2025, la incertidumbre
TELEFONO ROJO
· Los Chuchos pierden los primeros pulsos del PRD
· Bejarano y su gente quieren arrebatarles el partido
· Un viejo acuerdo de Enrique Peña y Angel Aguirre
Los pulsos de diciembre no han sido favorables para Los Chuchos.
Han sido adversos para la tribu de Jesús Ortega y Jesús Zambrano.
Y, obvio, favorables para los radicales liderados por Izquierda Democrática Nacional (IDN), la corriente de René Bejarano y cuyos principales alfiles son su esposa Dolores Padierna y Alejandro Sánchez Camacho.
Unos actúan en el Congreso, como hemos visto con las incertidumbres de las reformas pendientes, y otros desde el partido, donde desde hace tiempo El Señor de las Ligas detenta la secretaría general por un incondicional suyo.
Los problemas se han venido en cascada a partir del 2 de diciembre.
Ese día los llamados Chuchos mayores, Ortega y Zambrano, acudieron al Castillo de Chapultepec a firmar el Pacto por México.
Actitud lógica porque en ese documento de largo alcance para el país se incluyen gran parte -Zambrano habla de 60 por ciento, otros de 80 por ciento- de los planteamientos de la izquierda.
Aceptaron la oferta de Enrique Peña Nieto, quien desde sus tiempos de presidente electo estableció contacto con todos los partidos e, impulsado por los gobernadores, propuso negociaciones para incorporar las propuestas de ellos.
Nada vergonzante, pero los grupos intransigentes de la izquierda no lo ven así.
PRIMERO EL PRD-DF, LUEGO EL PRD NACIONAL
Las disidencias perredistas las vemos en el Congreso de la Unión.
Si se frenan las reformas, el país pagará las divisiones partidistas.
Porque si el PRD está fraccionado en tribus, en el PAN cada día es más evidente el distanciamiento del grupo calderonista Ernesto Cordero, Javier Lozano, Maximiliano Cortázar- con la estructura panista de Gustavo Madero.
El conflicto perredista es más grave lejos de los escenarios legislativos.
Los bejaranistas avanzan en su labor de zapa contra Los Chuchos, a quienes acusan de haber abandonado los principios partidistas para caer en brazos del PRI.
Las primeras consecuencias las verán en la elección para dirigente capitalino del PRD, donde René Bejarano lleva delantera.
Cierto, Bejarano detenta el control del Distrito Federal desde 1997, cuando fue clave para la victoria de Cuauhtémoc Cárdenas, y está en posibilidad de negociar una alianza con otras agrupaciones con fines mayores.
Por ejemplo, podría darles la presidencia y otras posiciones del PRD-DF en aras de garantizar su respaldo para, unidos, enfrentar a Los Chuchos y arrebatarles por fin el partido.
Es un plan a mediano plazo pero, como señalamos arriba, van bien.
EL CNA Y LA NUEVA ALIANZA AGROPECUARIA
1.- Hace seis años el senador priísta Angel Aguirre Rivero visitaba con frecuencia a un amigo suyo, el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto.
Naturalmente hablaban de proyectos para recuperar la Presidencia y de políticas legislativas, pues Aguirre Rivero encabezaba la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado.
El destino lo llevó al PRD y, tras anunciarle su emigración, hizo una promesa a Peña Nieto:
-En Guerrero tendrás un amigo. Me comprometo a ser respetuoso de tu campaña y la de tu partido, y cuando seas presidente trabajaremos juntos.
Ayer Peña Nieto estuvo en Guerrero y, en privado, los dos reafirmaron su vieja alianza y para fortalecerla sellaron apoyos mutuos.
2.- Uno de los principales consejeros en política agropecuaria de Enrique Peña Nieto ha sido Juan Carlos Cortés, cabeza de los productores rurales organizados.
Cortés entregará este día, ante el propio presidente de la república, la presidencia del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) a Benjamín Grayeb.
El compromiso de Peña Nieto y los secretarios de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, y de Economía, Ildefonso Guajardo, es trabajar unidos para destrabar cuanto dejaron trabado los gobiernos panistas con el deterioro de la producción agropecuaria y la apertura indiscriminada.
Por esa política anti rural se unieron el sector privado y agrupaciones sociales históricas como la CNC de Gerardo Sánchez.
3.- Ayer se firmó un convenio para seguirle la pista.
El alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante, y director de Banobras, Alfredo del Mazo, se comprometieron a reordenar el transporte público de aquella urbe fronteriza.
El arreglo habla de reducir el gasto dedicado por los usuarios al transporte hasta en 50 por ciento, el tiempo de traslado en 60 y aumentar la calidad de vida.
Un modelo para otros municipios.
Y 4.- ayer se conoció la templanza de Francisco Arroyo Vieyra.
Al presidente de la Cámara de Diputados no lo intimidaron los perredistas descarriados ni el petista Rafael Huerta Ladrón de Guevara, quien subió a la tribuna y durante minutos le gritó al oído.
No cedió ante Huerta Ladrón de Guevara, a quien sus partidarios conocen por su virulencias desmedidas a pesar de su edad.