El agua, un derecho del pueblo
MÉXICO, D.F., 10 de noviembre de 2014.- Las llamas del incendio criminal en el basurero crematorio de Cocula también calientan hoteles, moteles, antros y restaurantes de La Costera y la Escénica; el hedor ahuyenta a miles quienes semana a semana solían abarrotar el “bello puerto”. Hay tormenta de cancelaciones.
Joaquín Badillo Escamilla, líder de la COPARMEX en Acapulco, revela: “más del 60 por ciento de los visitantes se arrepienten de venir, las reservaciones, menguantes desde el 26 de septiembre, caen gota a gota y cada vez son menos; las pérdidas, sólo en las dos principales plazas comerciales, rondan los 200 mil pesos diarios; el daño al resto de la industria del turismo es incalculable”.
Según los empresarios organizados, la violencia de las manifestaciones y la amenaza de marchas recurrentes alejan a cualquiera.
Sólo este lunes, maestros bravos de la CETEG, normalistas y padres de familia indignados por la masacre del 26-27 de septiembre, bloquearon tres horas los accesos al aeropuerto… con palos, tubos y machetes confrontaron a la policía antimotines; hubo 16 agentes lesionados.
Al temor a las marchas súmese la desconfianza en las autoridades.
–¿Qué garantías para el visitante puede ofrecer una entidad cuyas instituciones han quedado en entredicho por los escándalos de narco corrupción auspiciada por la impunidad?
Y agregue más sal de mar a la herida con detalles menos dramáticos pero igualmente importantes.
Si usted toma la Autopista del Sol, tiene buenas posibilidades de quedar varado en el Parador del Marqués, por las manifestaciones recurrentes, un día sí y otro también…
Nadie olvida el cercano 2011, cuando los turistas huían del puerto debido a la escalada de violencia. Por aquellas fechas, el dominio acapulqueño era disputado por 13 narco-cárteles. Aquella ola de ejecuciones hizo de Acapulco el lugar más inseguro del mundo… y a la economía local “se la cargó el pintor”. Con apoyo federal y compromiso entre autoridades y empresarios se resolvió la urgencia, pero apenas el año pasado, el desastre provocado por el huracán Manuel fue severo golpazo al flujo turístico.
…y cuando el desvencijado camión guerrerense comenzaba a encarrerarse vino la tragedia de los mártires de Ayotzinapa.
A mes y medio, la situación económica Acapulco empeora; las pérdidas se acumulan; ochenta mil trabajadores de los servicios turísticos ven su futuro en riesgo… y el golpe genera un efecto dominó en el resto del estado.
El problema es grave no sólo por las movilizaciones; el caudal de pérdidas se debe a la percepción amplificada de que todo Guerrero es un caos. Acapulco no será Iguala, sin embargo el turismo temeroso no suele ser adicto al riesgo…
EL MONJE LOCO: En el nombre de Guerrero juran los enterados que desde más de un año el gobierno de Ángel Aguirre documentó las malas mañas del alcalde de Iguala; que los datos fueron enterados a la Secretaría de Gobernación y la PGR… y que nadie hizo nada. Tampoco Aguirre se atrevió a hacerlo público. PUNTO Y SEGUIDO: La memoria de los mártires de Ayotzinapa también es usada como bomba molotov; los radicales poco han tardado en aprovechar drama y dolor para sembrar caos y violencia. Muchas pueden ser las interpretaciones, pero la realidad es sencilla: en este país se le puede prender fuego al portón central de Palacio Nacional –a pocos pasos de las oficinas de la Primera Zona Militar– y nadie resulta culpable, mucho menos castigado por el intento incendiario. Es más, se podría hablar hasta de colaboración por ausencia, negligencia o extrema tolerancia. Nada justifica el dolo en el ataque a la sede simbólica del poder político o los saqueos en Chilpancingo o las tomas de carreteras y el bloqueo al aeropuerto de Acapulco por hordas macheteras; arde el reclamo pero también la suspicacia: ¿Quién está detrás de la agresión enmascarada de legítima protesta?. ¿Nadie lo sabe?. PUNTO Y APARTE: Si a usted le gustan las películas de horror no gaste dinero en ir al cine, mejor le recomiendo noticieros y periódicos; con eso tiene para no dejar de sufrir.