TELEFONO ROJO/JOSE UREÑA

TELEFONO ROJO

· La izquierda no pidió hablar ante Calderón y Peña

· El PRI tampoco abogó por el discurso presidencial

· La Lotería Nacional disputará clientes a los casinos

Dos hechos transcurren en estas horas definitivas para la transición:

1.- Además del temario para su encuentro con Barack Obama, Enrique Peña Nieto llevó consigo una lista de sus prospectos para integrar su equipo de trabajo.

Y 2.- todavía hay esperanzas de acuerdo con la izquierda institucional más radical para una ceremonia tersa, civilizada, en Palacio Legislativo el sábado próximo.

Por partes:

En torno a lo primero, con Estados Unidos se gestionará una nueva relación a partir de la colaboración y el entendimiento, lo cual significa abandonar el tema único de la seguridad.

Continuará la ayuda y se cumplirán convenios y acuerdos como el Plan Mérida, pero se buscará explotar las infinitas posibilidades migratorias, turísticas, económicas y comerciales de los dos países.

En cuanto a los futuros miembros del gabinete, los colaboradores de Peña Nieto advierten la profundidad con la cual su jefe analiza caso por caso, sin aceptar presiones.

En la mayoría de los casos –secretarías de Estado, organismos descentralizados, paraestatales- todavía mantiene ternas y con frecuencia ni los mismos integrantes saben.

El círculo cercano trata de retirar la atención de los medios con un dato: para el próximo gobierno sólo están firmes su titular, el propio Peña Nieto, y sus dos brazos operativos, Luis Videgaray y Miguel Angel Osorio Chong.

El primero en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el segundo en Gobernación (Segob).

PEÑA SE ORGANIZO PARA HABLAR EN PALACIO

De nada sirvieron los acuerdos en la Cámara de Diputados.

Los coordinadores parlamentarios platicaron, analizaron, acordaron y firmaron.

En aras de no generar conflicto, los priístas encabezados por Manlio Fabio Beltrones aceptaron una ceremonia austera.

La sesión iniciaría a las 9:00 horas con posicionamientos de las fracciones –diez minutos cada una- y estar listos para el arribo de los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

La entrega de la banda presidencial del mandatario saliente al entrante, vía Jesús Murillo, se haría en calma.

Cierto, por la izquierda sólo participó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a través de Silvano Aureoles, pero ahora esas mismas siglas y su dirigente Jesús Zambrano desconocen la palabra y la firma empeñadas.

Se han unido a las fracciones del Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), varios de cuyos legisladores ya prometieron generar protestas en el recinto.

Los perredistas usan un falso argumento: Peña Nieto no escuchará sus arengas.

Carecen de razón porque durante las negociaciones jamás plantearon hablar ante Calderón y Peña Nieto.

Tampoco el PRI insistió en permitir el mensaje de toma de posesión para Peña Nieto, acaso porque ya estaba la previsión de organizar un acto especial en Palacio Nacional.

De nada sirvió ceder.

El PRI retomó las negociaciones ante los nuevos amagos y todavía hay esperanza de oooootro acuerdo.

Quedan cuatro días.

PLANES DE GONZALO ROARO PARA LA LOTERIA

A punto de terminar el sexenio, Benjamín González Roaro está por dar una sorpresa agradable en la Lotería Nacional (Lotenal).

La Secretaría de Gobernación (Segob) le extendió el permiso correspondiente para ingresar a un nuevo esquema de apuestas, hasta hoy reservado a los casinos.

Se trata de arrebatar pequeños apostadores a las grandes cadenas de azar a través del Keno, lo cual podrán hacer en línea y con muchísimos sorteos y oportunidades en el curso del día.

Pequeños apostadores pero muchos en número, con importes de uno a 50 pesos y premios atractivos para los ganadores.

Este nuevo juego va en consonancia con lo prometido por González Roaro, quien en el capítulo de planes y programas de la Lotería destacó cuatro:

1.- Reposicionar los productos actuales.

2.- Introducir nuevos productos, programas y canales.

3.- Penetrar nuevos segmentos de mercado.

Y 4.- incrementar puntos de venta.

Todos van en consonancia: se va por un nuevo segmento de jugadores y se incrementarán los puntos de venta.

Restan pocos días, pero la nueva administración recibirá un organismos fortalecido y con mayor participación en el mercado de la suerte.