Abanico
TELEFONO ROJO
· Los gobernadores de PAN y PRD ya negocian con Peña
· Piden apoyo y les prometen financiamiento para 2013
· Como sea, pero la reforma laboral saldrá está semana
La oposición ya se bajó a beber agua.
Es cuestión de pragmatismo.
Si ya tomaron posesión o van a asumir el cargo de gobernadores más adelante, lo mejor es prevenirse.
Entre los primeros se encuentran tres de todos los partidos: el priísta yucateco Rolando Zapata, el perredista Graco Ramírez y el panista guanajuatense Miguel Márquez.
Los tres están en funciones y ya responden a sus compromisos de campaña y a las demandas de sus ciudadanos.
En los segundos hay nombre relevantes de tres partidos: los perredistas defeño Miguel Mancera y tabasqueño Arturo Núñez, el chiapaneco verde-tricolor Manuel Velasco y el priísta jalisciense Aristóteles Sandoval.
Sin importar origen, filiación o posición política, todos están en contacto con el equipo de Enrique Peña Nieto.
Eso los aleja, claro, de la actitud beligerante de su caudillo tabasqueño Andrés López, quien trata de marcar distancia del presidente electo Enrique Peña Nieto y de las instituciones por no aceptar el resultado electoral de julio.
Este martes demostrará esta condición en su visita al Senado de la República.
Los gobernadores electos se han ceñido a la decisión de los órganos electorales y tienen clara una situación: para poder enfrentar sus necesidades necesitan coordinarse con el gobierno federal.
Y ese gobierno federal será encabezado por el priísta Enrique Peña Nieto, aunque el mesías tropical lo desconozca.
APOYOS A ESTADOS NO VISTOS CON CALDERON
Todos pueden llevar buenas noticias a sus estados.
Desde el morelense Graco Ramírez, cuya militancia de izquierda es anterior a la de Andrés López, hasta el tabasqueño neoperredista Arturo Núñez Jiménez.
No se diga del yucateco Rolando Zapata, el chiapaneco Manuel Velasco y el jalisciense Aristóteles Sandoval, cuya militancia o afinidad priísta les da para entenderse con el futuro presidente de México.
Todos tendrán mucho apoyo del gobierno federal.
Pero todos enfrentan problemas de mucha gravedad.
Le doy datos:
1.- El michoacano Fausto Vallejo tiene encima pagos por más de tres mil millones de pesos y ya habló directamente con Enrique Peña y Luis Videgaray para salir esa crisis administrativa.
Crisis ajena al problema de seguridad pública lanzado por el crimen organizado y los grupos azuzados por Leonel Godoy y otros perredistas, quienes ya ven la mano de la justicia sobre sus cabezas por desvíos y un endeudamiento superior a los 43 mil millones de pesos.
2.- El morelense Graco Ramírez se ha metido en las tripas de las cuentas dejadas por el panista Marco Antonio Adame y está cierto de una cosa: si la federación no acude en su auxilio, no podrá resolver ni deudas ni necesidades urgentes.
Y 3.- el tabasqueño Arturo Núñez Jiménez se ha trazado un ambicioso proyecto para detonar el desarrollo del estado y requiere respaldo central.
Las negociaciones con el equipo de Peña Nieto, con Luis Videgaray por delante, van por buen camino para resolver problemas ancestrales de ese estado y sobre todo de su capital Villahermosa.
Cuando uno escucha los proyectos de inversión, da la impresión de ver a la mano soluciones ancestrales.
REFORMA LABORAL, PERO NO LA PROMETIDA
La bancada priísta en el Senado de la República tiene la instrucción de sacar la reforma laboral.
Como sea, pero reforma al fin.
Y como no es decisión suya, para dar gusto a la iniciativa preferente de Felipe Calderón necesita el respaldo de otros grupos parlamentarios y no descarte usted el resultado final: el grupo más cercano es el panista.
Esto significa considerar en la votación al coordinador Ernesto Cordero y al beligerante Javier Lozano, quien como secretario del Trabajo y Previsión Social demostró fuerza verbal pero inoperancia total.
El primero ha pasado a ser cero a la izquierda, mientras el segundo juega a aliarse con el grupo liderado por el perredista Miguel Barbosa y el petista Manuel Bartlett.
Ayer comenzaron las discusiones de la minuta y le doy un dato cierto: la reforma laboral saldrá esta semana.
Es posible otro adelanto: no será la reforma prometida por esos adalides del anti sindicalismo.
De momento no habrá ni transparencia de cuentas en los sindicatos ni elección de dirigentes por voto secreto.
De esto se encargará después Enrique Peña Nieto en una iniciativa posterior.