TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· Presionan a Vallejo para licencia definitiva

· Al interino ni lo consultan sus subalternos

· Godoy huiría a la sierra como su hermano

Fausto Vallejo no puede tener una recuperación en paz.

La convalecencia postoperatoria del gobernador constitucional de Michoacán, delicada por naturaleza, la pasa con presiones de muchas partes.

Lo buscan por igual funcionarios federales, estatales y municipales del estado para informarle situaciones de emergencia en algunas regiones, pedirle apoyo y/o recibir instrucciones.

El atiende a cuantos puede porque su condición no le permite dedicarse de tiempo entero a ellos.

Unos cuantos lo visitan y, los más, le llaman por teléfono.

Todo en demérito su salud y del poder de su interino Jesús Reyna, cuya posición invocó ayer el presidente Enrique Peña en busca de fortalecerlo y ayudar a recuperar, por fin la seguridad en la entidad.

Pero no se le da.

Aunque lo niega en público, el propio Reyna ha expresado en privado sus dudas sobre la situación.

Hay, confiesa, un vacío de gobierno derivado de la falta de control de subordinados por parte de la administración interina.

Subordinados cuya obsecuencia está con quien los nombró, Fausto Vallejo, y no con quien está temporalmente al frente del Poder Ejecutivo, Jesús Reyna, sin margen político-administrativo para removerlos o siquiera para dictarles órdenes.

Estas emanan de Vallejo y algunos de los miembros del gabinete ni siquiera consultan a Reyna.

Uno de esos colaboradores desobedientes lo sintetizó en una frase ilustrativa:

-Ni Reyna ni gobierna.

LOS HIJOS DE FAUSTO SIGUEN EN CASA DE GOBIERNO

La situación michoacana me recuerda una historia:

Por concertacesión de Carlos Salinas al Partido de la Revolución Democrática (PRD), el gobernador Eduardo Villaseñor Peña fue llamado el 6 de octubre de 1992 -a 21 días de su juramento- a Gobernación por el subsecretario Arturo Núñez.

-Presenta tu solicitud de licencia –le ordenó.

Villaseñor se resistió inútilmente: Núñez le extendió varios escritos postfechados –uno por año- y Gobernación se encargó de enviarlos anualmente al Congreso del estado.

Así se renovaba la licencia.

A principios de 1994 Villaseñor andaba feliz:

-Hablé con mi amigo Luis Donaldo Colosio y él me prometió que me reinstalaría en el gobierno en cuanto tome posesión. ¡Voy a regresar!

No hubo posibilidad de corroborar el compromiso: Colosio fue asesinado el 23 de marzo y, ya sin futuro político con Ernesto Zedillo, Villaseñor falleció en un accidente carretero el 20 de noviembre.

¿A qué esta historia?

Simple: a Fausto Vallejo quieren aplicarle la misma receta, la renuncia definitiva o permisos posdatados para convertir a Jesús Reyna de gobernador interino en gobernador sustituto hasta 2015.

Entre quienes presionan está el propio Reyna, quien recorre oficinas federales con informes, quejas y peticiones.

Dos son constantes:

-No me hacen caso los miembros del gabinete porque soy interino…

-¡Los hijos de Fausto siguen en la Casa de Gobierno y arman cada desmadre!

Y si no manda ni en Casa de Gobierno…

GODOY HUIRIA A LA SIERRA, “A VER SI ME HALLAN”

En Michoacán hay un beneficiario de la debilitada salud de Fausto Vallejo.

Es Leonel Godoy.

Al menos temporalmente la ausencia de Vallejo ha detenido las investigaciones en contra de supuestos malos manejos de la administración estatal anterior, la del perredista Godoy.

Hoy nadie habla de la deuda del gobierno de Michoacán, ubicada originalmente en 43 mil millones de pesos, acaso la mayor per cápita entre todas las entidades de la república.

Al darla a conocer el 9 de agosto de 2012, dijo Vallejo:

“Estamos en una situación tan profunda que si no recibimos el apoyo de la federación y no hay una reestructuración de la deuda, esto será un shock social”.

Trazó dos vías: búsqueda de recursos y persecución de ex funcionarios.

Hoy Jesús Reyna ha recibido garantías de mayores apoyos federales para detener ese shock.

Eso le beneficia, mientras la federación tiene un dato de inteligencia:

Leonel Godoy Rangel informó a su entorno su intención de irse a la sierra –“a ver cuándo me encuentran”- si se libra alguna orden de aprehensión en su contra.

Experiencia familiar tiene: su medio hermano Julio César Godoy Toscano huyó cuando fue desaforado como diputado federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por sus supuestas ligas con el crimen organizado y en específico con Servando Gómez Martínez, La Tuta.

El es la cabeza de Los Caballeros Templarios, sucedáneos de La Familia Michoacana.

Sin embargo, de momento no hay está en el horizonte el encuentro de los Godoy en territorios prohibidos a las instituciones nacionales.