TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· Calderón juega Xbox y se divierte como enano

· El espíritu de Juan Camilo Mouriño sigue vivo

· Para la Conago, Ebrard reconoce a Peña Nieto

La nostalgia presidencial por Juan Camilo Mouriño no han terminado.

El político de origen campechano -aunque algunas versiones de su nacimiento lleven a España- marcó el sexenio del presidente Felipe Calderón para todo.

Su muerte en noviembre de 2008 dejó un hueco cuyos efectos sellaron tanto al equipo de gobierno como a la administración y, cómo no, también la sucesión.

Mouriño era el predestinado para la candidatura panista a la Presidencia de la República y, en su ausencia, Calderón no pudo construir un sustituto de posibilidades.

Alonso Lujambio no creció siquiera para entrar a la contienda interna de Acción Nacional (PAN) y Ernesto Cordero, ya se sabe, quedó a años luz de Josefina Vázquez.

En ese vacío sobrevivieron algunos calderonistas y mouriñistas sin mucho futuro.

Hablemos de dos ex subsecretarios en Gobernación a comienzos del sexenio:

Abraham González, en cuyo rancho familiar Calderón fue destapado en 2005 y cuyos aviones y financiamientos fueron importantísimos para la campaña de 2006, hoy está integrado a los negocios familiares de Leche Sello Rojo.

Y Abraham Cherem Mizrahi, sobre quien gira la historia de hoy, ha cancelado de momento su participación en la política y se va al extranjero a cursos de post grado.

A Estados Unidos, específicamente.

Ello no obsta para mantener el afecto de su amigo Felipe Calderón, como se verá a continuación.

UN BUEN RECREO CON MAXIMILIANO Y ALEJANDRA

Semanas atrás, tres para ser precisos, hubo una reunión por el rumbo de Las Lomas.

Casa particular de alcurnia.

Abraham Cherem Mizrahi había perdido el 1 de julio una diputación federal en Jalisco, donde arrasaron los priístas Enrique Peña, Aristóteles Sandoval y Ramiro Hernández, y decidió abrir un paréntesis en sus actividades públicas.

Por lo tanto, se despidió con la flor y nata del panismo.

Desde su posición de subsecretario en Gobernación –con Juan Camilo Mouriño, por supuesto- se preparaba un futuro y era muy reconocido por sus amigos panistas.

A la reunión del adiós acudieron buena parte de ellos.

Felipe Calderón en primer lugar.

Era cosa de verlo: feliz, contento, amistoso con todos, platicador como si las votaciones no hubiesen significado un quiebre para su partido y para el país.

Pese a su buen talante, a muchos sorprendió cómo se apuntó para jugar Xbox con amigos suyos, entre ellos su primer coordinador de Comunicación Social en la Presidencia de la República, Maximiliano Cortázar, y su sucesora Alejandra Sota.

Los tres pegados a la consola, los tres como centro de atención.

-Tenía tres años y medio de no agarrar uno –comentó Calderón en abierta referencia al juego de jóvenes y adolescentes.

¿Tres años y medio?

Más o menos el tiempo de la lamentable ausencia de Juan Camilo Mouriño.

¿Ya entiende por qué le dijo que el espíritu de Mouriño sigue vivo?

CONVIVENCIA Y VELADA A BASE DE AGUA MINERAL

1.- Para quienes mantienen especulaciones, le anoto un dato:

durante horas y horas el presidente Felipe Calderón sólo bebió agua mineral.

Era un hombre radiante.

Exultante, se podría decir.

2.- Marcelo Ebrard reaccionó con furia contra Héctor Hernández Llamas, su mensajero a la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) donde reconoció el triunfo del priísta Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, al interior del organismo presidido por el chihuahuense César Duarte no hay duda: la Conferencia sigue con su agenda, con sus temas y su unidad, Ebrard incluido.

Y 3.- con esa convicción, el viernes se celebrarán diez años de la Conago y se dará un relevo: el duranguense Jorge Herrera relevará al tabasqueño Andrés Granier en la Comisión de Infraestructura.

Herrera tiene el compromiso de gestionar recursos con el nuevo gobierno para generar mayores recursos a partir del nuevo gobierno, tarea para la cual ya contactó al triunfante Enrique Peña.

Su agenda incluye también pláticas con legisladores y el todo poderoso del próximo presidente, Luis Videgaray.