TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· El gobierno se pasma ante el crecimiento de Peña

· No encuentra cómo frenarlo e impulsar a Josefina

· Quadri no se ve como aliado para la guerra sucia

Las tendencias electorales han colocado a los candidatos presidenciales en condiciones distintas.

De arriba hacia abajo:

El priísta Enrique Peña Nieto sólo tiene una alternativa: cuidar su ventaja.

Esto incluye no cometer errores, no enredarse con grupos ajenos y prepararse para un debate no para confrontar, sino para proponer.

Es decir, el 6 de mayo sus contrincantes –la panista Josefina Vázquez Mota, el perredista Andrés López y el elbista Gabriel Quadri- se quedarán con las ganas del tira-tira porque el mexiquense se centrará en guiar la confrontación hacia un plan de gobierno integral.

La panista Vázquez Mota, acelerada por un equipo dado a la confrontación y no al proyecto, intentará hablar de los déficits de Peña Nieto en el estado de México en aras de devaluar su imagen y la intención del voto.

Y Andrés López se irá con toda su ira.

Es su última oportunidad para hacerse del gobierno de México e irá al asalto y en aras de ese objetivo no escatimará ataques a quien considera el abanderado no de la renovación sociopolítica, son del regreso de la corrupción.

No toma en cuenta, por ejemplo, a ese priísmo del cual fue militante por decenios, le compuso un himno, dirigió a nivel estatal en Tabasco y renunció cuando, en 1989, Carlos Salinas le negó el beneficio de la candidatura a gobernador de su estado.

Fue entonces, y sólo entonces, cuando renunció a la dirección adjunta del Instituto Nacional del Consumidor (Inco) para ser postulado como candidato del entonces Frente Democrático Nacional (FDN).

Desde entones es opositor.

¿QUÉ ACTITUD ASUMIRA FELIPE CALDERON?

Empero, los debates estarán antecedidos por el comportamiento del gobierno federal.

La gran duda es cuál actitud asumirá la administración de Felipe Calderón cuando su candidata Josefina Vázquez Mota manifiesta una caída libre por sus propios errores y los de su partido.

Ahí está la gran duda.

¿Asumirá el presidente las condiciones de la competencia y dará vía libre a las expresiones democráticas de la ciudadanía o intentará intervenir para salvar a su abanderada?

O, por el contrario, ¿intentará intervenir en el proceso para evitar la caída de su correligionaria a fin de evitarse el trauma de ser “el Ernesto Zedillo del PAN”, como lo han señalado familiares y amigos suyos?

Hay una disyuntiva.

Si decide intervenir, podría caer en la misma situación de Vicentre Fox, a quien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) acusó de haber puesto en riesgo la elección de 2006, justo de la cual emergió Felipe Calderón como presidente de la república.

Pero si se controla, entonces sí podrá ser postulado como el presidente democrático de su promesa y de su discurso.

Hasta ahora el comportamiento de su equipo de guerra, enviado para reforzar a Vázquez Mota, contradicen ese espíritu de apertura.

QUADRI Y LA ANIMADVERSION HACIA JOSEFINA

La gran duda es Gabriel Quadri.

El representante de Elba Esther Gordillo en la contienda presidencial ha dado muestras de agilidad.

Versátil en las respuestas, no está preparado para cuestionar al priísta Enrique Peña Nieto, sino el comportamiento del gobierno en los últimos años.

Es decir, se lanzaría contra Josefina Vázquez Mota por el abandono de la educación, la falta de respuesta al rezago social y la grave crisis de seguridad.

Desde hace años trae una agenda ecológica y académica, justo donde la abanderada del gobierno tiene grandes déficits.

Su segundo blanco sería Andrés López por su intransigencia, su falta de congruencia y sus déficits en la democracia perredista.

En este sentido, Quadri no será aliado de Vázquez Mota y de López, lo cual dejará correr las encuestas a favor del mexiquense porque sigue en crecimiento muy a pesar de quienes creían verlo hace meses en la cúspide y fallan en sus presagios de caídas.

El panorama no les favorece, salvo las campañas negras.