TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· El cambio de administración nos costara mil 200 millones

· Habrá bono de fin de sexenio a 1.5 millones de burócratas

· Posponen la transmisión administrativa para septiembre

La agenda electoral está a la vista.

Se la adelanto:

La calificación de la elección de Enrique Peña Nieto será entre el 22 y el 26 de agosto.

Es decir, el Tribunal Electoral no esperará la fecha límite del 6 de septiembre, como desea el perredista siempre ajeno a la ley, Andrés López.

El tabasqueño quiere extender el conflicto al máximo, hasta el fin de los siglos o la destrucción de todos los Sorianas y las sucursales de Monex, y si los órganos electorales se prestan, qué mejor.

Pero no, no se prestarán.

No hay razón.

Hasta ahora todos los elementos entregados por la alianza de López no justifican ni la invalidez de las elecciones del 1 de julio y ni siquiera el cuestionamiento del triunfo de Peña más de 3.3 millones de votos.

No hay riesgos.

Los abogados del PRI se solazan con argumentos sin sustentos y en PRD están conscientes de su falta de substancia.

Pero deben hacerle el juego al Peje y por eso se someten a los caprichos del Mesías tropical (Enrque Krauze dixit) o serán expulsados del paraíso si se oponen.

DINERO A BUROCRATAS CON CARGO AL PRÓXIMO SEXENIO

En columnas anteriores se ha hablado de la generosidad del gobierno de Felipe Calderón.

De cómo, muy cerca del final, ha concedido plazas e incrementos salariales a funcionarios de nivel medio a superior a fin de garantizarles grandes tiempos y futuras comodidades ante el cambio de administración

A estos datos agregue usted lo informado ayer: 5.7 de incremento salarial a los burócratas y, un dato no oficial, la entrega de bonos sexenales.

Y si esto le parece poco, sume algo más: un bono sexenal para todos los servidores públicos, como se denomina a quienes dependen de la nómina oficial y a veces nos desprecian como usuarios de sus oficinas.

No se trata de miserias: hay más de 1.5 millones de servidores públicos y el más humilde de ellos recibirá al menos dos mil pesos antes de ver partir a Felipe Calderón.

Dinero con cargo al que viene.

Ya no son los tiempos de Ernesto Zedillo, cuando su brody Humberto Roque Villanueva encontró un guardadito de dos mil y tantos millones de pesos en Aseguradora Hidalgo y pudieron repartirse dos mil 300 millones de pesos entre los burócratas de aquel 2000.

Ahora será con cargo directo al erario.

La FSTSE y Fedesp), de Joel Ayala y Elba Esther Gordillo, respectivamente, les garantizan ese bono de fin de sexenio para no verla tan mal en el tránsito administrativo.

SALARIOS Y MIL 200 MILLONES PARA CAMBIO DE GESTION

Las decisiones presidenciales tienen otro elemento.

Ya está listo el operativo para entregar la administración federal al priísta Enrique Peña Nieto, pero el Tribunal Electoral no ha dado la palabra final y se ve mal no cuidar las formas.

Por lo tanto, la entrega de administración no inicirá en agosto como se tenía previsot, sino hasta septiembre.

Simple trámite, dirá usted.

Nada de eso.

Diez altos funcionarios de cada dependencia se encargarán de atender al equipo de quien viene y éste recibirá tanto el inventario físico, las cuentas (el famoso Libro Blanco) como la lista de servidores púbicos de cada una.

Por quien entrega estará el titular de cada secretaría –por ejemplo Alejandro Poiré en Gobernación-, pero será interesante ver quién encabeza cada grupo por parte de Peña Nieto.

¿Por qué?

Simple: porque pueden ser los próximos titulares.

Eso ya se verá con la lista de enviados peñistas.

Lo no dicho hasta ahora es cuánto costará ese operativo.

Se lo digo: mil 200 millones de pesos.

Eso ha previsto Hacienda, la secretaría de José Antonio Meade, para el trámite.

Hasta 2000, entre priístas, no costaba la entrega de la administración –o no se sabía-, pero con el panista Vicente Fox las cosas cambiaron y pidió dinero y Ernesto Zedillo le cumplió sus antojos y los futuros funcionarios ya cobraron antes de asumir y la tradición está establecida.

Anote usted: mil 200 millones de pesos.

Si le sirve e consuelo, le doy un dato: es menos de lo pagado por la inútil Estela de Luz de Alonso Lujambio.

Y si quiere otro adelanto, aquí le va: el equipo de Peña Nieto estudia qué hacer con ese adefesio urbano.

Votemos por su destrucción.