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