TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· Camacho promueve la alianza de facto con el PAN

· Sin embargo, Calderón y Vázquez Mota se oponen

· Chihuahua y la convocatoria de Robles y Merodio

El desplome de Josefina Vázquez ha alimentado nuevos apetitos aliancistas.

A la izquierda no le queda duda: la candidata presidencial panista ha dejado de tener opción ya no de victoria, sino de recuperar el segundo lugar en el cual marchó durante mucho tiempo.

Mucha razón deben tener, pues ayer el ex presidente Vicente Fox ya de plano convocó a votar por el puntero y todas las encuestas colocan en esa posición al priísta Enrique Peña.

Sus datos son inequívocos:

-Peña lleva más de 15 puntos –dijo y agregó:

-Debemos cerrar filas atrás de quien vaya a ganar, pero ya es claro que se perfile un ganador y debemos de apoyar para que podamos resolver los problemas.

De la panista Vázquez:

Quedan tres semanas y debe trabajar con intensidad para afianzar el segundo lugar.

Luego descalificó al perredista Andrés López:

-Ha sido inflado artificialmente –asentó y preguntó a cuál López creerle: ¿a quien incendiaba pozos petroleros, al quien descalificó las instituciones, a quien pregona el amor por corto tiempo o a quien ha regresado a su condición de contestatario?

Eso dijo Fox y ya el PAN está enojado.

PLANTEAMIENTO INACEPTABLE Y A DESTIEMPO

Contrario a ese ambiente hay un entusiasta.

Es el anti priísta radical Manuel Camacho, quien aprovecha su posición de enlace pejista con la izquierda para insistir en acercamiento con panistas en busca del voto útil para Andrés López.

Sus argumentos no cambian y son los mismos de procesos pasados y sobre todo en la fracasada alianza en el estado de México, donde el priísta Eruviel Avila zarandeó por igual al panista Luis Felipe Bravo y al perredista Alejandro Encinas.

Sólo unidos, dice Camacho, priístas y panistas serán capaces de derrotar al priísta Enrique Peña, quien se encuentra muy arriba y muy lejos del perredista López y no se diga de la panista Vázquez.

El esfuerzo incluye la búsqueda de estrategas panistas, pero todavía no llega a Josefina, acaso la única autorizada a declinar y a llamar a sus correligionarios y simpatizantes a impedir el regreso del PRI.

Aparte de ella puede haber otros actores de esta alianza de facto, pero todavía no muestran su huella digital: el presidente Felipe Calderón y el titular del GDF, Marcelo Ebrard.

Al margen del destino de estas negociaciones de Camacho con algunos panistas, puede adelantarse un comportamiento: el domingo próximo López y Vázquez se sumarán para atacar a Peña.

Esa escena ya la vimos en el primer debate.

SE ATASCA EN LOS PINOS LEY DE TRABAJADORES

1.- En Los Pinos no hay apuro para emitir el reglamento de la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores, la cual fue aprobada por el Congreso de la Unión hace un año.

Por ello la Permanente exhortó al presidente Felipe Calderón a promulgarlo cuanto antes a fin de dar vales de despensa, apoyos para restaurantes o comedores industriales, a los trabajadores del país.

Es una medida de beneficio fiscal para los asalariados.

2.- Pocos han centrado su discurso en el combate al crimen organizado como el perredista Arturo Núñez.

-Nadie en su sano juicio está en contra de esa lucha –me dijo-, sino a favor de cambiar la estrategia e implementar lo que yo llamo tiros de precisión.

Desde la perspectiva de Núñez, el combate federal es aparatoso, ineficiente y dispersor de recursos.

En Tabasco, estado al cual aspira a gobernar, implementará esa estrategia con apoyo de policías y jueces con experiencia internacional, como quienes han atacado a las mafias italianas.

Se centrará en dos frentes: tráfico de migrantes y comercio de droga.

Y 3.- la ex perredista Rosario Robles y la candidata senatorial priísta Lidia Merodio dieron ayer en Chihuahua muestra de su capacidad de convocatoria con la marcha de más de 20 mil mujeres a favor de la paz y de Enrique Peña.

En distintas ciudades del país se preparan manifestaciones similares, justo cuando en otros frentes tratan de meter ruido al proceso con el fin de descarrilarlo.