SEMAFORO/Exal Baltazar Juan Avila

IRBIO mega fraude al campo chiapaneco.

Verde. El Instituto de Reconversión Productiva y Biodiesel (IRBIO), creada como una gran alternativa para la economía del campo chiapaneco, en el cual estuvieron al frente Salim Rodríguez Salomón y Marco Antonio Coutiño Gómez (director de biodisel), siendo el secretario de Gobierno, Noé Castañón el encargado de tomarles la protesta de Ley.

En ese entonces se hizo hincapié en el objetivo de la creación del IRBIO, consistente en la aplicación de acciones integrales regionales para desarrollar capacidades de los productores para mejorar su economía, su medio ambiente y también se potencialice la producción de bioenergéticas como el biodiesel, combinando la reconversión productiva con acciones de reforestación, conservación de suelo, mejoramiento de los cauces de los arroyos y los ríos para mejorar la calidad del agua y el control de las avenidas y complementar las acciones de reconversión productiva con el enfoque de riego y drenaje, impulsando el desarrollo de la reforestación, de plantaciones forestales, agroindustriales, frutícolas, de agricultura protegida, cuidado del suelo y agua; así como la disminución de riesgos ambientales con el aumento de cubierta vegetal, coordinada con dependencias estatales y federales como Secretaría del Campo (SECAM), CONAFOR, SAGARPA, CONAGUA y Secretaría de Energía.

Amarillo. Se dijo en ese entonces que más de 72 mil Hectáreas se habían incorporado a Reconversión Productiva en Chiapas. “Considerando unos ingresos anuales de más de 2 mil 330 millones de pesos, lo que da seguridad a los procesos productivos del campo chiapaneco” declaraba otro de los culpables que ha tenido sumergido al campo chiapaneco en la miseria, José Ángel del Valle Molina, secretario del campo del estado, agregando que “con la reconversión productiva se han creado 65 viveros en 694 hectáreas donde los productores se han comprometido a llevar a cabo este proceso en sus asambleas ejidales con la asistencia técnica y financiera correspondiente” lo que incluía a los 28 municipios con menor índice de desarrollo humano.

Rojo. Sin embargo, poco tiempo duro el sueño clásico que tienen los funcionarios corruptos en hacer creer a los productores chiapanecos.

Los conflictos internos empezaron a salir a flote. En el mes de agosto del 2011, productores de cacao que integran el consejo regional exigían a las autoridades estatales cumplir con el pago del programa para el manejo de renovación de cafetales en el Soconusco, ya que desde el 2010 había sido suspendido sin dar explicación alguna, los 800 pesos por hectárea que de acuerdo a los dictámenes técnicos les correspondían, la falta de ese pago trajo consecuencias desastrosas afectando a la economía agrícola.

A pesar de los convenios firmados con el gobierno del estado, el IRBIO volvía a defraudar a la gente, con los apoyos técnicos prometidos en ese acuerdo, todo porque a los 15 técnicos que fueron contratados en el 2010 por parte de un despacho que presta el servicio al IRBIO, no les pagaron sus sueldos, los cuales fluctuaban entre 3, 4 y 6 meses de atraso, por lo que se redujeron el numero de técnicos a cinco.

A finales del 2011, ya se rumoraba un gran fraude en el interior del IRBIO, el cual fue puesto de manifiesto poco tiempo después por un monto de más de 300 millones de pesos, siendo el principal sospechoso su director Salím Rodríguez Salomón.

Todo se debió a la revuelta iniciada por el adeudo de trabajos realizados por el personal de los viveros de Acapetahua, Suchiate y Tapachula, en el que señalaron la complicidad de algunos directivos del Consejo Regional de palma de aceite y de que Salím, con prestanombres adquirió unas 600 hectáreas de terrenos en el ejido “Cuauhtémoc” del municipio de Suchiate en el cual derribo “palma sabal mexicana”, “botoncillo” y “mangle” y ninguna autoridad ni federal ni estatal, menos la municipal dijo nada al respecto.

Actualmente, más de 5 mil trabajadores se han quedado sin empleo y sin recibir sus salarios, los cuales hacienden a varios millones de pesos, sin tomar en cuenta el gran daño que José Ángel del Valle Molina, secretario del campo del estado junto con sus secuaces continúan haciendo a los productores del campo.

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