
Libros de ayer y hoy
Nadie conoce todavía el proyecto de Constitución para la Ciudad de México.
Ni el grupo de iluminados tiene una idea acabada.
Pero muchos constitucionalistas reconocidos están muy preocupados por como se ha politizado el tema y cómo se ha convertido en botín político.
Es fácil entenderlos a partir de un pleito.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), dueño del Distrito Federal desde 1997 hasta la elección de 2015, tiene la obligación de proteger la plaza para no perderla en 2018.
Un compromiso casi imposible para el dirigente Agustín Basave.
A su vez, Andrés Manuel López y el partido de su propiedad, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se apresta a dar el gran golpe a sus antiguos aliados y hoy enconados adversarios.
La Ciudad de México convertida en botín con vagas promesas de cambio político y mayor democracia para una ciudadanía desorientada y desinteresada.
Pero hay un aspecto más preocupante
EL OBJETIVO IGNORADO: GOBERNABILIDAD
Una constitución, dicen los especialistas, es para dar gobernabilidad a una nación, estado o territorio.
En el caso de la Ciudad de México, las fuerzas políticas y aun los llamados candidatos independientes parecen estar perdidos en torno a sus facultades.
Casi todos los partidos intentan imponer sus venganzas y sus propios programas en lugar de generar un marco cuyo primer requisito es ceñirse a la Constitución del país.
En el primer caso, el de las venganzas, Morena intenta revertir muchas de las decisiones tomadas en los años recientes por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y la administración de Miguel Mancera.
Y en cuanto a las proyecciones, sus posibles asambleístas preparan una bateria de propuestas más allá de la llamada Carta Magna del país y la explosión de acciones asistencialistas.
Hábiles en el escándalo, las huestes de Andrés Manuel López estarán en condiciones de ganar el debate y victimizarse cuando sean derrotadas por quienes tienen visión jurídica y de Estado.
Será su reposicionamiento hacia el 2018 en la capital.
SIN PREDICTAMENES NO HAY EXTRAORDINARIO
1.- Ayer quedó enterrada la última esperanza para un período extraordinario y aprobar las leyes pendientes.
Ya lo habían dicho los presidentes camarales Roberto Gil y Jesús Zambrano: no hay condiciones para convocar por las contiendas electorales de junio próximo.
El priísmo, acusado de obstaculizar o buscar un Sistema Nacional Auticorrupción ligero, se declaró dispuesto para concurrir y para aprobar las siete leyes previstas, no cinco como afirma el PRD.
Pero, aclaró Emilio Gamboa, primero deben estar listos los predictámenes y convocó a las comisiones a aprobarlos a la brevedad.
Y 2.- muy cerca del cierre de campañas, el mando priísta ve con satisfacción unos estados y con preocupación otros.
Al Comité de Manlio Fabio Beltrones le sorprende cómo su candidata Lorena Martínez se ha sobrepuesto a una desventaja de once puntos en Aguascalientes y marcha con una ventaja media de seis, según la firma demoscópica.
En contraste, en Tamaulipas hay intranquilidad por Baltazar Hinojosa, quien desaprovechó una delantera de dos dígitos.