Teléfono rojo
Será el sereno
Julio H. Pérez
Sorpresa política
Dicen que la tercera es la vencida, y eso, es precisamente lo que le ocurrió a Carlos Ramírez Aguilar, el actual alcalde electo de Frontera Comalapa. En esta ocasión el Partido Nueva Alianza (Panal), le abrió las puertas y triunfó. Carlos Ramírez, es originario del ejido Santa Rosa, un lugar que fue asentamiento de refugiados guatemaltecos, que llegaron a México hace casi 30 años en ese municipio. En el 2010, Ramírez Aguilar, fue candidato del PRI a la alcaldía, pero perdió por una gran ventaja. Este año, intentó colarse por el tricolor y el PVEM, pero le cerraron las puertas y fue entonces que tocó puertas en el Panal, pero sus contrincantes lo subestimaron y lo dieron como derrotado antes de iniciar la competencia. Nadie en el PRI y el PVEM reparó en la decisión que tomó Ramírez Aguilar, lo minimizaron y le restaron importancia, pero en la noche del 1 de julio, ocurrió la sorpresa.
Ni se lo esperaban
Digo que grande fue la sorpresa de los candidatos y seguidores del PVEM y del PRI, en Frontera Comalapa, ya que ambos partidos derramaron gran cantidad de recursos económicos, ofrecieron proyectos con recursos millonarios, compraron votos de los comalapenses. En su momento, hasta Manuel Velasco Coello acudió a Frontera Comalapa. Los del verde habían medido el triunfo. El entonces candidato a la diputación federal, Eduardo Ramírez Aguilar, (que no por los apellidos no tiene ningún parentesco con Carlos Ramírez Aguilar), había prometido el triunfo en ese municipio para el PVEM y aseguraba que la llamada ola verde no iba ser derrotada.
Cónclave de espurios
Después de 18 días de que Enrique Peña Nieto, lo impusieran como el virtual ganador de las elecciones del 2012; el priista ya le espera un horizonte de graves problemas. El primero, es que es cuestionado por su triunfo comprado, a base de miles y millones de pesos y esto ha provocado que el país empiece a levantarse y se movilice en todos los rincones del pais. Como es de esperarse el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF), desechará las impugnaciones y le restará importancia el recuerso, por lo que se augura una jornada de protestas contra el usurpador durante los próximos años. En el caso del día de la toma de posesión, el 1 de diciembre, Enrique Peña Nieto no la tiene tan fácil y por eso, Felipe Calderón Hinojosa llamó de manera urgente al candidato del PRI, para acordar el plan para la imposición. Si recordamos Calderón Hinojosa también tuvo problemas en el 2006, para tomar protesta como jefe del Ejecutivo. Si TEPJF, que ya fue comprado por el PRI, como lo hizo con el IFE, se monta en su macho y no hace nada por anular el viciado proceso, entonces se avecina seis años de protestas y el equipo de abogados de Andrés Manuel López Obrador, deberá tocar tribunales internacionales, con el fin de que instancias jurídicas volteen la mirada en México.
Temen encontrar algo fuerte
La reunión entre Calderón-Peña, podría ser también una medida desesperada, para que el TEPJF no siga hurgando en la financiación de la campaña del candidato del PRI, porque podría encontrar las manos del narcotráfico y entonces puede haber una presión internacional para pedir la anulación de las elecciones. Lo cierto es que la reunión Calderón-Peña, ha generado incertidumbre, en el mismo gobierno y en el mismo PRI. La ciudadanía no se traga el cuento.
Fin
Mientras que muchos prefieren callar, en Será el Sereno se dice la verdad como es.
¡Va! Sale. Nos vemos.