Libros de ayer y hoy
* El Peje y Padierna quieren apear a Naranjo
* Nayarit: PT y Convergencia dejarían al PRD
* Enrique Peña consulta para ir sobre seguro
El síndrome Andrés López cunde más de lo debido.
El pudo registrarse en 2000 gracias al antipriísmo de Ernesto Zedillo, quien pidió no impugnar al tabasqueño para candidato de la capital.
No cumplía el requisito de residencia en el Distrito Federal, al cual gobernó durante casi cinco años, y gran valía fue el freno zedillista.
El candidato presidencial Francisco Labastida jamás iba a desobedecer a Zedillo y menos el candidato defeño, Jesús Silva.
Ni los panistas hicieron olas.
Como López, Alejandro Encinas aspira a se gobernador del estado de México sin vivir en su territorio, condición constitucional para ser registrado como abanderado de la izquierda.
El PAN pule una demanda para frenar esta práctica indebida y nociva, pero apueste usted por un resultado: el PRI no secundará ese paso y difícilmente el Instituto Electoral del Estado de México le negará la constancia a Encinas.
El asunto puede llegar al Tribunal de María del Carmen Alanís, gran amiga de los residentes de Los Pinos.
Ese será otro cantar.
EL ODIO DE PEJISTAS A LOS CHUCHOS
La ilegibilidad ya parece epidemia en el PRD.
El nuevo émulo de Andrés López y Alejandro Encinas es Guadalupe Acosta Naranjo.
Su situación crecerá mediática y políticamente los próximos días gracias a ¡la perredista Dolores Padiera!
La esposa del señor de las ligas René Bejarano visitó Tepic y con un rango respetable, secretaria general del PRD, subrayó la ilegibilidad de Acosta Naranjo.
Para quienes no están familiarizados con las tribus, subrayemos la confrontación entre lopistas y chuchistas.
Ella y su marido famoso -famoso por corrupto- son alfiles de Andrés López, mientras Acosta Naranjo es uno de los mayores operadores de Jesús Ortega y sus Chuchos.
Por ello lo hicieron presidente interino cuando Ortega peleaba el PRD a Alejandro Encinas.
Con ese odio la señora Padierna fue a Nayarit y deslegitimó la postulación de Acosta Naranjo.
De ello se hicieron eco los medios y la Federación del Colegio y Asociaciones de Abogados del Estado de Nayarit, cuyo presidente Emeterio Mondragón llevó el caso ante el Consejo Estatal Electoral.
EL PEJE AGARRA SUS CANICAS Y SE VA
Pero si este golpe no basta para Guadalupe Acosta Naranjo y Los Chuchos, Andrés López prepara uno más efectivo.
Está por retirar su apoyo y el de sus mayores aliados, Convergencia y el PT, a Acosta Naranjo.
Es decir, no va con el PRD de Los Chuchos y de esa manera no habrá nada más tres candidatos -el priísta Roberto Sandoval, la panista Martha Elena García y el perredista Acosta Naranjo-, sino cuatro.
Será la consagración de a ventaja para el PRI y su candidato, Roberto Sandoval.
El argumento será el matrimonio de Jesús Ortega y su entorno -Marcelo Ebrard, Manuel Camacho- con Felipe Calderón y el PAN.
López ha comenzado a repasar militancias para postular al pejista con bandera de PT y Convergencia.
LA CANCELACION DEL VIAJE DE PEÑA
Enrique Peña Nieto, a quien ayer los panistas elevaron a demonio en sus altares azules, fue invitado al Vaticano y prometió ir.
Lo comunicó a su Congreso.
Pero sus asesores midieron las críticas a Felipe Calderón por lo mismo y le sugirieron cancelar el viaje.
La familia, además, argumentó problemas de salud en su entorno.
A diferencia de otros políticos, Peña Nieto escuchó y canceló el viaje a la entronización de Juan Pablo II.
Oyó como antes cuando lo convencieron de apoyar a Humberto Moreira para el PRI en lugar de Emilio Gamboa o Jesús Murillo.
Y cuando la popularidad de Eruviel Avila fue definitiva para hacerlo candidato a gobernador.
Quien escucha juega sobre seguro.