
Humildad y distinción
TELEFONO ROJO
· La reunión Fox-Vázquez no trajo ánimo al PAN
· Oliva duda y le gustaría regresar a Guanajuato
· También desplazan a Pérez Cuevas y Carrasco
La reunión con Vicente Fox no trajo paz y ánimo al cuartel de Josefina Vázquez.
A juzgar por el ambiente, las confrontaciones internas siguen intensas y seguramente habrá nuevas bajas.
Hay incorporaciones no aprovechadas.
Por ejemplo, esa de Juan Manuel Oliva, a quien se le pidió dejar el gobierno de Guanajuato para asignarle una secretaría general adjunta de elecciones.
El 29 de marzo ese era un honor.
Atendía el llamado de su dirigente nacional Gustavo Madero porque, explicó, soy un soldado de mi partido y de México.
Sin embargo, un mes después su situación es inestable.
No tiene mayor influencia ante el ejército de externos ni la libertad necesaria para reestructurar comités estatales, distritales y municipales.
Su propósito, dijo todavía el 21 de abril en Aguascalientes, era integrar operadores de efectividad en todo el país para posicionar a Vázquez y demás candidatos azules.
Lo dijo así:
Hombres y mujeres que defiendan el voto en las casillas el primer de julio, bajo una serie de estrategias que permitan cumplir el objetivo: que Josefina presidenta de la república.
¿A GUANAJUATO PARA NO PERDER PLAZAS?
Hoy Juan Manuel Oliva no está seguro de haber tomado la decisión correcta.
Y menos cuando en Guanajuato las cosas electorales no marchan como él las quería, acaso porque su delfín Héctor López no controla el estado como él lo hacía desde antes de ocupar Palacio de Gobierno, desde el PAN.
La información ya escapó del grupo cerrado de Josefina Vázquez Mota: Oliva prefiere emigrar.
Las razones son obvias: no es lo mismo estar en una posición ejecutiva, con el erario a su disposición y un ejército de funcionarios, a estar sin recursos y supeditado al mando de personajes llegados quién sabe de dónde y sin el mayor amor a Acción Nacional y a su abanderada.
Su regreso, empero, no es tan simple.
Cuando a fines de marzo se le propuso incorporarse, él pidió licencia definitiva porque la imagen de la candidata no había mostrado tantas costuras, incongruencias y errores.
En consecuencia, no se preveía la caída de las semanas recientes.
En adición, se le garantizó influencia cabal en El Bajío para guanajuatizar el país, como en 2009 le llamó el entonces dirigente Germán Martínez.
Nada de esto se ha cumplido y, para colmo, las campañas en Guanajuato empiezan a mostrar el reflejo del desánimo del panismo en todo el país.
Tal vez el PAN retenga la entidad con Miguel Márquez ante el priísta Juan Ignacio Torres Landa, pero no se puede decir lo mismo de ciudades insignia para ese partido como León.
Y ante el riesgo de debacle, más vale conservar esas plazas.
DESAPROVECHAN A DIODORO EN SEGURIDAD
Por lo dicho, no se sorprenda si Juan Manuel Oliva se suma pronto a las bajas en el grupo de Josefina Vázquez Mota.
No sería el único.
Ya Francisco Ramírez Acuña prefirió poner océano de por medio a presenciar la debacle.
Gustavo Madero va dizque a defender el proyecto de Vázquez Mota y a atacar a Enrique Peña Nieto en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, tal vez porque no confía en cuadros vázquezmotistas como Alberto Pérez Cuevas.
Y tampoco sería extraña la lejanía de otros cuadros antaño tan ligados a Vázquez Mota.
Como simple ejemplo agregue a la lista mencionada al oaxaqueño Diódoro Carrasco, a quien distrajeron de su campaña al Senado para pedirle apoyo en algunas áreas.
Aunque oficialmente es adherente y no militante, Carrasco tiene experiencia política de relevancia: diputado federal, senador, gobernador y secretario de Gobernación por el PRI, y legislador por el PAN.
Como priísta rindió el mayor fruto del combate a la delincuencia organizada en las postrimerías del zedillismo, cuando se creó la Policía Federal Preventiva, se estructuró un padrón de corporaciones, se crearon centros de inteligencia regionales (los C-4) y se sometió a los cuerpos de seguridad estatales.
¿Y cuál es el principal problema actual además del desempleo?
La seguridad.
Hoy la coordinación policiaca no está ni en el discurso gubernamental.