Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Madero y Ortega intentan despistar a Peña Nieto
* Ultimo paso, alianza de facto en víspera electoral
* Trife: ¿fallo sobre hidalgo en la próxima semana?
Gustavo Madero y Jesús Ortega quieren jugar con Enrique Peña Nieto como lo hacen con los medios.
Estos bailan el vals de sus declaraciones con contradicciones constantes: un día sí a las alianzas, al siguiente no, luego sí y así sucesivamente.
Madero ya recibió la instrucción de su jefe Felipe Calderón de hacer candidato a su ex secretario Luis Felipe Bravo Mena y así será porque las órdenes del presidente no se discuten, sino se acatan,
Pero como si fuera independiente, Madero ha programado para hoy una reunión con Ortega para continuar las exploraciones de firmar su mutuo amor y con el suyo el de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
No lo sellarán de manera inmediata, pero tienen una ruta bastante clara.
Lo primero sería una encuesta, como insiste Ortega y no desea Madero dada la ventaja de Alejandro Encinas.
Al no haber entendimiento, Encinas y Bravo Mena harán proselitismo y, creen, de esa manera se confiará Peña Nieto y mandará un candidato priísta débil.
Quién sabe a quién verán más frágil, si a Ernesto Némer, a Alfredo del Mazo, a Ricardo Aguilar, a Luis Videgaray o a Erubiel Avila.
En ese orden o en sentido inverso.
LA FORMULA CUAUHTEMOC CARDENAS
Avanzada la campaña, confiado Enrique Peña Nieto con un abanderado de bajo perfil, vendría el segundo paso.
Si en la postulación del candidato a gobernador no hay fractura priísta, se buscará operar a través de los presidentes municipales.
Y si ni así, reavivarán la polémica aliancista con el fin de proponer una segunda encuesta para ver cuál de los dos declina a favor del otro.
Como los hicieron en 2010 en Tlaxcala y pretenden hacerlo la próxima semana en Guerrero.
Este tercer paso es una apuesta bastante peligrosa porque con el historial electoral pueden ir empatados Encinas y Bravo Mena, lo cual dificultaría presentar un puntero con peso para vencer al priísta y al priísmo.
Si el segundo no acepta salir de la contienda, el efecto sería adverso.
Y si se resigna, todavía faltaría la lealtad de los electores azules y amarillos para irse en bloque con su adversario histórico.
Son muchas condicionantes, pero así pretenden PAN y PRD, o mejor dicho Gustavo Madero y Jesús Ortega, intranquilizar y vencer a Peña Nieto en el estado de México y debilitarlo para el 2012.
Les resultaría más fácil seguir la fórmula Cuauhtémoc Cárdenas: la simple adhesión de los panistas a Alejandro Encinas y san se acabó.
MALAS MAÑAS DEL TRIBUNAL ELECTORAL
Más de seis meses después de la elección, no hay vencedor definitivo en Hidalgo.
Es uno de los enormes déficits de nuestra democracia o, más específico, de nuestro sistema de justicia.
¿Por qué no ha dado su veredicto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)?
Estadísticamente no hay razón para el retraso.
El priísta Francisco Olvera superó por cinco puntos a la foxista Xóchitl Gálvez, diferencia superior a las registradas en Durango y Veracruz, por ejemplo, donde la gobiernan Jorge Herrera Caldera y Javier Duarte.
Es el esquema del Tribunal de María del Carmen Alanís, dejar las decisiones para la víspera, para los nervios.
En Hidalgo esperan una decisión para la semana próxima porque así se lo han anunciado los abogados de ambas partes.
Al margen de ese fallo, el gobernador constitucional Miguel Angel Osorio Chong y el electo Francisco Olvera prosiguen con diálogos y acuerdos para una transmisión sin dificultades.
Es decir, no esperan un revés por más que Xóchitl Gálvez y alguna amistad suya en Los Pinos presione al tribunal de Alanís.
La toma de posesión será el 1 de abril.