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Semaforo
Exal Baltazar Juan Avila
Juan Sabines posiciona el cacao y funcionarios se corrompen.
Verde. Como en los viejos tiempos en que fue utilizado el cacao como moneda y como alimento o bebida por los mayas, elixir de los dioses. Registrándose su existencia a 2600 años, por lo era un producto muy preciado de aquella época, en la actualidad, vuelve a tocar las fibras de la ambición de funcionarios corruptos.
Después de 40 años, ningún gobernante se había preocupado por la producción de cacao en el estado de Chiapas. Con la llegada de Juan Sabines al poder, los productores empezaron a recibir atención, sino con un programa suficiente que atacara las necesidades más urgentes por lo menos se prestaba un apoyo económico y de asistencia técnica a los más de 12 mil productores establecidos en Chiapas tanto en la zona Soconusco, Centro y Norte.
Representantes de la Asociación de Productores de Cacao de Tuxtla Chico, de Huixtla, Tuzantán, Mapastepec, Villa Comaltitlán y Ciudad Hidalgo, se reestructura el Consejo Regional de Productores de Cacao Zona Costa y se empiezan a realizar las primeras pláticas con el gobierno del Estado para atender la problemática.
Dentro de los apoyos logrados por el Consejo con el gobierno del estado se encuentran $2,500 pesos para la poda por hectárea; 1,200 por mantenimiento de plantaciones; 7 y 5 pesos por incentivo a la productividad; reparto de plantaciones, así como la asistencia técnica de 20 profesionales agrónomos.
Juan Sabines logra posicionar en la feria Perugia Italia, obteniendo el cacao chiapaneco el primer lugar en el ramo de chocolate artesanal. De ahí el cacao de Chiapas conquista el norte de América, atrayendo el interés de los industriales de Europa quienes vinieron a Chiapas para establecer convenios de compra del producto.
Amarillo. La edad de las plantaciones, el desinterés del mismo productor por su cultivo, presencia de plagas y enfermedades, nula asistencia técnica, nula intención de comercialización y menos de industrializar el producto por parte de sus cultivadores, es el escenario que se tiene en los municipios que cultivan cacao, en algunos casos como producto básico de supervivencia, en otros como segundo o tercer generador de empleos y de economía para la región.
Rojo. La felicidad duro poco. La enfermedad conocida como moniliasis, provocó el descenso en la producción de las plantaciones, al grado de quedar en 50 kilos por hectárea.
La poca y nula infraestructura de las organizaciones productoras, una inexistente cultura para trabajar en equipo. El atraso o la falta de entrega de los recursos financieros a las organizaciones o productores y los intereses comerciales, han provocado que se venda el producto a coyotes a un precio bajísimo.
Con el pretexto de la escases del producto, industriales integrantes del Sistema Producto Cacao Nacional y de la Secretaría de Economía, sin consultar a los productores de Chiapas y Tabasco, abrieron las fronteras de México para el ingreso de cacao extranjero y acordaron que por cada kilo de cacao de México, el comercializador o industrializador tiene la posibilidad de importar 6 kilogramos a precios más bajo, dada la mala calidad de ese grano. Por ello el paso de cacao por las garitas de Chiapas de Centro y Sudamérica o quizás África, es una realidad y quizás, necesidad para el otro eslabón de la cadena del chocolate, pero afecta terriblemente a la producción en Chiapas y en México.
Esto repercute una vez más, en el precio actual de cacao, arrastrándolo hasta 30 pesos/kilo. Los comercializadores engañan a los industriales, vendiéndoles producto extranjero de pésima calidad diciendo que es chiapaneco. Fomentando también en el desempleo.
Autoridades competentes como SAGARPA, SAT, SECAM, entre otras, en lugar de vigilar por la legalidad y protección del producto mexicano, se han confabulado para llevar al productor de cacao chiapaneco a la ruina total.
La revisión fitosanitaria para evitar el ingreso de otras enfermedades como la escoba de bruja, hace que el futuro del cacao sea incierto en Chiapas. En consecuencia, se puede presentar, como ya sucede, aunque no de manera masiva, el derribe de plantaciones acabando con un gran centro de captura de carbono, que además causará deterioro al medio ambiente, la pérdida de las cadenas ecológicas que están detrás del cacao, así como la pérdida de parte de nuestra cultura ancestral, todo por intereses comerciales de unos cuantos.
Se especula que la empresa AMHSA, estuvo detrás de la importación de más de 2000 mil toneladas del grano que han llegado vía Puerto Vallarta, Veracruz y de la frontera con México, por lo que, los productores preparan movilizaciones hacia la ciudad de México, para evitar más ingreso de cacao a territorio mexicano.
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