Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Pablo Salazar defraudo a pequeño propietario en Mapastepec.
Verde. Con la esperanza puesta de haber hecho un buen negocio, el cual le redituaría obtener una cantidad de dinero por la venta de 3 hectáreas de terreno, mismo que ocuparía para solventar algunos problemas económicos, Ulises Aguilar de los Santos, firmo un contrato de promesa de compra venta el 28 de noviembre del 2005, con el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchia.
Estas 3 hectáreas, según manifestación del mismo gobernador en ese momento, serian destinadas para la construcción de casas de los damnificados en Mapastepec del huracán Stan.
Amarillo. Ulises Aguilar de los Santos manifestó, en exclusiva para el que esto escribe que es propietario de un terreno rustico denominado piedra rajada fracción, ubicado en el ejido Mapastepec, del municipio del mismo nombre, con una superficie total de 13 hectáreas, de las cuales fueron segregadas los 30 mil metros cuadrados del compromiso.
El precio pactado fue de 270 mil pesos. Por lo que intervino en ese entonces el INVI, Instituto de la Vivienda, como representante del gobierno del estado.
Hoy, Aguilar de los Santos pide la intervención del Gobernador Juan Sabines Guerrero para que se le liquide su pago total y pueda terminar su martirio de una mala negociación con el famoso gobierno de la corrupción que encabezo Pablo Salazar Mendiguchia.
Rojo. Aguilar de los Santos empezó a sufrir su calvario al intentar cobrar el primer cheque, el cual tuvieron que pasar varios meses para que se lo entregaran.
Posteriormente se dio cuenta de que las colindantes de las 3 hectáreas del terreno propuesto, habían sido alteradas, afectando con ello la posibilidad de poder negociar a futuro, el resto del predio, ya que prácticamente quedaba encerrado sin ninguna vía de acceso.
Por lo que de inmediato giro oficios para que las medidas y colindantes fueran ratificadas tal y como se mencionaba en el contrato de compra venta, para lo cual le empezaron a pedir una serie de documentos: certificado de libertad o gravamen, titulo de propiedad debidamente inscrito en el registro publico de la propiedad, boleta de pago predial, cedula catastral, avaluó catastral, todos los documentos actualizados a la fecha de su solicitud de ratificación de medidas, aunque estas ya las había presentado cuando hicieron el convenio.
Sin embargo hasta el día de hoy no han efectuado ningún cambio.
Con relación al pago total, Ulises Aguilar de los Santos menciona que el INVI desapareció de acuerdo al decreto numero 327 publicado en el Periódico Oficial del Estado de fecha 21 de noviembre del 2007, por lo que según le hacen mención en un oficio de la Secretaria de Medio Ambiente y Vivienda (SEMAVI) que obra en nuestro poder, numero SEMAVI/UAJ/ACyC/107/2009, de fecha 24 de abril 2009, se designo a un Órgano Liquidador, el cual fenicará los derechos y obligaciones contraídos por el desaparecido Instituto de la Vivienda. Sin embargo también los encargados de esta dependencia lo han traído de arriba para abajo y hasta el día de hoy, no recibe el pago total.
A todo esto, desde el pasado 3 de abril del 2009 el terreno se encuentra invadido por un grupo de personas.
Ulises Aguilar de los Santos, se encuentra entre la espada y la pared, ya que el terreno que supuestamente lo iba a sacar de apuros, por lo que confió plenamente en Pablo Salazar Mendiguchia, en su palabra y en lo que se suponía iba a realizar una buena obra al construirles a los damnificados del huracán Stan de Mapastepec, sus casas, hoy resulta que no tiene ni su terreno completo ni el dinero pero si los problemas de la invasión y de que no cuenta con paso libre para su rancho.
En Huixtla los damnificados dieron a conocer en tiempo y forma sobre las irregularidades en la compra de predios para la vivienda, terrenos que no eran aptos para construir viviendas ya que son zonas bajas he inundables, como el caso de la colonia Santa Cruz.
O el fraccionamiento mal llamado Vida Mejor en el municipio de Suchiate, en el cual también sufren de constantes inundaciones tanto de aguas negras como de la temporada de lluvia.
Casos como estos son los que han quedado en el olvido, ya que hay mucha gente que resulto afectada con el fenómeno atmosférico, el cual quizás no causo tanto daño, como el que causo Pablo Salazar al tener un gobierno de corrupción.