El nuevo lenguaje de los gobernantes
En el diferendo de Televisa contra Grupo Carso, el ocupante de Los Pinos ya tiró sus dados a favor de la primera. Para quien tiene como obsesión perpetuar al PAN en el poder es más funcional tener de su lado a la fábrica de opiniones lo mismo construye buenas imágenes que, instantáneamente, las destruye–, esto es, la empresa de Emilio Azcárraga Jean, que a Carlos Slim Helú, aún y cuando éste sea el mayor potentado del mundo.
Slim, por su parte, también se pertrecha. La guerra es en serio y ha buscado aliados internacionales de peso, cual es el caso de William Clinton, el ex presidente de los Estados Unidos, al lado de quien no ha mucho puso en marcha un ambicioso programa social, en un punto clave del Estado fallido mexicano: Ciudad Juárez.
Y aunque pareciera que Televisa es la madrina del priísta Enrique Peña Nieto en su campaña por la Presidencia en el 2012, tal no será permanentemente así. Ya se vio hace seis años, cuando el consentido de las cámaras y micrófonos era el también mexiquense Arturo Montiel, y subitáneamente fue convertido en el más malo entre los muchos malos de Malolandia en prácticamente todos los monitores que captan la señal que se emite desde la capitalina Avenida Chapultepec.
Calderón se ha puesto del lado de Azcárraga. La fallida Administración del michoacano no sólo ha impulsado en contra de Slim la megamulta por 11 mil 998 millones de pesos que la Comisión Federal de Competencia impuso a Telcel por su reincidencia en prácticas monopólicas, también ha instruido a un muy dócil Marcelo Ebrard quien espera ser el Plan B del ocupante de Los Pinos en el 2012–, para que sus instancias de procuración y administración ¿de justicia?, den un palo carcelario a la viuda de Emilio Azcárraga Milmo, contra quienes su júnior no ha podido superar reales o imaginarios agravios infantiles y juveniles.
Tales son las evidencias a las que ha tenido acceso informativo la sociedad. Pero seguro hay más acciones de Los Pinos que, en el pleito Televisa Vs. Carso, favorecen a la primera.
Y todo porque a Calderón le conviene tener de su lado a la televisora. Va a usarla, como ya lo hicieron los contendientes priístas y foxistas en contra de Montiel hace seis años, para perjudicar a quien entre los contendientes de quien vaya a ser su candidato no del PAN–, de aquí a diciembre de 2012.
Dar credibilidad al consorcio Televisa es infantil. Es tanto como pensar que son ciertos los teledramones que tarde a tarde monta la peruana señorita Laura, para satisfacer el morbo de la clientela del llamado Canal de las Estrellas
o cualquiera de sus programas dizque noticiosos.
Creer que va a jalar con quien más recursos públicos le ha entregado en los últimos años mediante sus pautas publicitarias y/o propagandísticas es, efectivamente, pueril.
Televisa, como lo fue el Televicentro de Azcárraga Milmo, es soldado del Presidente
así y éste lo sea haiga sido como haiga sido, pero sobremanera por un fallo del fallido Tribunal Electoral y la complicidad de los priístas que le abrieron la puerta de atrás.
Slim, por lo pronto, ha pospuesto el anuncio que muchos esperábamos desde hace unas semanas. Lo ha postergado, sí. No lo ha cancelado. Traer al popular periodista Larry King el ex entrevistador estrella de la CNN internacional–, a dirigir su negocio de televisión, que ya funciona a través de la internet y de una alianza con el Canal 52 de la familia Vargas.
Pero esa posposición es estratégica. Quizá de uno o dos años. Con Clinton y con todo el grupo financiero por el que da la cara el oriundo de Arkansas y esposo de la secretaria de Estado de Barack Obama, la familia Slim Domit ya prepara la contraofensiva.
No se pierda, pues, el siguiente capítulo de este teleculebrón en el que Felipe Calderón juega el papel de La Madrastra de Televisa.
Índice Flamígero: En la SEP-DF sigue la mata dando en materia de corrupción. Apenas el viernes 15 de abril se celebró una reunión entre el administrador federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal y personal del Órgano Interno de Control en esa institución. El encuentro tenía como objetivo atender las diversas observaciones que se han realizado a servidores públicos y que no han podido ser subsanadas. Las observaciones habían sido realizadas, entre otros, a Antonio Ávila Díaz, director general de Operación y Servicios Educativos y ex secretario particular de Miguel Limón Rojas, ex titular de la SEP con Zedillo, y a Joaquín Guzmán López, quien ocupaba el cargo de Director General de Administración cuando se realizaron dichas auditorias y quien a la fecha se desempeña como director general de Planeación, Programación y Evaluación Educativa. Las observaciones se realizaron en torno a contratos de honorarios, ya que en algunos casos se observó que había personas que nunca habían cobrado efectivamente, aunque los recursos sí habían sido ejercidos, así como con contratos de capacitación que no se habían celebrado y contratos de mantenimiento y reparación de escuelas con diversas irregularidades, todo ello por un monto de más de 100 millones de pesos. Lo anterior provocó la ira del Dr. Luis Ignacio Sánchez Gómez, protegé de Marcelo Ebrard, quién señaló que los iba a acusar con su madrina, la maestra Elba Esther, porque luego era a él a quien acusaban y no lo dejaban en paz. ¿Los dineros distraídos? Bien, gracias.