
Indicador pólítico
En defensa del Hospital Regional
Después de que grupos de transportistas destrozaran el Hospital General de Comitán, la pregunta obligada es: ¿Serán detenidos los taxistas que provocaron estos desmanes? El hecho no debe quedar impune. Se debe sentar un precedente jurídico, para que no se vuelvan a repetir este tipo de hechos. Se debe castigar al menos, la persona o las personas, que usaron gas pimienta y rociaron el nosocomio, como si fuera un perfume agradable. La agresión a esa institución, debe ser castigada. No se vale que un lugar, donde se han salvado miles de vidas, donde nacen un promedio de 400 niños anualmente, donde la gente de Comitán y de lugares vecinos, acuden a atenderse de sus dolencias, haya sido atacado a pedradas, garrotazos y patadas, como si se tratara de una casa de mancebía. Bueno ni un lupanar se merece haber sido atacado a pedradas por taxista miembros de Transportes Unidos de la Región de Comitán (Turcom). El ministerio público debe hacer una buena indagatoria y consignar la averiguación previa al juez, porque no se vale destruir una institución de salud, que tantos años ha costado levantarla. Recordemos que a raíz de la muerte de más de 30 recién nacidos, en el 2001, se inició una larga batalla, hasta conseguir equipo médico de buena calidad, para que no se repitieran los hechos. El Hospital por años sufrió de grandes carencias. El quirófano tenía graves carencias. No había luz. Las lámparas fallaban constantemente, pero se consiguió dignificarlo y hasta se logró hacer un nuevo hospital, para el niño y la madre. Por todo esto. Es necesario que se castigue la afrenta a esa institución. Insisto: Tanto sacrificio, tanto dolor, tanta angustia, tantas carencias, tanto olvido en que vivió el Hospital, pero afortunadamente, desde la décadas pasada, la Secretaría de Salud, volteó la mirada a la institución y se le dignificó. Entonces, es necesario castigar a los violentos y recluirlos en prisión, porque haber rociado gas pimienta, constituyó una afrenta contra la vida, porque se atentó contra los pacientes, médicos y enfermeras que estaban en ese lugar. El Hospital Regional, es un símbolo internacional, porque como ya dijimos, en ese lugar, se atendieron refugiados guatemaltecos, que llegaron huyendo de la guerra de tierra arrasada que instrumentó el ejército de su país, en la década pasada. Recordemos que a México llegaron más de 50 mil guatemaltecos y miles y miles de ellos, llegaron con cuadros de desnutrición severa, padeciendo enfermedades tropicales, por haber permanecido meses y meses en la selva. Así, la Procuraduría General de Justicia del Estado y el ministerio público, deben constituirse como defensores de una institución que se ha merecido el reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y esta es el Hospital Regional María Ignacia Gandulfo.
Alto a la desestabilización
El día de ayer, la población trinitarense salió a las calles a protestar y exigir que se ponga un alto a la desestabilización, que ciertos individuos han llevado a cabo en días recientes en el municipio, con un solo propósito personal.
Con la movilización de ayer, los trinitarense demostraron, una vez que están hartos de gente desestabilizadora como el propio Darinel Alvarado Villatoro, que es utilizado por manos obscuras que pretenden causar casos en el municipio y restarle fuerza al Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Si Darinel Alvarado Villatoro, sigue empecinado en querer desestabilizar al municipio, podría ser fatal políticamente para él, porque en lugar de ganar espacios podría quedar mal parado y correr el riesgo de tener problemas de la justicia e ir a parar a la prisión.
Ayer, los zapalutecos dieron una muestra de que no están dispuestos de seguir tolerando las artimañas de personas que tienen intereses personales. De entrada pidieron a Alvarado que deje de provocar problemas en el municipio y de continuar con su empecinamiento, que se le aplique la ley, porque basta de que un pueblo pacífico como en de La Trinitaria, se tome como rehén de sus ambiciones mezquinas, que son alimentadas por personajes de Comitán, ligados al PVEM.
¿Y los operadores políticos?
La trifulca que se desató el pasado lunes, pudo haberse evitado, pero los funcionarios de la Subsecretaria de Gobierno, como Raúl Gordillo, ni el delegado de Gobierno, Ovidio López se interesaron por calmar a los líderes. Bastaba con llamarles a sus teléfonos móviles a los dirigentes transportistas de Turcom y de las organizaciones San José Berlín y Sociedad de Transporte Chamentic, para decirles que era conveniente una mesa de diálogo en ese momento, pero no lo hicieron. Debieron esperar que hubiera decenas de heridos, autos destruidos, casas y el área de urgencias del Hospital Regional dañados, para que recularan y ahora sí, ofrecieran diálogo. De la delegación de Transporte no se diga. Ya quedó rebasada por las organizaciones y su inactividad, ha traído estos hechos violentos.
Solo intensiones
Se dice que el diputado federal Sergio Lobato García, en días pasados estuvo por esta región. Llegó para reunirse con algunas personas afines a él. Durante su visita, dejó entrever que tenía la intensión de contender no solo por la candidatura de la dirigencia del PRI, sino que también por la gubernatura del estado.
Pareciera que Lobato García, quiere sacar raja en este proceso, al pretender ser candidato del PRI, aun cuando correligionarios más posicionados que él, están en riesgo de conseguir su objetivo.
¡A que Lobato! Mejor debería de comenzar su campaña en San Cristóbal, para saber si es apoyado o repudiado. Lo más seguro, es que ni sus paisanos quieran hacerlo, sobre todo, porque como edil de ese municipio, dejó mucho que desear.
Fin
Mientras que muchos prefieren callar, en Será el Sereno se dice la verdad como es.