
Claudia Sheinbaum: defensa incansable de la soberanía nacional
Peña Nieto se quedó sin aliados cuando más los necesita
· La división de PAN y PRD no garantiza votación uniforme
· Para muchos diputados y senadores y terminó el período
Cuando más los necesitaba, el presidente Enrique Peña se quedó sin aliados.
Los tuvo al comenzar el gobierno.
Entonces Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) acudieron el llamado a firmar el Pacto por México con el nuevo gobierno y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Así fueron posibles las reformas.
Pero en el tránsito las dos organizaciones de oposición se debilitaron con sus pleitos internos, el PAN dividido entre leales al dirigente Gustavo Madero y a Felipe Calderón, y los perredistas entre Los Chuchos y quienes se oponen inútilmente a su dominio en el PRD.
En ese contexto se encuentran las salidas de Andrés Manuel López, Cuauhtémoc Cárdenas y la radicalización de cuadros como René Bejarano, Miguel Barbosa, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard y otros.
Por eso cuando sucedió la masacre en el municipio perredista de Iguala por orden expresa del alcalde perredista-pejista José Luis Abarca, el presidente de la república no tuvo en quién apoyarse.
Los Chuchos no garantizan el voto parlamentario de la izquierda, como tampoco la dupla Gustavo Madero-Ricardo Anaya el apoyo unido de la derecha.
UN SENADO DOMINADO POR OPOSITORES
La situación del país obliga a buscar acuerdos entre las fuerzas políticas.
Enrique Peña buscó y no encontró condiciones.
Por ello lanzó sin consenso previo su iniciativa de reformas en materia de seguridad en espera de buscar acuerdos en el Poder Legislativos a cambio de incorporar planteamientos de fuerzas políticas distintas al PRI.
Los hechos lo avalan: el respaldo a sus acciones, en especial la desaparición de las policías municipales y la supeditación de las estatales al mando federal, no es general.
Si en un principio el presidente del Senado, el perredista Miguel Barbosa, dio su apoyo y planteó iniciar la discusión de inmediato con miras a su aprobación, luego surgieron voces disidentes.
De esa manera el perredismo mostró sus fracturas.
Como también las exhibió el panismo con los calderonistas por delante, pese a intentar reivindicar la unificación como propuesta original de su ex presidente Felipe Calderón.
Pese a todo, hay esperanzas.
En la Cámara de Diputados las bancadas han comunicado al presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Manlio Fabio Beltrones, su disposición a analizarlas en el período ordinario.
En el Senado no.
Los diputados no lo dicen así, pero claramente se advierten las divisiones de los partidos de oposición: en la Cámara los leales a Los Chuchos y a Madero son mayoría, mientras en el Senado son los anti chuchos y calderonistas.
O si se quiere ver desde otra perspectiva, en San Lázaro dominan los proclives al Pacto por México y en Paseo de la Reforma los anti pacto.
PARA MUCHOS YA TERMINO EL ORDINARIO
1.- Aunque al período ordinario de sesiones le restan once días, las actividades de senadores y diputados se ciñen a una semana.
Para muchos de ellos menos, porque los aspirantes a cargos de elección –en especial a gobernadores- ya están listos para irse a hacer precampañas.
Las tres principales fuerzas –PRI, PAN y PRD- analizan calendarios y en su mayoría las convocatorias saldrán en la segunda mitad de diciembre y los registros serán en enero.
El PRI de César Camacho se prepara para candidaturas de unidad, el PAN de Ricardo Anaya prevé contiendas internas y el PRD de Carlos Navarrete para postulaciones según las encuestas.
2.- El priísta César Camacho pretende enviar a Joaquín Hendricks al Distrito Federal como delegado en lugar de Manuel Andrade.
Y 3.- el duranguense Ismael Hernández Deras preside desde ayer la Comisión de Seguimiento y Evaluación de la Transformación del PRI.