El enemigo
TELEFONO ROJO
· El PRI, el doctor Córdova y 1.2 millones de votos
· Guanajuato: un entendimiento de sólo 24 horas
· El propio Moreira se apeó del Senado y del fuero
Juan Ignacio Torres Landa luchó y ganó.
Este domingo jurará como precandidato a gobernador de Guanajuato y quedará para la historia el coqueteo entre el panista José Angel Córdova y PRI con un cúmulo de números.
Dado el arraigo de la derecha en El Bajío, entregado al PAN en 1991 a través de Carlos Medina Plascencia, los priístas hicieron una apuesta desde hace meses.
Era previsible la imposición del gobernador Juan Manuel Oliva y el consiguiente desencanto de Córdova.
La única manera de dividir al panismo sería con un candidato de arraigo.
Así se pensó en el doctor Córdova, para muchos el mejor miembro del gabinete de Felipe Calderón.
Las cifras eran promisorias:
-500 mil votos de las bases priístas.
-El prometió su respaldo y trae 200 mil reales.
-El Verde garantiza la misma cosecha, 200 mil sufragios.
-Los sondeos hablan de al 100 mil votos migrantes del PAN al PRI.
La cifra de la victoria se redondearía con 200 mil más, bien fuera ganados en campaña o bien por el propio Córdova.
Un millón 200 pondrían en la lona al gobernador Oliva, a su delfín Miguel Márquez y al PAN.
Pero
ARROYO VIEYRA Y SU OFERTA DE LEALTAD
El domingo por la noche estaba cerrada la candidatura.
Condujo las negociaciones Miguel Angel Osorio Chong con triple representación: secretario de Organización, gente de confianza de Enrique Peña Nieto y el respaldo de Pedro Joquín Coldwell.
-Habrá algunas protestas se dijo en la reunión.
Por ello pidieron al segundo finalista del PRI, Francisco Arroyo Vieyra, su participación para calmar a la militancia.
-Yo lo hago. Que me va a costar trabajo, ni duda cabe. Pero que lo hago, lo hago contestó Arroyo Vieyra.
Consumado el arreglo, todos fueron con Peña Nieto a la una de la madrugada del lunes y ahí se convino en hacer el anuncio el lunes por la tarde-noche.
Todo estaba listo cuando, precisamente esa tarde, Juan Ignacio Torres Landa denunció traición al priísmo y se apersonó en la sede de su partido.
Se reabrieron las negociaciones y el martes se echó atrás el acuerdo con José Angel Córdova.
El PRI apuesta por sus propios cuadros y no por los importados, explicó Joaquín Coldwell.
En julio se sabrá el fruto de esta apuesta.
PRI, TRISTAN Y SU MILITANCIA DE 40 AÑOS
Los priístas han entrado a la defensa de sus candidatos y sus méritos para ir al Senado de la República y a la Cámara de Diputados.
Vayan dos comentarios sobre uno de ellos y otro no incluido:
1.- Tristán Canales, cierto, es presidente de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión y vicepresidente de TV Azteca, pero sus méritos son irrefutables.
Muy joven, en 1973, fue coordinador de la campaña de Carlos Sansores Pérez por un distrito de Iztapalapa y después ha estado por igual en el gobierno, donde llegó a subsecretario de Gobernación, y en el partido, donde fue secretario de Elecciones a mitad de la década antepasada.
Con esas credenciales se inscribió para el Senado.
Y 2.- Humberto Moreira personalmente pidió su exclusión para el Senado al candidato presidencial Enrique Peña Nieto y a Pedro Joaquín Coldwell.
Por cierto, Moreira vive en Coahuila, no piensa huir al extrasnjero cuando está a punto de arreciar la cacería oficial y, lejos de ello, se ha inscrito en el ITAM para hacer una maestría en historia.
EL DF Y LA REVOLUCION TECNOLOGICA
Un apunte aparte:
Tal vez Alfonso Martínez Córdova no gane en el Distrito Federal, pero hará historia como el candidato más joven: 32 años.
Va por el Panal y su especialidad es la competitividad y las telecomunicaciones, no pertenece a los viejos grupos políticos y se considera un profesional con visión progresista.
Promete propuestas novedosas y peleará por incorporarlas al plan de gobierno de la capital para el período 2012-2018.