Abanico
Si México está en movimiento, Andrés Manuel López Obrador, también.
El líder fáctico del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se cuida; arma con pinzas de cirujano su discurso opositor. No está de regreso quien nunca se ha ido.
Hábil como siempre, elude el choque frontal; como el caballo del ajedrez, come de lado; deja muy clara su irremediable sana distancia con el perredismo de Los Chuchos preponderantes.
Jura que no dijo lo que dijo, pero el supuesto denuesto a la plana mayor del Sol Azteca agitó las aguas y lo puso de nuevo en el torbellino de las pasiones políticas… y en las noticias de primera plana.
El “mesías tropical”, como lo llama el historiador Enrique Krauze, dice que con la “tribu” de Jesús Ortega y Jesús Zambrano no hay pleito, sólo desconfianza; minimiza los dichos del Chucho menor. La mira del arma del El Peje apunta más alto.
¿Para qué distraerse con figuras chaparras, cuando el objetivo de Andrés Manuel es acabar con la mafia del poder?
La verdad es que le importa y mucho su imagen ante la feligresía de la izquierda. El mote de “pirata al acecho”, endilgado por el mandamás perredista, ciertamente lo incomoda.
López Obrador no se ubica como un factor de ruptura; sí dejó al PRD fue por la traición de quienes pactaron con el Gobierno, “no por México, sino contra México”, aclara.
En apariencia, solo en apariencia, apunta sus baterías al poder corruptor del PRIAN; denuncia la trampa, el despilfarro y el tráfico de la pobreza. Señala la compra de una aeronave de lujo para el Secretario de la Defensa Nacional y desempolva el viejo asunto del nuevo avión presidencial.
Mañosamente, adjudica a Enrique Peña Nieto el “gasto ofensivo” de 7 mil 500 millones de pesos para comprar la aeronave –sin contar otros mil para remodelar el Hangar Presidencial, cuando la compra del nuevo TP01 fue autorizada desde el sexenio pasado.
El discurso lopezobradorista es verdad a medias; truco y maña.
El tabasqueño niega ser pescador en rio revuelto. Ese trabajo es de otros, quienes desde la estructura de Morena si juegan a aprovechar –y provocar– una desbandada perredista.
Quienes reniegan de la ruta marcada por la Nueva Izquierda dominante, no tienen mucho a donde ir. Al PRI y PAN, imposible. A Movimiento Ciudadano o al PT nunca, porque no son “cosa” seria. Sólo queda peregrinar por el sendero de Morena.
Algo es seguro, el nuevo partido ofrece certeza. A diferencia del PRD, Morena es monolítico. Andrés Manuel López Obrador concentra y distribuye el poder según sus cálculos; Martí Batres, Presidente formal, sólo es un operador; la voz cantante es única y no admite coros ni sombras.
Curiosamente, ese peso completo acerca al tabasqueño a lo que más desprecia. Morena es el partido de un solo hombre, al igual que México fue país de un solo hombre con Antonio López de Santa Anna o Porfirio Díaz, o Carlos Salinas de Gortari… los grandes villanos favoritos de El Peje.
Como sea, el tabasqueño se mueve, comienza a acomodarse donde más le gusta; asume el papel provocador que una y otra vez le ha dado jugosos réditos; se vende como mártir; se ubica como la conciencia de la patria, como el único verdadero opositor al sistema corrupto, ante el “chaquetazo” perredista. Lanza sus obuses contra Los Pinos y también contra la “Agencia de Noticias Chong”, es decir, el Bucareli News; viste de enemigos a Peña Nieto, al secretario de Gobernación, y a todo lo que huela a poder priista, y al mismo tiempo vigila de reojo lo que ocurre en sus antiguos territorios.
López Obrador no lo reconoce pero sabemos lo listo que está para recibir a las ovejas descarriadas, en la pradera de la izquierda impura.
FIRMES LAS FIRMAS: Andrés Manuel López Obrador, Martí Batres, Elena Poniatowska y Javier Jiménez Espriú, presentarán hoy ante el Senado más de 2 millones y medio de firmas recabadas para solicitar la Consulta Ciudadana contra la reforma energética. De aprobarse la iniciativa, el 7 de junio próximo –día de la elección federal– Morena nos hará esta pregunta: «¿Estás de acuerdo o no en que se otorguen concesiones o contratos a particulares, nacionales o extranjeros, en materia de producción y refinación de petróleo, petroquímica, gas y en la industria eléctrica nacional… Sí o no?