
Visión financiera
TELEFONO ROJO
· Los gobernadores del PRD optan por Ebrard sobre El Peje
· Todos lo quieren de asesor e imitarán programas sociales
· Ningún gobierno del perredismo será financiero de Morena
Andrés López está por llevarse una sorpresa si cree haber visto ya todos los abandonos.
Todavía le falta.
Lejos, frío e insensible sintió a Marcelo Ebrard cuando requería apoyo para montar una protesta por su derrota de julio y no hubo eco en el Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Ebrard prefirió irse del país en los momentos clave.
Ebrard no es Alejandro Encinas y no quiere pagar facturas cuando, entonces sí, busque la candidatura presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para 2018.
Porque Encinas pagó con abandono del electorado mexiquense su osadía de haber prestado la ciudad de México para la gran manifestación del Peje contra la victoria del panista Felipe Calderón en 2006.
Desde entonces es cadáver y si llegó al Senado de la República fue por el apoyo del Peje, quien lo impulsó en la lista plurinominal de la izquierda a pesar de la oposición de varias tribus, entre ellas las de Los Chuchos Jesús Ortega y Jesús Zambrano.
Con Ebrard se alineó Miguel Mancera.
El futuro jefe de Gobierno se mantuvo firme en su promesa de respetar la decisión de las autoridades electorales y tratar con quien resultara presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Ese es el priísta Enrique Peña Nieto y ya hay diálogo con él.
PETICIONES PERREDISTAS AL EQUIPO DE PEÑA
Con Enrique Peña Nieto, hemos dicho aquí, se ha ido la izquierda racional.
Esta incluye a todos los gobernadores perredistas.
Si Marcelo Ebrard tiene alguna reticencia al cómputo del Instituto Federal Electoral (IFE) y a la calificación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), no es el caso del guerrerense Angel Aguirre, el tabasqueño Arturo Núñez, el morelense Graco Ramírez.
Todos han entrado en contacto con el equipo de Peña Nieto.
Y todos tendrán su recompensa.
Desde ahora tienen confianza y cercanía con el futuro presidente y cuando éste ascienda al poder empezará una etapa diferente de colaboración y de entrega de recursos con oportunidad, sin los regateos sufridos por la oposición priísta y perredista durante el calderonismo.
Con información de primer nivel puede darse un adelanto:
Ellos ya presentaron parte del diagnóstico de sus estados y han enlistado algunas de sus peticiones para 2013.
Sus peticiones son inmensas.
Aguirre se queja de deudas, desviaciones y obras realizadas sólo en los informes de gobierno de Zeferino Torreblanca, de rezagos acumulados y de daños causados por sismos e inundaciones.
Graco Ramírez acusa a su antecesor Marco Antonio Adame de malos manejos y de dejarle un estado en crisis, mientras Arturo Núñez habla de prácticamente reconstruir Tabasco.
Todos tendrán atención privilegiada.
ANGEL AGUIRRE: EMULAR PROGRAMAS DEL DF
Andrés López puede tener otra vara para medir su abandono.
Los gobernadores perredistas se han ido con Marcelo Ebrard.
Es su paradigma.
Ya se ve en Guerrero, donde Angel Aguirre ha copiado hasta el Metrobús para Acapulco y estudia llevarlo a Chilpancingo, amén de instaurar un Turibús con ruta directa Distrito Federal-Taxco.
Ebrard tiene ascendente sobre ellos.
Clave ha sido el impulso ofrecido por el jefe de Gobierno a las campañas de Aguirre y Graco Ramírez, apoyo jamás recibido por el ex candidato presidencial Andrés López.
Por lo tanto, no es ingratitud hacia López, sino gratitud hacia Ebrard.
Ebrard trabajará con todos.
Será su asesor y, como dijo el propio Aguirre, los gobernadores perredista están obligados a emular al jefe de Gobierno saliente en programas sociales exitosos.
Si acaso Arturo Núñez ltendrá consideraciones al Peje por su calidad de político distinguido y paisano, pero ya le advirtió con todas sus letras: el gobernador de Tabasco será él y no aceptará injerencias de López.
O sea, ni Guerrero ni Morelos ni el Distrito Federal y menos Tabasco serán caja chica de Morena o del Peje.
Le darán donde más duele: en el bolsillo.