
Indicador político
TELEFONO ROJO
· El gobierno abre la chequera al cerrar el sexenio
· Más burocracia con más prestaciones para Peña
· López asusta a Ebrard y Mancera con su discurso
Buena parte de la burocracia está agitada y no es para menos.
El resultado electoral, tan desfavorable a Josefina Vázquez y a la causa panista, aceleró medidas administrativas en prácticamente todas las dependencias federales.
Se notan los cambios.
A empleados de todos los niveles se les han pedido sus expedientes con varios objetivos de larga repercusión tanto para ellos como para el aparato burocrático del Estado.
Se les promete la base laboral a quien no la tiene, incrementos salariales, trámites para el bono sexenal u otros beneficios exclusivos de los servidores públicos.
Las condiciones varían, pues cada secretaría u organismos descentralizado tiene sus propias características.
Hasta en la función pública hay clases.
Las hay con muchísimos privilegios, ingresos elevados, sobresueldos significativos, derechos de jubilación a los pocos años, seguros médicos de primer nivel y muchas otras prestaciones.
A ese corresponden, digamos, las dependencias tipo A y a él pertenecen las de tipo financiero.
A la B pertenecen las de condiciones medias y al final, en la C, quedarían las de menor importancia.
No se vaya por la finta.
Si bien Felipe Calderón pretendió desaparecer tres secretarías Reforma Agraria, Función Pública y de Turismo-, no son las menos valoradas.
BUROCRACIA MULTIPLICADA VARIAS VECES
Tal vez estas acciones fueron programadas con mucho tiempo, pero llama la atención la premura.
Porque durante el sexenio se hicieron muchas promesas de austeridad.
Inició con anuncios de descuentos ligeros al salario, acción destinada a mermar las críticas de Andrés López, quien finca sus campañas en compromisos de ahorros a costa de la alta burocracia y de esa manera ahorrar 300 mil millones de pesos.
Siguió con promesas de reducciones complementarias como celulares, gastos de representación, viáticos y otros.
La eliminación de SRA, SFP y Sectur generaría ahorros por 180 mil millones de pesos, dijo señaló el presidente Felipe Calderón en septiembre de 2009, aunque luego su propuesta fue rechazada por el Congreso.
Hoy todo eso ha quedado atrás.
En las postrimerías del sexenio, tras las elecciones, se hacen trámites cuyos efectos los resentirá el presupuesto actual, pero sobre todo los de la próxima administración.
Esa será una de las herencias de Enrique Peña, quien no recibirá los mil 800 altos mandos habidos en el último sexenio priísta el de Ernesto Zedillo-, sino muchos más.
En estos deberán incluirse unos seis mil 500 directores adjuntos.
Su costo se multiplica porque no es nada más su salario, sino mayores prestaciones, seguros médicos, gastos pensionarios, premios y muchos otros beneficios.
MANCERA PIDE AL PEJE SUJETARSE A LA LEY
Un perredista y un aliado de los perredistas sudan cuando Andrés López va a hablar.
Marcelo Ebrard y Miguel Mancera no saben en qué momento el tabasqueño va a dar el paso comprometedor para su proyecto político y el futuro de la izquierda.
Si bien fue aliado del plantón Zócalo-Madero-Juárez-Paseo de la Reforma, Ebrard quiere terminar su administración sin problemas para no tener obstáculos en su salto hacia la conducción del PRD, desde donde proyecta construir su candidatura a la Presidencia de la República.
El sería el más afectado como en 2006 Alejandro Encinas porque, dado el paso a las movilizaciones, le correspondería lidiar con El Peje y sus seguidores.
En cambio, Mancera remitiría al 5 de diciembre, cuando tomará posesión.
Para entonces Peña ya será presidente en funciones y deberá haber terminado el conflicto post electoral aunque, como se adelantó aquí, se lleve la queja a instancias internacionales.
En espera del desenlace, vale la pena reproducir la declaración de Mancera sobre López:
Es muy buena la relación con él. Como siempre, yo he reiterado que celebro que esto sea por el cauce de las instituciones, de la ley.
El ha sido muy claro que va a seguir por ese camino y nosotros estamos totalmente en esa línea también.
Mancera sí, pero ¿realmente López está en la línea de la ley?