SEMAFORO/Exal Baltazar Juan Avila

Semáforo

Exal Baltazar Juan Ávila

¡Hoy cierre de campañas!

Verde. Próximas las elecciones, a menos de una semana el ambiente se tensa, da comienzo la dura labor de deshacerse de cuanta propaganda se encuentre por las calles, uno a uno caen los gallardetes, cesaron las propuestas y las preguntas continúan: ¿Quién ganará? Como si fuera alguna clase de concurso de popularidad, en fin, tras bambalinas aquí estamos y al mirar las boletas ante nosotros recordaremos lo más impactante, lo malo, lo bueno y lo peor, cada quien verá por sí mismo y los suyos, para los demás, que se acabe el mundo.

Mientras tanto les recuerdo parte importante de las campañas: Las universidades. Los candidatos aprovecharon que la mayoría de la población se reúne en un solo punto a ciertas horas del día y vieron en ello un beneficio a su campaña, visitaron estos centros educativos con el fin de dar a conocer sus propuestas, su ideología y hacer gala de sus dotes políticos para convencer a los jóvenes de levantarse en armas, digo, de votar por ellos y defender su decisión, todos hablaron de trabajo para los jóvenes, de un mejor país, becas universitarias, internet, redes sociales y demás temas relevantes para este sector de la población. Interesantes contiendas a decir verdad, los vitoreos no cesaban, lo mismo que los reclamos, las amenazas no pudieron faltar, no solo por los jóvenes, también por los políticos, para quienes, el partido, presuroso se prestó para acallarlos.

Amarillo. Comienzan las pedradas, bien dicen que del tamaño del sapo será está y siendo la política una “profesión” tan conocida y remunerable como odiada (pobre pepito, prefirió decir que su papá trabajaba en un bar), hay tanto que lanzar, pero como no hay libres de pecado, pasemos a lo que concierne: Como ya mencioné, no se olvidaron de los estudiantes, de los becados, los pobres y los ricos, así como los de clase media, pero sí de quienes no estudian, no por que no quieran, si no porque no pueden, jóvenes que trabajan como cajeros, empleados de mostrador, taxistas, payasos, artesanos, empleados de gasolinera, asistentes o que incluso se suman a las filas políticas en espera de aquello que a todos nos falta: el dinero, para que el próximo año ya puedan seguir estudiando. Además hicieron falta los que ya salieron, pero no tienen trabajo por la falta de campo laboral, para qué ser abogado si ya hay un montón sin contar a los que no lograron ejercer la profesión como tal y qué decir de las plazas que solo se otorgan por nepotismo y manipulación, esas donde te pudres en dinero; contemos también a aquellos confusos aún si elegir una carrera con debidas razones dado que ya hay casi de todo y de lo que falta es muy cara la carrera, para ejemplificar: Existen muchos comunicólogos y es la Ciencia de La Comunicación una licenciatura considerada menos cara, sin embargo; lo barato sale caro y nadie quiere acabar de portero de autoservicio después de estudiar al menos 2 años y ocho meses, en cuanto a diseño gráfico, está difícil el campo laboral, para medicina a duras penas se abrió la escuela pública y nótese que ya se necesitan más geriatras y anestesiólogos, pero aparte de que no hay donde estudiarla decentemente, tampoco hay el recurso para pagar algo tan caro.

Propuestas de esto y de aquello, que si Velasco y Peña darán becas a los estudiantes, Nivón también nos hablo de esas cosas, que Quadri nos propone mejores maestros, Orantes nos ofrece computadoras, Josefina habla de más y más para los jóvenes y su “Cuchi-cuchi” y López Obrador un paraíso, pero son tan inteligentes que a ninguno se le ocurrió traer carreras de cosas que si se necesiten o crear empleo para las carreras que ya no hay, pasará como con la televisión, aquel científico mexicano, tan impresionante que su país no lo financió, para eso no pudo pedir un préstamo y seguimos cayendo al bache.

Rojo. Olvidaron que las universidades públicas no cuentan con las carreras que se necesitan, que no hay campo laboral para las carreras que ya existen, que muchos nuevos licenciados no tienen empleo a pesar de su excelencia académica y creatividad, lamentablemente he visto jóvenes profesionistas que han olvidado su sueño de curar a los que menos tienen, de diseñar un programa, una red que impulse al país, de ser el mejor comentarista, el líder de una empresa, juez o magistrado, para convertirse en un maestro, empleo que no es tan indignante como el de político, pero también tiene un sueldo equiparable a los insultos (para eso mejor somos periodistas, aquí nada más nos matan, no hay problema) y pues… no era lo que querían y su aptitud abarcaba, pero hay casos peores, como el de los porteros con profesión, barrenderos con licenciatura en informática y sirvientas administradoras de empresas, que decir de licenciadas en turismo en atención a clientes, pero esos son los que si tienen trabajo, ¿qué pasa con todos los demás? Echemos un vistazo: Más de alguno ha optado por el autoempleo, hay quienes se volvieron artesanos por necesidad, si aquellos diseñadores que mantienen el sueño de ser artistas y que por algo se empieza, los que terminaron sin filmar noticias y en su lugar les prestan la cámara para el bautizo del sobrino, los que van de puerta en puerta vendiendo productos milagrosos, los que siguen metiendo solicitudes y no hay nada, al menos acorde a su nivel intelectual, como dije, no estudiamos años para limpiar pisos y ventanas, pero ni el gobierno ni los candidatos hacen nada, ni siquiera termina el poli laboratorio, el hedor a ignorancia continua a pesar de las políticas… colonias de marca.

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