
La presidenta predica en el desierto
TELEFONO ROJO
· La justicia tiene lista otra embestida contra Moreira
· La Función Pública pide no usar la credencial del IFE
· Y Pemex no difunde resultados por la veda electoral
En las alturas oficiales se repite con insistencia un nombre: Humberto Moreira Valdés.
Para mal, obvio.
Si fue despiadada la embestida para destruirlo como dirigente del PRI, no puede ser diferente ahora.
Las investigaciones en su contra y la deuda de Coahuila por 36 mil millones de pesos, miles de ellos mal habidos, han continuado y están a punto.
Mucho ha ayudado la información proveniente de Estados Unidos, donde ya se abrió proceso a Javier Villarreal Hernández por lavado de dinero.
Dos pistas se siguen sobre cuentas bancarias por unos 20 millones de dólares y varias propiedades: dinero extraído de las arcas de Coahuila o recursos provenientes del crimen organizado.
Fuera uno o lo otro, Villarreal Hernández es ligado a Moreira Valdés porque fue el financiero gubernamental en la pasada administración desde el Sistema de Administración Tributaria del Estado de Coahuila.
La justicia estadunidense desentrañará ese caso.
La mexicana, en cambio, pule datos duros para difundirlos y linchar a Moreira Valdés en tiempos de campaña.
Todo está a punto, dicen fuentes confidenciales, y sólo se espera la orden superior para darles publicidad.
El tiempo les apremia, porque el uso de esa información será político y sólo restan seis semanas para las elecciones presidenciales de julio.
Con otro ingrediente preocupante: la panista Josefina Vázquez no remonta y está en riesgo de rezagarse en el lejanísimo tercer lugar, muy cerca del Gabriel Quadri.
Y eso duele mucho al panismo gobernante.
DEL DISCURSO DE CALDERON A LA REALIDAD
La neutralidad electoral tiene distintos colores.
Más allá de las leyes, en términos generales depende de los pruritos, de la demagogia o de las afinidades de los titulares de las instituciones.
En esto no cuentan discursos, como el dado ayer por el presidente Felipe Calderón a los nueve consejeros del IFE, a los cuales les prometió mantener ajeno del proceso.
Su opinión es subjetiva.
No la comparten, por ejemplo, las oposiciones porque vieron su parcialidad lo mismo en la campaña interna del PAN, cuando fue evidente la operación para cargar a la burocracia en torno al derrotado Ernesto Cordero.
Perredistas y priístas, sobre todo los últimos, brincaron cuando en una reunión de accionistas de Banamex el propio primer mandatario presentó láminas donde según su dicho la candidata panista Josefina Vázquez estaba a cuatro puntos de Enrique Peña.
Los mismos partidos ven activismo político con promociones de obras, discursos, inauguraciones y un activismo como el de Vicente Fox hace seis años.
Calderón puede seguir sin temor alguno.
-Fox puso en riesgo la elección de 2006 -determinó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y no pasó nada.
-Calderón violó la Constitución en 2010, determinó el mismo Tribunal y tampoco paso nada.
APUNTES DE LA FUNCION PUBLICA Y PEMEX
Por eso sorprenden medidas aisladas de algunas dependencias.
En la Secretaría de la Función Pública, por ejemplo, algunos funcionarios han criticado el uso de la credencial de elector como método de identificación a quienes visitan sus instalaciones.
-¿Por qué? preguntó sorprendido un funcionario de la CFE.
-Porque estamos en tiempo electoral y hay veda le contestó el vigilante.
Con semejante rechazo, el visitante mostró su carnet de CFE.
Otra situación rara es la de Pemex.
La paraestatal a cargo de Juan José Suárez Coppel presume haber alcanzado por fin su zaga de números rojos para pasar a ganancias reales.
Esto pasó en el primer trimestre del año pero, ¿sabe qué?, Pemex el dato no ha sido tan publicitado para no ser acusado de violar la veda electoral.
Me lo dice un funcionario de alto nivel y no se lo creo.
¿A quién se le ocurre semejante aberración?
-Pues a los legisladores, que dejaron un vacío inmenso donde se puede ser acusado o no. Si después se gana o pierde el pleito, es otro boleto repone el directivo petrolero.
Es para no creer.